Parte 1
Conforme las cosas se ponen progresivamente más "calientes" en nuestra Gran Esfera Azul, hemos recibido gran cantidad de correspondencia de individuos que nos preguntan "¿qué se puede hacer al respecto?". Este mismo asunto ha surgido en varias ocasiones en las discusiones del grupo de Internet, y muchos de los viejos temores e inquietudes han aflorado, a la par de sendos cuestionamientos sobre la necesidad de "realizar cambios radicales" o la conveniencia de trasladar domicilio de un lugar a otro, buscando garantizar la preservación del ser, o de enrolarse bajo el auspicio de tal o cual promotor de "métodos de ascensión" o métodos de transformación del planeta, con vistas a hacer que "nos podamos llevar bien unos con otros" y podamos acurrucarnos bajo el ala reconfortante de la convivencia fraternal.
El lector que ha revisado el material publicado en este sitio, con toda seguridad ya ha llegado a la conclusión de que "las cosas no son nunca lo que parecen ser", incluyendo las muchas religiones y "métodos de ascensión" promovidos a lo largo de las edades.
No obstante, lo que ha de echar de menos es esa SENDA clara y definida que pueda guiar al buscador hacia las claves de la "salvación", cualquiera que sea el significado que le de al término "salvación". Yo he trabajado asiduamente con la intención de presentar la Senda, tanto en la serie de La Onda como en la de Aventuras con los Casiopeos, compartiendo las experiencias y certezas vislumbradas a través del estudio y la investigación, pero algunos lectores parecen desmoralizarse con el estudio de un material que desnuda las mentiras y engaños de que somos víctimas en nuestra realidad y sencillamente preferirían leer algo más "edificante". No parecen caer en la cuenta de que no se puede ser "edificante" mientras uno se encuentra atascado en arenas movedizas. Lo que parece estar claro es que vivimos en un mundo de mentiras - gobernado por mentiras e imposturas - y que los seres humanos reinciden en la mentira porque les resulta casi imposible actuar de otro modo... en ausencia de una Senda.
Como resultado de nuestra propia investigación y búsqueda de respuestas, el repetido ensayo y prueba de fuentes y materiales, poco a poco hemos llegado a tener una idea clara de las cosas que NO debemos hacer. No obstante, no han sido demasiado numerosas las indicaciones claras sobre QUÉ hacer en concreto.
Los Casiopeos han indicado ciertos caminos a seguir, pero como siempre, la adquisición del conocimiento y el aprendizaje de las maneras de utilizarlo depende de nosotros mismos, y con buena razón esto es así, como ya se habrá percatado todo el que haya leído el ensayo de Don C. titulado Adquisición del Conocimiento ("Attainment of Knowledge") publicado en este sitio.
En meses recientes, sin embargo, hemos estado explorando un cuerpo de enseñanzas que no solamente compaginan bien, sino que a tal punto expanden los tópicos abordados en las Transmisiones Casiopeas que no podemos pensar que pueda tratarse de un mero accidente. De hecho, la forma en que este trabajo concuerda y llena ciertos vacíos es tan sorprendente, que estamos casi seguros que los mismos Casiopeos están involucrados de alguna manera con estas enseñanzas, en formas que aún no alcanzamos a comprender.
El trabajo en cuestión es el del exiliado ruso Boris Mouravieff, presentado en su estudio y comentarios en tres partes titulado Gnosis. Existe muy poca información acerca del trasfondo de este material, al mismo tienpo que en otros círculos se difunde una buena cantidad de desinformación, por lo que consideramos conveniente abordar este asunto aun antes de presentar el material mismo.
Como pudimos comprobar, durante nuestra investigación descubrimos que Boris M. estaba siendo sometido a una severa campaña de denigración por parte de William Patrick Patterson a través de su libro Talking With the Left Hand, en el cual le acusa de "robar" sus ideas de Gurdjieff. Patterson es el autor de cuatro libros muy favorablemente recibidos y que versan sobre el tema del desarrollo espiritual, y ha sido por largo tiempo estudiante de John Pentland, el hombre que Gurdjieff mismo escogiera para dirigir el Trabajo en los Estados Unidos y editor del Gurdjieff Journal, la única publicación trimestral de carácter internacional dedicada a explorar las "antiguas enseñanzas de la Cuarta Vía compiladas y personificadas por G. I. Gurdjieff".
En caso de que el lector no esté familiarizado con Gurdjieff, me permito suministrar algunos antecedentes. Desde sus primeras conferencias en Moscú y San Petersburgo en 1912, George Ivanovich Gurdjieff atrajo la atención de muchos ocultistas y aristócratas occidentales. Sus enseñanzas, (comúnmente conocidas como el "Trabajo Gurdjieff" o la "Cuarta Vía") llegaron a ser ampliamente conocidas a través de los escritos y conferencias de su discípulo, el famoso matemático y periodista ruso Pyotr D. Ouspensky, y fueron posteriormente propagadas por Alfred Orage, John Bennett, Rodney Collins y el Dr. Maurice Nicoll.
Gurdjieff mismo admitió que utilizaba enseñanzas "robadas" de una amplia gama de grupos que él había conocido (incluyendo los Yezidis, la Iglesia Ortodoxa Rusa, y las sectas Sufíes Bektashi y Naqshbandi originarias de las regiones hindúes de Kush y Pamir) durante sus viajes a lo largo del mundo. El estudio concienzudo del trabajo de Gurdjieff muestra que obviamente estaba experimentando con sus propias ideas acerca de cómo utilizar fragmentos de estas diferentes enseñanzas para crear un sistema que le permitiera a los individuos superar ciertos "defectos cognoscitivos" internos con la finalidad de alcanzar mayor consciencia y poder despertar la "Consciencia Objetiva" del propio Ser Superior.
Parece ser que en determinado momento Gurdjieff se percató de que se había embarcado en una empresa imposible, puesto que la mayoría de sus estudiantes parecía "escuchar" solamente aquello que deseaban escuchar. Entonces cerró su escuela y se concentró en la labor de plasmar sus ideas en forma alegórica en su obra Cuentos de Belcebú a su Nieto (1950), donde además incorpora y desarrolla temas esotéricos adicionales amalgamados con sus propias ideas.
Muchos de los conceptos de Gurdjieff han influenciado de manera profunda nuestra presente cultura debido al hecho de que algunos de sus seguidores fueron ricos y famosos y tenían los medios para propagar estos conceptos dentro del círculo de las clases altas. Luego de su muerte en 1949, el legado de Gurdjieff fue diseminado a través de la acción de muchas personas, y gran parte de su obra ha sido esparcida como consecuencia de la fragmentación de los muchos grupos que derivaron en algo parecido a agrupaciones de carácter secular. Una de las razones que explican lo que ha sucedido con la obra de Gurdjieff - lo que parecía ser un sincero intento de ayudar a la humanidad a salir de su predicamento - es que en muchos casos la enseñanza original resultó oscurecida por la formación de lo que se podría llamar cultos a la personalidad e identificación con la figura misma de Gurdjieff, a expensas de sus ideas. Parece ser que cerca del fin de su vida, el mismo Gurdjieff vio esto venir.
