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Los recortes presupuestarios, que afectarán al Departamento de Defensa de EE.UU. a partir del próximo 1 de marzo, lo obligarán a economizar tanto en personal como en la infraestructura militar. Serán licenciadas o despedidas casi 500.000 personas.

Según han revelado unos documentos del Pentágono obtenidos por el periódico USA Today, se estima que los gastos del Ejército se reducirán este año en unos 15.000 millones de dólares. A su vez, la Marina perderá de su capítulo de egresos unos 11.000 millones. En especial, los programas de construcción de nuevos buques de guerra perderán 7.750 millones de dólares.

Las forzosas medidas de austeridad afectarán respectivamente a 300.000 militares y otros empleados en las tropas terrestres y a 186.000 en la Armada. Primero se economizará en la subida del salario para todos: el 1% como máximo en comparación con el 1,7% que marcaba los años anteriores. El mando estudiará también bajar el sueldo a algunos grupos de funcionarios.

Los recortes en el presupuesto del Ejército asestarán los golpes más severos sobre la infraestructura militar en los estados de Alabama, Texas, Virginia y Pensilvania. Virginia se verá también entre los estados más afectados por los planes de ahorro en la Marina, así como California y Florida.

"Se trata de los estados donde más soldados hay, en especial Texas", explicó Thomas Donnelly, un experto invitado por 'USA Today' para analizar las cifras. Así, la base militar, el centro de mantenimiento técnico y el mayor arsenal texano, el de Corpus Christi, afrontará recortes de 799 millones.

Durante los próximos 10 años, el Pentágono planifica reducir sus gastos en unos 500.000 millones de dólares: algo más de que lo que informó anteriormente el general Martin Dempsey. El plan se pondrá en marcha si el Congreso y el presidente Barack Obama no alcanzan antes del 1 de marzo un acuerdo sobre el problema del enorme déficit presupuestario.