Comentario: ¡A despertar!

Un libro en inglés recientemente publicado por Sott.net llamado "Comets and the Horns of Moses" (Cometas y los cuernos de Moisés) hace un gran trabajo de explicar la historia de los cometas y asteroides y su interacción con nuestro planeta. El libro también proporciona pruebas de que los grandes eventos de impacto nos son de ninguna manera "raros" en la historia humana.

Este libro es una "lectura obligada" para aquellos que quieren ponerse al día sobre este tema cada vez más importante. Tu vida, o la vida de un ser querido, podría depender de ello! 


Para los lectores de habla hispana sugerimos la lectura del artículo de Laura Knight-Jadczyk "Meteoritos, asteroides y cometas: daños, desastres, heridas, muertes y encuentros muy cercanos" de inestimable valor a la hora intentar comprender estos fenómenos celestes. Atrévase a conocer también una interpretración audáz e inquietante de la naturaleza y significado de este tipo de eventos recorriendo la serie completa de artículos denóminada "Comentas y catástrofes".


El meteorito de 17 metros que ayer dejó más de 1.100 de heridos en la provincia rusa de Cheliabinsk, en los Urales, liberó una energía de 500 kilotones, una treintena de veces superior a la bomba atómica de Hiroshima, según informó la agencia espacial de Estados Unidos (NASA).

"Un evento de esta magnitud ocurre una vez en 100 años como promedio", señaló Paul Chodas, colaborador del programa de objetos cercanos a la Tierra en el laboratorio de propulsión a chorro de la NASA. "Cuando una bola de fuego es de ese tamaño, numerosos meteoritos pueden alcanzar la superficie y es probable que en este caso lo hayan hecho varios de gran tamaño", dijo.

Los datos infrasónicos recogidos indican que la caída del bólido, desde su entrada en la atmósfera hasta la desintegración, duró 32,5 segundos, y su señal fue recogida por once de las 45 estaciones de seguimiento situadas en 35 países. Su trayectoria, no obstante, fue muy diferente a la del asteroide 2012 DA14 que algunas horas después pasó cerca de la Tierra, por lo que los científicos descartan la relación entre ambos.


Expertos del Ministerio ruso de Emergencias siguen buscando fragmentos del bólido que, según una hipótesis, pudo haber caído en el lago Chebarkul, cerca de Cheliábinsk. Un grupo de seis buzos se encargará de comprobar esta versión en las próximas horas, comunicó la portavoz de Emergencias, Irina Rossius, a la agencia oficial de noticias rusa, RIA Novosti.

El Ministerio de Emergencias ruso estima que los heridos alcanzan los 1.145, en su gran mayoría leves, aunque 50 personas necesitaron hospitalización, entre ellas, una mujer de 52 años con la fractura de dos vértebras que ha sido trasladada hoy sábado en un avión especial a Moscú. El Ministerio del Interior menciona la cifra de 1.200 heridos.

Según los datos de última hora, el bólido reventó ventanas y causó otros daños en más de 3.700 edificios residenciales y más de 700 instalaciones públicas. La superficie total de cristales rotos alcanza 200.000 metros cuadrados.