Los grupos que surgieron como ramas a partir de las enseñanzas de Gurdjieff han utilizado toda clase de recursos para reprogramar a sus miembros, incluyendo aislamiento, influencia del pensamiento grupal, estructuras autoritarias de poder y otros métodos psicológicos diseñados para desenmascarar o anular el ego personal. Lo cierto es que en al caso de Gurdjieff ningún grupo puede pretender tener la totalidad del pastel puesto que él fue curiosamente selectivo en cuanto a lo que decía y a quién lo decía, e inclusive aquellos que estuvieron más cerca suyo malinterpretaron lo que él trataba de comunicar, como se puede comprobar por sus propias declaraciones al respecto cuando se acercaba el fin de su vida. Mouravieff nos dice:
Aquellas personas interesadas en asuntos esotéricos probablemente ya han leído el libro de P.D. Ouspensky publicado de manera póstuma y titulado "En Búsqueda de lo Milagroso: Fragmentos de una Enseñanza Desconocida". Las ideas expresadas en este libro le fueron presentadas a Ouspensky por George Gurdjieff. Gurdjieff hace mención acerca de la base de esta enseñanza: "para beneficio de aquellos que ya lo saben, diré que, si desean llamarle de alguna manera, esto es Cristianismo Esotérico."
El libro de Ouspensky - como correctamente lo indica su mismo título, contiene solamente fragmentos de una tradición, que hasta época muy reciente, solo había sido transmitida en forma oral. Y únicamente el estudio de la tradición completa le puede dar a uno acceso a la revelación. El sistema presentado a través de los fragmentos que forman el libro de Ouspensky y el trabajo de Gurdjieff, tiene su origen en las revelaciones dadas por la Gran Hermandad Esotérica a la que alude el apóstol San Pablo en su epístola a los romanos:
Porque se nos ha asegurado y tenemos por cierto que todas las cosas encajan juntas dentro de un plan para el bien de aquellos que aman a Dios y son llamados de acuerdo a un diseño y propósito específico. Porque todos aquellos que Él conoce de antemano, Él también los destinó desde un principio a ser modelados en la imagen de Su Hijo, para que este se convierta en el primogénito de una gran progenie. Y a esos que Él de esta forma predestinó, Él también los llamó; y esos a quienes Él llamó, Él también los declaró libres de culpa y honestos, y esos a quienes Él declaró libres de culpa, Él también los glorificó.
¿Qué más podremos decir? ¡Que si Dios está de nuestro lado, nadie puede estar en contra nuestra! (8; 28-31)
Boris Mouravieff pregunta: ¿Cuál debe ser la actitud de los estudiantes con relación al "fenómeno Gurdjieff" y a los "fragmentos" de Ouspensky?
El lector atento fácilmente podrá encontrar la respuesta a esta pregunta por sí mismo en el contenido de este artículo: debemos comenzar por separar el mensaje del mensajero, y debemos buscar el mensaje más allá del nivel de información. Esta es la manera de descubrir y eliminar los posibles errores.
En un mito de sobra conocido en el Oriente se nos cuenta que existe una raza de "Cisnes Reales". La fábula añade que si colocamos leche mezclada con agua en frente de uno de ellos, este separará la leche para tomarla, dejando de lado el agua. Esa debe ser la actitud de los estudiantes.
San Gregorio de Palamas dijo lo mismo cuando escribió es su primer tríada: "En cuanto a los que la gente llama 'teólogos' o 'maestros' y se consideran capaces de tomar prestada su terminología teológica, ¿hace falta siquiera referirse a ellos? ¿Es necesario que nos mantengamos alejados de la 'luz que ilumina a todos los hombres que vienen al mundo' y esperemos que las terribles sombras de la ignorancia nos iluminen bajo el pretexto de que, así como las serpientes tienen su utilidad, esto también es algo que nos puede resultar útil a nosotros? Porque la carne de las serpientes solo nos es útil cuando, luego de muertas, ha sido separada de ellas y utilizada según los dictados la razón como un remedio contra sus propias mordeduras. Aquellos que de esta manera disponen de ellas, usan una parte de ellas en contra de sí mismas, de igual manera que si hubieran matado con su propia espada a un nuevo Goliat alzado en armas para oponerse a nosotros, y que además maldijera al ejército del Dios viviente - alguien educado en las cosas divinas por pecadores e iletrados.
El hecho es que Gurdjieff hubo de enfrentar enormes dificultades a partir del momento en que concibió su experimento de despertar a la humanidad. Como se hizo notar más arriba, se trataba de una "Misión Imposible". No obstante, lo que él y sus seguidores sí consiguieron realizar fue abrir una senda a través de la espesa jungla de mentiras y desinformación. No resulta apropiado que sus seguidores insistan en que esta senda despejada es todo lo que tenemos. Antes bien, la lógica dicta que lo razonable es ampliar la senda para pasar a través de la puerta que se ha vislumbrado al final de la senda y descubrir lo que hay del otro lado.
"Por último", dijo Mouravieff, "dejemos que todos aquellos que se han beneficiado y aun se benefician a consecuencia del 'mensaje', sean sinceros en su agradecimiento hacia el mensajero y hacia aquel que lo interpretó. Si conocen la manera de hacerlo, que recen por la salvación de sus propias almas."
Sin embargo, la pluma de William Patrick Patterson ha decantado acusaciones bastante indecorosas y duras en contra de Mouravieff - de una manera que nos hace recordar nuestras propias experiencias con Vincent Bridges y Jay Wiedner - y cuyo análisis puede resultar muy provechoso. De hecho, un estudiante de Mouravieff ha realizado precisamente eso mismo en un artículo titulado Respuesta a la Crítica por William Patrick Patterson de la obra 'Hablando con la Mano Izquierda', traducido del francés al inglés por Theodore J. Nottingham, y del cual citamos el siguiente extracto:
Patterson no consigue presentar un solo hecho, un solo testigo, una sola clave, un solo elemento de prueba. Solamente declara su opinión, considerándola lo suficientemente autoritaria como para confundirla con la verdad.
Cuando Patterson escribe: "La opinión negativa de Mouravieff hacia Gurdjieff está basada en... la percepción... de que Gurdjieff le robó las enseñanzas", esta declaración sugiere que se está hablando de la percepción de Mouravieff, lo cual no es otra cosa más que una suposición bastante subjetiva que conduce hacia una seria acusación: robo.
Mouravieff de hecho reportó una admisión hecha por el mismo Gurdjieff. Presenta un testimonio y este es el testimonio de una admisión. El magro espacio que le dedica a este hecho puede ser comparado con la larga exposición que Patterson hace de sus propias opiniones. De un lado, una admisión; de otro, una serie de suposiciones. ¿Dónde centra Patterson toda su atención? (...)
