Según una fuente de Beijing, la campaña anti-corrupción del actual líder del Partido Xi Jinping apunta a desmantelar el CAPL y a su ex jefe, Zhou Yongkang.
Cientos de funcionarios del poderoso órgano del Partido Comunista que controla todos los aspectos de la seguridad interna han sido arrestados en secreto en el marco de una limpieza anti-corrupción ordenada por el líder del Partido Xi Jinping, según informó a New Epoch Weekly un funcionario de alto rango de Beijing. Los objetivos finales de esta purga son arrestar al ex zar de la seguridad Zhou Yongkang y desmembrar a la organización que este solía encabezar.
De acuerdo a la fuente, un ex funcionario de alto rango del Comité de Asuntos Políticos y Legales (CAPL) entregó recientemente copias de un informe a los ex líderes del partido Hu Jintao y Jiang Zemin, informándoles de los arrestos masivos que se dieron dentro del CAPL en los últimos tres meses.
El informe afirma que 453 funcionarios del CAPL de todos los niveles han sido detenidos para ser interrogados, incluyendo 392 del Buró de Seguridad Pública, 19 de la Procuraduría, 27 del sistema judicial y 10 de burós de seguridad no pública. Además, se comenta que 12 funcionarios de alto rango han cometido suicidio.
La fuente, cercana a la oficina de Hu Jintao, afirmó que el informe apuntó a captar la atención de Jiang Zemin y Hu Jintao, con la esperanza de que intercedieran y advirtieran a Xi Jinping y Wang Qishan, el encargado del esfuerzo anti-corrupción de Xi.
Hu Jintao no hizo pública su posición sobre este asunto, pero la fuente supone que Hu no va a interferir con las políticas de los nuevos líderes del partido.
La reacción de Jiang Zemin también es desconocida.
Purga en el CAPL
Desde que asumió como jefe del Partido, Xi Jinping habló repetidamente sobre reformas y la necesidad de quitar de raíz la corrupción dentro del Partido, en particular sobre la necesidad de apuntar tanto a “moscas” como a “tigres”. Aunque algunos arrestos se hicieron públicos, estos parecen aislados e incapaces de lograr cambios sustanciales. Sin embargo, los arrestos secretos a gran escala de los funcionarios del CAPL sugieren que Xi eligió al CAPL como su objetivo específico.
La fuente de Beijing dijo que muchos observadores consideran que se trata de una purga del CAPL. Muchos policías y cuadros de la seguridad pública no están seguros de a dónde apunta este giro anti-corrupción, y los arrestos han causado una gran conmoción dentro del CAPL y del sistema de “mantenimiento de la estabilidad”, según la fuente.
Las observaciones de la fuente de Beijing concuerdan con el memo enviado a Hu Jintao y Jiang Zemin, el cual informaba que las operaciones del CAPL están semi-paralizadas, con la moral baja, y que muchas oficinas son pesimistas al respecto.
Fuentes confirmaron a New Epoch Weekly que la campaña anti-corrupción de Xi apunta a demoler el CAPL. Esta organización del Partido tiene un presupuesto anual de casi 700.000 millones de yuan (unos U$S 112.240 millones) –el cual excede el presupuesto militar de China. El CAPL controla la Policía, la Policía Armada, la Procuraduría, los Tribunales, los campos de trabajo forzado, el trabajo del frente unido, y otros departamentos. Se ha convertido en un órgano tan poderoso que podría suponer una amenaza para los líderes del Partido.
La fuente de Beijing dijo que la detención e interrogación de tantos funcionarios corruptos del CAPL se trataba de un trabajo preliminar para el futuro arresto de las “figuras clave”. La mayor de estas, el ex jefe del CAPL, Zhou Yongkang.
Zhou se retiró como jefe del CAPL y miembro del Comité Permanente del Politburó durante el 18º Congreso del Partido que se realizó en noviembre. Había estado al mando del CAPL desde 2007.
Zhou estaba en conflicto con Hu Jintao y el ex primer ministro Wen Jiabao, y era el mentor del expulsado Bo Xilai, que ahora está esperando su juicio. La Gran Época ha informado anteriormente que Zhou estaba preparando a Bo para que lo reemplazara en el Comité Permanente. Además, Zhou y Bo habían planeado un golpe de Estado para expulsar a Xi Jinping luego de que asumiera el poder.
La semana pasada, el abogado de derechos humanos de Beijing Pu Zhiqiang denunció públicamente a Zhou Yongkang en su cuenta de Weibo, y lo llamó “veneno” de la sociedad y “traidor del pueblo” que “ha traído grandes desastres al país”.
Pu dijo a Voz de América (VOA) que el método de Zhou para “mantener la estabilidad” es la causa principal de la inestabilidad social de China. “No se resolvió ninguno de los conflictos sociales de China”, los cuales incluyen incidentes como la Masacre de Tiananmen del 4 de junio de 1989, la persecución a Falun Gong, las demoliciones forzadas y la destrucción del medio ambiente, dijo Pu.
El comentarista Jin Zhentao comentó a La Gran Época que el hecho de que Pu no haya sufrido una represalia violenta indica que Zhou Yongkang no cuenta con el apoyo del nuevo líder Xi Jinping. Jin agregó que probablemente Zhou sea “el próximo en ser cazado” luego de que Bo Xilai sea llevado a juicio.
La fuente de Beijing dijo a New Epoch Weekly que el CAPL es un obstáculo para el régimen de Xi. Y quitar ese obstáculo no es fácil. Detrás de los funcionarios del CAPL están los funcionarios de distintas localidades con lazos financieros con el aparato de seguridad y algunos ministerios, además de con algunos de los hombres más poderosos del Partido, dijo la fuente.
Los cientos de arrestos y los subsiguientes interrogatorios pueden tener la intención de que Xi obtenga la información que necesita para justificar la cacería de uno de los tigres grandes del Partido.
N. del E.: Cuando el ex jefe de policía de Chongqing, Wang Lijun, huyó por su vida al Consulado de EE. UU. en Chengdu el pasado 6 de febrero, activó una tormenta política que todavía no ha terminado. La batalla detrás de escena gira en torno a la postura que asuman los funcionarios protagonistas de esta historia ante la persecución a Falun Gong. La facción de las “manos manchadas de sangre” –los funcionarios que el ex líder del PCCh Jiang Zemin promovió para poder llevar a cabo la persecución– intenta evadir la responsabilidad por sus crímenes y continuar esta campaña. Otros funcionarios se están rehusando a seguir participando en la persecución. Los eventos ofrecen una clara elección para los funcionarios y ciudadanos de China, al igual que para la gente del mundo: apoyar u oponerse a la persecución a Falun Gong. La historia dejará registrada la elección que cada persona realice.
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