Especialistas de la Universidad de Nueva York (EE.UU.) han creado cristales casi vivos. Sintetizaron un polímero cuyas partículas se mueven, separándose y volviendo a juntarse, en respuesta a la luz.
Los cristales fueron hechos a partir de oligisto, un mineral natural compuesto de óxido férrico, 'envuelto' en una capa esférica de un polímero. Bajo las ondas de cierta longitud de las luces azules, el oligisto empieza a conducir la electricidad. Los científicos estadounidenses sumergieron su polímero sintetizado en un baño con agua oxigenada (H2O2) y lo expusieron a las luces azules.
Como resultado, las partículas poliméricas empezaron a moverse según ciertos vectores para juntarse en unos cristales y estos cristales, a su vez, también empezaron a moverse según los mismos vectores. Los autores precisan que durante el experimento, fuerzas aleatorias descomponían los cristales, pero estos terminaban por volver a juntarse. El proceso se repetía hasta que los investigadores apagaron las luces.
Uno de los científicos, Jérémie Palacci, detalla que su trabajo mostró que la 'frontera' entre un sistema activo y un sistema vivo es arbitraria. Según puntualizó, las características principales de un organismo vivo son metabolismo, movilidad y capacidad de reproducirse. El polímero que crearon tiene las dos primeras características.
Los cristales fueron hechos a partir de oligisto, un mineral natural compuesto de óxido férrico, 'envuelto' en una capa esférica de un polímero. Bajo las ondas de cierta longitud de las luces azules, el oligisto empieza a conducir la electricidad. Los científicos estadounidenses sumergieron su polímero sintetizado en un baño con agua oxigenada (H2O2) y lo expusieron a las luces azules.
Como resultado, las partículas poliméricas empezaron a moverse según ciertos vectores para juntarse en unos cristales y estos cristales, a su vez, también empezaron a moverse según los mismos vectores. Los autores precisan que durante el experimento, fuerzas aleatorias descomponían los cristales, pero estos terminaban por volver a juntarse. El proceso se repetía hasta que los investigadores apagaron las luces.
Uno de los científicos, Jérémie Palacci, detalla que su trabajo mostró que la 'frontera' entre un sistema activo y un sistema vivo es arbitraria. Según puntualizó, las características principales de un organismo vivo son metabolismo, movilidad y capacidad de reproducirse. El polímero que crearon tiene las dos primeras características.
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