La actitud de Patterson revela un clásico proceso psicológico. Podemos ver varios aspectos del mismo, y el primero es evocado por el mismo Patterson: el de "una proyección hacia al maestro". Parece que de hecho ciertos individuos no son capaces de acercarse al Conocimiento sin asociar este con algún nombre o rostro. "Personalizan" aquello que en esencia transciende toda personalización, y en ese punto la emoción pasa a tener prioridad por sobre la razón, es decir, por sobre la inteligencia. (...) Enfocan su atención en el mensajero en lugar del mensaje. Esta personalización puede adoptar la forma aguda de la veneración, para no hablar de idolatría. Entonces, todo cuestionamiento del ídolo, aun en nombre de la verdad, es juzgado como una posición iconoclasta. El culpable de blasfemia debe ser castigado - es decir, invalidado - de manera que la veneración del ídolo pueda continuar sin peligro.
El segundo aspecto: quien se identifica con el mensajero inevitablemente se sentirá herido por los "ataques" (según su propia percepción) dirigidos en contra del ídolo. Su personalidad, herida hasta el tuétano, reacciona. Acicateada por la Naturaleza, que rehuye todo sufrimiento, recurre a la "máquina auto-tranquilizadora".
Sabemos que entre los métodos utilizados por la máquina auto-tranquilizadora existen dos primordiales: el primero es un sentimentalismo dirigido hacia la propia persona, la auto-compasión; el segundo es la acusación del otro. Cada una de estas actitudes, o las dos juntas, ya que generalmente forman una especie de "dupla infernal", sirven como un calmante, como un bálsamo que se derrama sobre la herida. Y esto tiene lugar en completo detrimento de la verdad, la cual es remplazada por toda suerte de justificaciones y racionalizaciones que echan mano de la imaginación siempre que se estime necesario hacerlo. (...)
Esta actitud es en todo similar a una declarada mala intención, como cuando se sugiere que la Gnosis nos es más que una "verborrea de parte de Mouravieff toda falta de claridad y comprensión". El desatino de esta declaración ha sido observado por muchos lectores que "han comentado acerca de la claridad del texto" (Prefacio de Gnosis II).
Quisiera agregar aquí que por nuestra parte estamos absolutamente de acuerdo en que el trabajo de Mouravieff es extraordinario en cuanto a claridad y a su capacidad de desarrollar lo que inició Gurdjieff, explicando muchas de las cosas que Gurdjieff nunca llegó a explicar, o bien que si explicó, lo hizo confiando dichas explicaciones a personas que no supieron entenderle o buscaron mantenerlas en secreto para dispensarlas con cuentagotas a aquellos que consideraban dignos de las mismas (o tenían suficiente dinero para pagar por ellas). El estudiante de Mouravieff continua diciendo:
El autor escribe (de paso, sin prueba alguna): "Mouravieff, un exiliado aristócrata, estaba afectado por ese típico sentido de superioridad sobre otros emigrados rusos a los que consideraba como socialmente inferiores". "Aristócrata, intelectual o moralista, no hay duda de que Mouravieff tenía problemas con el comportamiento poco convencional de Gurdjieff". Parece que Patterson es incapaz de imaginar otro criterio para la evaluación de las personas que el de sus circunstancias sociales, como si una persona pudiera ser reducida a una caricatura.
Patterson critica a Mouravieff por expropiar la enseñanza de Gurdjieff de su abrigo en la ciencia sagrada y enmarcarla dentro de la perspectiva Cristiana Ortodoxa del Este..." Y agrega de manera perentoria: "Las dos enseñanzas simplemente no encajan una con la otra".
Quisiera señalar aquí que el trabajo de Mouravieff suministra un puente ineludible entre los trabajos de Gurdjieff, Ibn al-Arabi, Carlos Castañeda, el hipotético Cristianismo esotérico, y el hermetismo alquímico de los Casiopeos. Debe hacerse notar que los Casiopeos definitivamente han manifestado su apoyo al trabajo del hombre alrededor del cual se tejió la leyenda de Jesús, si bien dicen que la parte del relato de la Biblia que se supone es historia, más bien es un mito, y aquí encontramos un cuerpo de enseñanzas que le suministra un substrato a esta visión, así como información suplementaria que elucida muchas de las claves presentadas por los Casiopeos. En nuestra opinión, no solo es sumamente precipitado rechazar el trabajo de Mouravieff: es inclusive suicida. Los comentarios del estudiante de Mouravieff continúan de esta manera:
Y sin embargo...en el caso del Sistema de las Octavas simbolizado por las notas musicales (tonos y semitonos) así como por las notas que lo componen (Dominus, Sidereus, Orbis, etc...), ¿no está claro que el origen de estas notas se encuentra en el himno cristiano a Juan el Bautista? Mouravieff nos recuerda esto en detalle (Gnosis, capítulo 10). Responde, por lo tanto, en forma anticipada, a los asuntos abordados por Patterson, demostrando que el cristianismo, incluyendo su versión europea, contenía en cierto período de su existencia el Sistema de las Octavas.
Remontándose del cristianismo al judaísmo, Mouravieff señala la presencia del Sistema en el salmo 188 de David. Por último, no cabe duda de que la Philokalia contiene todos los preceptos del Trabajo y su carácter "cristiano" debe ser probado...
Además, el mismo Gurdjieff - como nos lo recuerda Mouravieff - hizo frecuente mención tanto de los monasterios como del esoterismo cristiano. Y, no solo Gurdjieff se abstiene de cuestionar al testigo de Mouravieff o de llamarle mentiroso, sino que más bien le declara a Mouravieff que el Sistema "era el ABC de la doctrina cristiana".
Mouravieff mismo nos dice que aprendió el sistema entre 1920 y 1921 en Constantinopla, y que lo hizo a través de Ouspensky y Gurdjieff. Esto no quiere decir que Mouravieff no siguiera otras enseñanzas, tales como las propias del cristianismo por ejemplo (véanse referencias en el manuscrito INICIACIÓN). En cuanto a esto último, no teniendo a mano ninguna información, solamente podemos formular preguntas: ¿Tuvo maestros cristianos Mouravieff? ¿Conocían ellos el Sistema? ¿O acaso estudió Mouravieff por su cuenta monumentos tales como la Philokalia, y descubrió también por su cuenta las claves de los Evangelios a partir del salmo 118?
No cabe duda de que habría sido una portentosa hazaña para cualquier persona dentro de un campo en el que todo el mundo sostiene la importancia de la tradición oral.
Al decir que Ouspensky "nunca había sido iniciado en la Tradición oral excepto por intervención de Gurdjieff", Mouravieff sugiere que él mismo tuvo acceso a esta Tradición oral en medio de maestros confirmados. Pero esto solamente puede ser visto como una deducción basada en el crédito que le damos a la honestidad de Mouravieff, más que en cualquier certeza "objetiva".
Cualquiera que sea el caso, emergemos de estas conjeturas con la observación, ahora sí enteramente objetiva, de que Gnosis contiene más información que los Fragmentos (de Ouspensky). Mouravieff estimó el volumen suplementario de material contenido dentro de Gnosis en aproximadamente un tercio más que el contenido en los Fragmentos de Ouspensky.
¿Como puede Patterson explicar que el copiador sabe más que el original, que el ladrón es más rico que aquel a quien le roba?
Está claro que uno debe analizar la naturaleza del material adicional contenido en Gnosis. ¿Se trata de enseñanzas tradicionales o de ideas propias de Mouravieff? También cabe la posibilidad de que Ouspensky, o sus herederos, hayan decidido no revelarlo todo en los Fragmentos. Pero Patterson no hace ninguna mención al hecho objetivo de que Gnosis completa las revelaciones de Ouspensky. El mensaje fragmentario de Ouspensky se convierte, merced a Mouravieff, en un mensaje ampliado "dentro de los estrictos límites que resultan necesarios y suficientes para permitirle al estudiante sumergirse más profundamente a través de sus propios esfuerzos creativos".
Gurdjieff nunca anunció de manera clara su objetivo: "Ciertamente tengo un objetivo... pero ustedes no podrán encontrarle mucho significado a ese objetivo en este momento". Lo que no revela Gurdjieff, Patterson está seguro de saberlo y de poder confiarlo a todos nosotros como si por obra de un milagro: "La misión de Gurdjieff era establecer en el Occidente la antigua enseñanza de la Cuarta Vía tan rápidamente como le fuera posible."
Por otro lado, lo que Patterson no nos confía es por mandato de quién fue definida esta misión y de qué manera estaba Gurdjieff predispuesto a realizarla. Mouravieff, por el contrario, sí presenta ciertas desafortunadas predisposiciones (acerca de Gurdjieff) que no resultan favorables para la realización de la supuesta misión de Gurdjieff:
1. Gurdjieff es más un tipo "hechicero" (hipnotista) que un maestro en el sentido de la tradición socrática. Considerando su tipología, su actividad relacionada con la enseñanza se encontraba en riesgo grande de ser contaminada e infestada por la influencia hipnótica que él "automáticamente" ejercía sobre las personas.
2. De acuerdo a Mouravieff, Gurdjieff no poseía el talento intelectual requerido para estructurar y darle forma coherente a las enseñanzas. Se veía forzado a confiar en los oficios de un intermediario: Ouspensky. Mouravieff también tenía dudas acerca de la expresión oral (de Gurdjieff) quien en algunas ocasiones podía ser brutal e insultante.
¿Porqué se reservó Gurdjieff la identidad de sus fuentes? ¿Porqué permanece silencioso en este respecto, excepto en raras circunstancias excepcionales, como por ejemplo cuando reconoce su encuentro con Mouravieff en el Café de la Paix? "Encuentro que el Sistema está en la base misma de la doctrina cristiana. ¿Qué tiene que decir con respecto a eso? (le pregunta Mouravieff a Gurdjieff) "Es el ABC", me respondió Gurdjieff. "¡Pero ellos no alcanzan a entender esto!"
El silencio de Gurdjieff con respecto a sus fuentes da cabida a cierta sospecha: él calla por una razón, porque persigue un objetivo estrictamente personal. Esto apuntaría a una motivación completamente opuesta a la realización de una misión. ¿Porqué tendría que ocultar su fuente cualquiera que persiga realizar una misión?
(Respuesta a la Crítica por William Patrick Patterson de la obra 'Hablando con la Mano Izquierda', por un estudiante de Mouravieff; traducido del francés por Theodore Nottingham).
En su libro La Lucha de los Magos, Patterson incluye algunas citas en las páginas iniciales que dicen:
El Mago representa el estado más cercano a Dios a que puede el hombre aspirar. G. I. Gurdjieff.
Brindis a Gurdjieff: que Dios le de la fuerza y la tozudez necesarias para soportar su encumbrada soledad. Rachmilevitch.
Gurdjieff es una especie de Dios viviente - una deidad planetaria o inclusive solar. A. R. Orage.
En respuesta a estas ideas, obviamente entrañables en el corazón de muchos seguidores de Gurdjieff, incluyendo Patterson, permítaseme solamente señalar que Gurdjieff nunca alcanzó la transmutación. Murió como cualquier otro ser humano.
Considerando el hecho de que muchos otros "buscadores" tienen la reputación de haber efectuado la transición sin haber pasado por la muerte física (Flammel y Fulcanelli entre otros) podríamos pensar que las únicas partes del trabajo de Gurdjieff que deberían interesarnos son las que dilucidan el trabajo de los Maestros confirmados. Y, francamente, Mouravieff también ha suministrado muchas claves que de hecho hacen una contribución significativa al cuerpo del conocimiento alquímico-hermético.
Así pues, al leer estas fuentes diversas y hacer un estudio comparativo, en verdad tenemos la oportunidad de descubrir las gemas que se asoman por entre las hendiduras del pavimento. Magro favor se ha hecho Patterson a sí mismo y a otros buscadores con sus ataques hacia Mouravieff.
Una de las cosas que me impresionaron en el curso de la investigación acerca de Mouravieff fue los siguientes comentarios aparecidos en las páginas del grupo Praxis que promueve sus obras:
El curso se enfoca en el estudio de la Gnosis Cristiana de Boris Mouravieff, exiliado durante la Revolución Rusa, quien era un muy poco conocido "tercer hombre" antes y después de la Segunda Guerra Mundial, que enseñó y practicó la Cuarta Vía en su forma cristiana original.Esto hizo que literalmente se me pusieran los cabellos de punta, no solamente por todo el material dentro del trabajo de Mouravieff que evidentemente resonaba con las palabras de los Casiopeos, sino también a causa de un comentario que estos hicieran una vez:
19-07-97
R: Laura, querida, si realmente desea revelar "muchas cosas hermosas y sorprendentes", todo lo que tiene que hacer es recordar la tríada, la trilogía, la trinidad, y buscar siempre el perfil de la clave conectiva triple. Conecte los grupos de tres... ¡no descanse antes de haber encontrado los tres hermosos y balanceados significados!
P: Así que, ¿existen tres aspectos en todas las cosas?
R: ¿Y porqué es así? Porque el tres se identifica con el plano que actualmente ocupan. Para poder poseer las claves del siguiente nivel deben dominar el Tema del Tercer Hombre, y luego avanzar con gracia y anticipación.
Y puedo asegurar al lector que Mouravieff presenta las claves para avanzar hacia el siguiente nivel.
Y esto nos trae de vuelta al asunto de qué es lo que se supone que HAGAMOS en este momento histórico en el que el estado de las cosas es cada vez más alarmante. Cuando me vi a mí misma en el mismo predicamento, preguntándome qué debía hacer y adónde debía hacerlo, resulté bastante sorprendida con la respuesta de los Cs de que todo deseo de salir corriendo en busca de un lugar "más seguro" no era otra cosa más que el resultado de la "mentalidad de la 3ra. densidad", y que la única cosa que podía importar era:
"Quién es uno y QUÉ TANTO ALCANZA A VER."
Esto resultó mejor aclarado cuando se formuló la pregunta acerca de cuáles lecciones de la 3ra. densidad debíamos aprender para poder "graduarnos" a la 4ta.:
P: (L) ¿Pero como diablos se supone que yo pueda llegar allí (la 4ta. densidad) si no entiendo bien el proceso?
R: ¿Y quién ha dicho que es obligación "entender el proceso" antes de llegar allí?
P: (L) Bueno, entonces eso nos lleva de vuelta al asunto de qué es concretamente lo que hace la Onda para expandir nuestra consciencia? Puesto que, si la Onda es lo que nos va a "llevar hasta allí", ¿qué es lo que hace que las cosas sean así?
R: No. El asunto es más bien: Luego de que hayan completado todas sus lecciones en el 3r. grado, ¿hacia adónde continúan?
P: (L) Entonces es una cuestión de...
R: Por favor, conteste la pregunta.
P: (L) Hacia el 4to. grado
R: Bien. Ahora, ¿acaso tienen que estar ya en 4to. grado para ganar el derecho de subir a este? Responda.
P: (L) No. Pero uno debe dominar todas las cosas de la 3ra. densidad...
R: Si, más concretamente, debe haber aprendido todas las lecciones.
P: (L) ¿A qué tipo de lecciones nos referimos?
R: De tipo kármico y de entendimiento básico.
P: (L) ¿Cuáles son los elementos claves detrás de tal entendimiento, y son estos universales?
R: Son universales.
P: (L) ¿Cuáles son?
R: Tal cosa no podemos responder.
P: (L) ¿Acaso tienen que ver con descubrir el SIGNIFICADO de la simbología de la existencia en la 3ra. densidad, mirar detrás del velo... y reaccionar ante las cosas de acuerdo a nuestras propias elecciones? ¿Conceder a cada cosa o persona su debido valor? (según la enseñanza Sufí)
R: Está bien, pero el asunto no se puede forzar. Se aprende lo que se aprende.
Curiosamente, este mismo asunto de lo que un individuo es capaz de VER fue traído al tapete de discusión dentro de un contexto diferente, con referencia a la capacidad de discernir el carácter de las fuerzas negativas que operan en nuestra realidad:
P: (L) Bien. Bundy describe sus impulsos asesinos como una "creciente presión interna" que él no podía reprimir y que parecía provocarle el dejar de ser "humano" en los términos en que entendemos esto. Eso me parece describir un ejemplo de implante capaz de inhabilitar los parámetros del comportamiento social de la persona, o los controles sobre las tendencias antisociales. ¿Es esto mismo lo que le pasó a la persona que mató a JO?
R: Podría ser.
P: (L) ¿Existe alguna conexión entre CB, la chica desaparecida, y JO?
R: Lo está haciendo muy bien con su sondeo del conocimiento que hay dentro de este asunto, así que sugerimos continuar así. Después de todo, ¡aprender es divertido!
P: (L) Entonces parece ser que existe una conexión entre la apariencia externa de CB y JO. ¿Podría ser que el individuo que mató a una o las dos de ellas estaba programado para responder a este tipo particular de características faciales? ¿Podría eso ser parte de u programa?
R: Fin del asunto.
P: (L) ¿Qué quieren decir?
R: Ya les hemos ayudado lo suficiente en este asunto. Es beneficioso que continúen por su propia cuenta para que el proceso se traduzca en crecimiento interior.
P: (L) ¿Podría hacer solo un par de pequeñas preguntas adicionales en otra dirección? Es que siento como si hubieran dado media vuelta y me hubieran dejado en total oscuridad.
R: ¡Ese no es el caso!
P: (L) Quisiera poder resolver este asunto puesto que las familias involucradas sufren ya lo suficiente y han solicitado ayuda.
R: ¿Porqué no confía en sus propias habilidades? Si le damos la respuesta ahora, ello la incapacitaría para desempañar esta función cuando se vea obligada a hacerlo en forma consuetudinaria, ¡como llegará a ser el caso!
P: (L) Bueno, francamente no quiero estar involucrada en ninguna otra investigación de asesinato. Me afecta demasiado. ¿Se supone que deba hacer esto en forma consuetudinaria?
R: No en la misma arena.
P: (L) Entonces ¿qué significa "desempeñar esta función"?
R: Ver lo oculto.
Quisiera pedirle al lector que note que los Cs indicaron que la función de poder "ver lo oculto" se convertiría en una necesidad, y el no ser capaz de desempeñarla me dejaría (a mi y cualquier otro que camine por la senda) "incapacitada". Esto nos lleva de vuelta al asunto de "quién es uno y QUÉ TANTO ALCANZA A VER", así como a otro punto importante:
Cs: Tengan sumo cuidado con la desinformación. Desvía su atención lejos de la realidad y los deja abiertos a la captura, conquista, e inclusive destrucción. La desinformación puede provenir de fuentes en apariencia confiables. Para ustedes es en extremo importante evitar la recolección de falso conocimiento puesto que, a la postre, esto resulta más dañino que la ausencia de conocimiento. Recuerden, el conocimiento protege, la ignorancia los pone en peligro. La información de la que hablan, Terry, les fue dada en forma deliberada puesto que usted y Jan, así como otros más, han sido seleccionados como blancos en vista de su profundo interés en los asuntos que tienen que ver con las densidades 4 a 7. Ya han sido etiquetados como una "amenaza" (...) Recuerden , la desinformación es sumamente efectiva cuando es suministrada por fuentes altamente entrenadas, ya que estas utilizan técnicas hipnóticas y transdimensionales que inclusive pueden, inmediatamente después de haber sido implantada una sugestión, causar anomalías electrónicas para que el sujeto las perciba como una confirmación de esta sugestión.
Pero sigamos con lo concerniente a Aprender a Ver lo Oculto con la ayuda del trabajo de Mouravieff. En las siguientes secciones estaré citando con prodigalidad porciones de los libros de Mouravieff, incluyendo las introducciones, pero generalmente con la inserción de cierta "terminología moderna" en algunos puntos donde esto pueda ayudar a hacer los extractos más comprensibles para aquellas personas que no han profundizado demasiado en este tipo de estudios. Es mi deseo que la presente condensación inspire a los lectores no solamente a leer los trabajos de Gurdjieff, Ousapensky y Mouravieff, sino que además suministre un marco más amplio para el entendimiento de los muchos artículos y archivos correspondientes a transcripciones de las Transmisiones Casiopeas que aparecen publicados en este sitio.
La trilogía de Boris Mourfavieff titulada Gnosis es un intento por recuperar y describir, en términos comprensibles para el hombre moderno, los detalles de una Tradición transmitida por varios siglos a lo largo de una línea a veces interrumpida, pero que sin embargo todavía existe hoy día en la Iglesia Ortodoxa del Este. Esta tradición se podría decir que es el equivalente cristiano del Yoga, el budismo Zen, y otras tradiciones interiores de las religiones y disciplinas orientales, las cuales han existido en forma de especializaciones dentro de la religión de la cual forman parte.
No se trata de un sistema o formulación de ningún hombre en particular, pero sus raíces se remontan muy atrás en la historia del cristianismo, posiblemente hasta ciertas declaraciones proferidas por San Pablo o inclusive por el mismo Cristo. Su desarrollo puede ser trazado, en primera instancia, a través de las figuras seminales de las iglesia embrionaria, y está claramente relacionado con las doctrinas expresadas en textos claves de la espiritualidad oriental tales como la Philokalia.
De manera clara describe la tradición oral conocida como la Senda Real que sobrevive hasta nuestros días dentro de los principales centros monásticos de la Iglesia del Este. Pero no afirma ser obra de la teología Ortodoxa así como tampoco una reinterpretación de la doctrina Ortodoxa.
Mouravieff admite que la supervivencia de esta tradición dentro de la iglesia es apenas tenuemente discernible, que la tradición no parece haber sobrevivido en forma completa y que nunca ha sido recopilada en su totalidad. Los monjes del Monte Athos admiten la existencia de semejante Tradición pero afirman que nunca ha sido completamente plasmada en forma escrita. La importancia del trabajo de Mouravieff reside precisamente en el esfuerzo hecho para recopilar una información dispersa con vistas a hacerla accesible en una forma práctica.
¿Cuáles son las fuentes del conocimiento de Mouravieff? Está claro que sus textos están imbuidos de un conocimiento del más alto orden.
Hay varias maneras por medio de las cuales se puede verificar la exactitud del texto, y Mouravieff sale incólume luego de la aplicación de todos los métodos de ensayo. Primero que todo, hay una concordancia estrecha con la tradición Ortodoxa, según lo han verificado quienes aún poseen las claves de la llamada Senda Real. Evoca una confirmación de la inspiración descrita en la sétima carta de Platón. Predice, según lo que en primera instancia parece ser una mera teoría, el patrón de los eventos reales de la vida dedicada al estudio de la Gnosis. Resiste la prueba de la aplicación práctica, y al hacerlo, permanece internamente consistente. Cuando introduce ideas provenientes de otras tradiciones, tales como el concepto de karma, lo hace de tal manera que, entendidas en forma correcta, estas siguen siendo consistentes con la formulación de la doctrina hasta un punto de precisión similar al de las ciencias externas.
Aquellos que son capaces de discriminar entre los diferentes niveles de conocimiento podrán encontrar en Mouravieff un tesoro casi inagotable de conocimiento que puede llevar hacia una auténtica transformación espiritual. Pero primero es necesario trabajar para poder alcanzar este nivel de capacidad discriminatoria. En ausencia de esta, no solamente resultará el estudiante incapaz de distinguir entre la gnosis y sus imitaciones, sino que además el trabajo mismo de Mouravief no llegará a revelarle su gnosis.
La idea del esoterismo es frecuentemente malinterpretada. La clave puede ser descubierta en el Evangelio de San Juan: "Yo soy la vid y ustedes son las ramas: aquel que more en mi, y yo en él, será como una rama pródiga en frutos, porque fuera de mi no podrá realizar cosa alguna".
La palabra "fuera", del griego "choris", y en algunas otras partes traducida como "sin", definitivamente significa "afuera". Esto quiere decir que en aquellos tiempos existía por un lado un conocimiento interior basado en la afirmación de un conocimiento tradicional, la gnosis, que posteriormente era confirmado en forma experimental a través de las técnicas de observación interior, y por otro lado, el tipo de conocimiento puramente externo susceptible de ser alcanzado mediante el ejercicio de los sentidos ordinarios.
Constantino Cavarnos confirmó que efectivamente existen el cristianismo exotérico y el esotérico:
"Esta clase de filosofía, la filosofía externa, comprende para ellos la antigua filosofía griega así como las filosofías paganas de los primeros siglos del cristianismo. La segunda clase, la "filosofía interna", es idéntica a la (verdadera) religión cristiana." (La Tradición Filosófica Cristiana Helénica, Instituto de Estudios Bizantinos y del Griego Moderno, Belmont, MA, 1989 / p. 109. Citado en la introducción a Gnosis II de Mouravieff)
A lo largo de los años el esoterismo ha conformado una Tradición, ciencia o disciplina de conocimiento, que podría haber existido ya antes de la época de Cristo, pero que desde entonces ha sido completamente asimilada al significado interior del cristianismo. Boris Mouravieff dice que "esta Tradición (...) en la antigüedad solo era revelada a través de los Misterios bajo un estricto sello de secreto".
Bajo la influencia de los auto-proclamados iniciados de la Tradición, tales como Guenon y Schwaller, Mouravieff desafortunadamente ha adoptado la idea de que esta Tradición pasó de Egipto a Judea para incorporarse posteriormente al cristianismo. No obstante, lo que está claro es que lo que realmente se encuentra detrás del cristianismo es la verdadera tradición de los Misterios Eleusinos y que fue la Tradición Egipcia la que se convirtió en la falsa enseñanza que corrompió y distorsionó el trabajo del hombre que hemos llegado a conocer con el nombre de Jesús. No es sino hasta épocas más recientes, con el valor agregado de la investigación adicional, incluyendo el trabajo de Picknett y Prince acerca de la Conspiración de la Puerta Cósmica, que hemos podido separar ambas líneas para llegar al entendimiento correcto de las cosas. Así pues, no se puede criticar a Mouravieff por esta percepción.
En el exhaustivo compendio de Manly P. Hall, Las Enseñanzas Secretas de Todos los Tiempos, encontramos una mención al hecho de que San Ireneo se quejaba de los esfuerzos por comparar al cristianismo con la religión de los egipcios, que incluía la muerte y resurrección de Osiris/Horus. Ireneo tenía algunas otras cosas interesantes que decir acerca de esto, como señala Hall:
"De acuerdo a la concepción popular, Jesús fue crucificado en el trigésimo tercer año de su vida y en el tercer año de su ministerio luego de su bautismo. Alrededor del año 180 D.C. San Ireneo, Obispo de Lyon y uno de los más eminentes teólogos anti-Niceos, escribió En Contra de las Herejías, un ataque a la doctrina de los Gnósticos. En este trabajo Ireneo declaró, con base en la autoridad de los mismos apóstoles, que Jesús vivió hasta muy entrado en años. Citamos:
"Ellos, sin embargo, con vistas a hacer prevalecer su propia opinión falsa acerca de lo que está escrito, sostienen que Él predicó por espacio de un año solamente, para luego sufrir en el doceavo mes. (Afirmando esto), olvidan su propia desventaja, destruyen toda Su obra, y le roban de esa edad que es a la vez más necesaria y más honorable que cualquier otra, esa edad más avanzada, quiero decir, en la que también como maestro superó a todos los demás. Porque, ¿cómo podría haber llegado a tener discípulos, si no hubiera enseñado? ¿Y cómo podría haber enseñado si no hubiera alcanzado la edad del Maestro?"
"Porque cuando fue bautizado aún no había cumplido su trigésimo año, pero se acercaba a tener esa edad; y, según estos hombres, Él solamente alcanzó a predicar por espacio de una año a partir de su bautismo. Al cabo de su trigésimo año acaeció su sufrimiento, mientras era joven aun y no tenía manera de haber llegado a una edad madura.
Ahora, está claro que la primera etapa temprana de la vida incluye los primeros treinta años y se extiende hasta los cuarenta, es cosa que cualquiera puede admitir, y a partir de los cuarenta y cincuenta el hombre comienza a declinar hacia la edad de la vejez, que nuestro Señor poseía mientras aun desempeñaba el oficio de Maestro, como el Evangelio y los ancianos pueden testificar; aquellos que en Asia conocieron a Juan, el discípulo del Señor, afirman que el mismo Juan les confió dicha información. Y el Señor permaneció entre ellos hasta la época de Trajano.
Algunos de ellos, más aun, no solamente vieron a Juan sino también a los otros apóstoles, y escucharon el mismo relato de boca de ellos, y son testigos de la validez de tal afirmación. ¿A quienes deberíamos creer entonces? ¿A hombres como estos, o a Tolomeo, quien nunca vio a los apóstoles, y quien nunca ni en sueños siquiera llegó a adquirir la más mínima traza de apóstol?"
Bueno, este "Evangelio" al que Ireneo se refiere donde se testifica que Jesús no sufrió ni murió, ¡obviamente ha desaparecido! Podría ser uno de los de la biblioteca de Nag Hammadi. No obstante, al comentar el pasaje anteriormente citado, el teólogo Godfrey Higgins señala que, por fortuna, es uno de los pocos que escapó a las manos de los destructores que intentaron hacer toda las narrativas consistentes eliminando tales declaraciones. También hace notar que la doctrina de la crucifixión fue vexata questio entre los cristianos inclusive a alturas del segundo siglo.
"La evidencia de Ireneo", dice, "no puede ser tocada. En lo que toca a cada uno de los principios de una crítica juiciosa, así como a la doctrina de las probabilidades, resulta incuestionable" (Anacalypsis, Godfrey Higgins, Londres, 1836, citado por Manly P. Hall)
La moda por lo "egipcio" ha estado dentro del foco de nuestra atención desde hace mucho tiempo. Schwaller de Lubicz, el vector de muchas de estas ideas, se estableció en Egipto en 1938 y durante los siguientes 15 años estudió el simbolismo de los templos, particularmente el de Luxor, encontrando lo que él creyó eran pruebas de que los antiguos egipcios representaban el máximo ejemplo de Sinarquía, por cuanto eran gobernados por una elite de iniciados. Él omitió señalar que la civilización egipcia era limitada y estática. Aún más, que colapsó sobre sí misma, y nunca alcanzó a producir ninguna obra significativa de beneficio para la humanidad, como demostrara de manera conclusiva Otto Neugebauer en su obra Las Ciencias Exactas en la Antigüedad.
El pensador de mente abierta debería considerar los supuestos misterios egipcios en términos de que en verdad había tal ignorancia que se invirtió una enorme cantidad de energía en el "culto de los muertos". El centro de la atención de los egipcios es la preservación de la carne muerta para una futura reanimación aquí o en otro mundo. El hecho de que haya tantos cuerpos preservados para que los egiptólogos los desentierren, es clara evidencia de que estas creencias egipcias no tenían sentido alguno.
La causa fundamental detrás de toda la emoción que provoca la civilización egipcia es la creencia de que tenían el poder de controlar las fuerzas de la vida, en vista de que construyeron las pirámides echando mano de técnicas que no hemos podido descifrar. ¿Y no se le ha ocurrido a nadie pensar que la existencia de las pirámides en conjunto con la adoración de una elite de seres humanos, mientras el grueso de la población usaba poco más que taparrabos y se afanaba sin descanso bajo un sol ardiente, podría sugerir una relación entre las dos circunstancias? El hecho es que la civilización egipcia parece haber sido el epítome del enorme abismo que puede llegar a separar a los que tienen de los que no tienen, circunstancia que lograron mantener por mucho más tiempo que cualquier otra civilización.
Al examinar el trabajo de Schwaller nos encontramos uno de los mejores ejemplos de la forma sutil en que las sociedades ocultas de orientación negativa suelen atacar a aquellos que aparecen como portadores de una luz, mediante la incautación y la asociación. La táctica consiste en aliar sutilmente su mensaje con aquel que proviene de una fuente auténticamente positiva con la finalidad de generar confusión en mentes no lo suficientemente entrenadas, que se verán inclinadas, sobre la base de evidencia superficial, a aceptar como esencialmente similares mensajes que en realidad resultan ser contrarios, por lo menos en cuanto a su intención.
Los ocultistas negativos que están promoviendo el nuevo Sistema de Control toman todos los componentes del material que representa un auténtico conocimiento de la verdad, y a partir de ahí proceden por el método de la imitación. Literalmente copian la expresión de las enseñanzas positivas lo más estrechamente posible cuanto más sea su deseo de que se les confunda con los proveedores de la verdad, para luego subvertir el mensaje original.
Su estrategia usual consiste en comenzar por apegarse tan estrechamente a la verdad como para resultar virtualmente indistinguible a los ojos de todos excepto de aquellos con una perceptibilidad altamente desarrollada. Consiguen implantar sus ideas gracias a la sugestibilidad de los individuos y la propensión de estos a caer en estados de receptividad no crítica hacia propuestas que son sutilmente instaladas mediante repeticiones rítmicas e hipnóticas, hasta llegar a un estado en el que hay aceptación de todo lo que se propone, independientemente de si hay una desviación ligera o marcada con relación al mensaje original. La voz del engaño es, por supuesto, más obsequiosamente imitadora del modelo positivo cuando está dirigida a oídos honestamente resueltos a buscar la verdad; aquellos que de por sí son perezosos no requieren de una retórica tan esmerada puesto que ya están predispuestos a ser engañados.
Así es que Mouravieff, bajo la influencia de los sinarquistas de la época, introdujo algunas de las ideas de estos dentro de su propia síntesis de la auténtica Tradición, incluyendo la idea de que la Tradición fue pasada de Egipto a Judea por intermedio de Moisés.
Lo que parece ser cierto es que la Tradición más bien provino del norte, de la legendaria tierra de los Hiporbóreos, a través de Orfeo y Pitágoras.
La información acerca de los viajes y los estudios de Pitágoras varían, pero la mayoría de los historiadores coincide en que visitó muchos países y estudió bajo la tutela de diversos maestros. Se supone que luego de ser iniciado en los Misterios Eleusinos viajó a Egipto, donde fue iniciado en los Misterios de Isis. En Fenicia y Siria recibió su iniciación en los llamados Misterios de Adonis, y luego de eso viajó al valle del Éufrates para aprender todos los secretos de los Caldeos que aun vivían en el área de Babilonia. Por último llegó a Medea y Persia, y luego de allí a la India, donde fue alumno e iniciado de los Brahmanes. Realmente tenía todas las bases cubiertas.
Se dice de Pitágoras que inventó el termino "filósofo" en sustitución de la palabra "sabio" puesto que la primera denota a la persona que se afana buscando la verdad, mientras que la segunda se refiere al que ya es poseedor de la misma. Aparentemente Pitágoras pensaba que él no poseía todas las claves.
Pitágoras fundó una escuela en Crotona, al sur de Italia, donde reunió estudiantes y discípulos a los cuales supuestamente instruyó en los principios de los secretos que le habían sido revelados. Consideraba a las matemáticas, la música y la astronomía, como el fundamento de todas las artes y las ciencias. Cuando tenía aproximadamente sesenta años de edad casó con una de sus discípulos y tuvo siete hijos. ¡Supongo que era bastante brioso para un ciudadano de la tercera edad!
Aparentemente su esposa era toda una personalidad por derecho propio y continuó su trabajo después de que él fuera asesinado por una pandilla de rufianes incitados a la violencia por un estudiante al que se rehusó a iniciar. Los relatos de la muerte de Pitágoras varían. Algunos dicen que tanto él como todos sus discípulos fueron asesinados, mientras que otros dicen que él pudo escapar gracias a que sus estudiantes lo protegieron sacrificando sus propias vidas, pero que más tarde murió de pena al caer en la cuenta de que sus esfuerzos por iluminar a la humanidad eran prácticamente inútiles.
Los expertos dicen que muy poco de las enseñanzas de Pitágoras ha logrado sobrevivir hasta la época presente, salvo lo que podría haber sido transmitido en forma clandestina de una sociedad secreta a otra. Y naturalmente, cada sociedad secreta del planeta alega ser la depositaria de este "conocimiento iniciático" en una medida u otra. Es posible que aun existan algunas de las secretas fórmulas numéricas originales de Pitágoras, pero la triste realidad es que no existe evidencia real de estas en ninguno de los escritos que han sido divulgados por estos grupos durante el último milenio. A pesar de que todo el mundo discute las enseñanzas de Pitágoras, nadie parece conocer mucho más que los especuladores griegos post-pitagóricos que solían "hablar mucho, escribir poco, saber aun menos, y escondían su ignorancia bajo una serie de misteriosas insinuaciones y promesas".
¡Parece haber no pocos de estos en el mundo actual! Ni siquiera Plutarco pretendía ser capaz de explicar el significado de los diagramas geométricos de Pitágoras, sin embargo hizo la interesante sugerencia de que la relación que estableció Pitágoras entre los sólidos geométricos y el plano de los dioses, era el resultado de imágenes que había visto en los templos egipcios. Y eso, por supuesto, puede dar pié a falsas suposiciones.
También Albert Pike, el gran simbolista masónico, admitió que había muchas cosas que él mismo no podía entender. En su obra Simbología de los Grados 32 y 33 escribió:
No entiendo porqué debemos llamar al 7 Minerva, o al cubo Neptuno... Indudablemente los nombres dados por Pitágoras a los diferentes números eran en sí mismos enigmáticos y simbólicos, y existe sospecha de que ya en la época de Plutarco, el significado encerrado dentro de estos nombres se había perdido. Pitágoras había sido sobradamente ducho en cuanto a ocultar sus símbolos detrás de una velo que probó ser suficientemente impenetrable sin la ayuda de su explicación oral.
Manly Hall escribió:
La falta de absoluta certeza que comparten todos los verdaderos estudiantes de la materia, prueba de manera concluyente que es imprudente hacer afirmaciones definitivas basadas en la fragmentaria e indefinida información disponible acerca de la filosofía matemática del sistema de Pitágoras.
Con lo poco que hemos examinado hasta ahora, ya hemos podido darnos cuenta de lo acertada que es esta última afirmación. Pero en la época actual, por supuesto, hay una buena cantidad de individuos que no se deja intimidar por observaciones como esas. Numerosos gurús afirman haber descubierto los secretos de la "Sagrada Geometría". No solo eso, sino que ni siquiera parecen haber estudiado la materia más que de una manera superficial, desconociendo los puntos claves que resultan evidentes a partir de un estudio de los fragmentos de las enseñanzas de Pitágoras. En relación a esto hay un pasaje en el Péndulo de Foucault, de Umberto Eco, que explica el problema:
En medio de todas las necedades hay ciertas verdades indisputables... Les invito a ir a medir cualquier quiosco (arbitrariamente seleccionado). Encontrarán que la longitud del contrafuerte es exactamente ciento cuarenta y nueve centímetros: en otras palabras, un cien billonésimo de la distancia entre la tierra y el sol. La altura posterior, ciento setenta y seis centímetros, dividida por el ancho de la ventana, cincuenta y seis centímetros, es 3.14. La altura del frente es diecinueve centímetros, es decir, igual al número de años del ciclo lunar griego. La suma de las alturas de las dos esquinas frontales es ciento noventa veces dos más ciento setenta y seis veces dos, o sea setecientos treinta y dos, el año de la victoria de Poitiers. El espesor del contrafuerte es 3.10 centímetros y el ancho de la cornisa de la ventana es 8.8 centímetros. Sustituyendo los decimales de los números anteriores por las correspondientes letras del alfabeto, obtenemos C para el diez y H para el 8, o C10H8, que es la fórmula del naftaleno.
...Con los números se puede hacer cualquier cosa. Supongamos que tengo el número sagrado 9 y quiero conseguir el número 1314, el año de la ejecución de Jacques de Molay, que es una año querido para todo aquel que profese devoción hacia la tradición de la caballería Templaria... Multipliquemos nueve por ciento cuarenta y seis, el año aciago de la destrucción de Cartago. ¿Cómo llegué a esta fórmula? Dividí mil trescientos catorce por dos, por tres, etc., hasta llegar a una fecha satisfactoria. También pude haber dividido mil trescientos catorce por 6.28, el doble de 3.14, y habría obtenido doscientos nueve: ese es el año en que Attalus I, rey de Pérgamo, ascendió al trono.
¿Lo ven?... El universo es una enorme sinfonía de correspondencias numéricas... los números y su simbolismo suministran un camino hacia el conocimiento especial. Pero si los mundos superior e inferior son un sistema de correspondencias donde tout se tient, entonces es natural que el quiosco (de la lotería), así como la pirámide, ambas obras de la mano del hombre, reproduzcan en su estructura, inconscientemente, las armonías del cosmos. (Eco)
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