En lo más profundo de un cenote ubicado entre los límites de Yucatán con Quintana Roo, un grupo de arqueólogos marinos localizaron restos de tres osos de unos 15 mil años de antigüedad, así como una vasija maya de los siglos 9 ó 10 d.C. lo que convierte este hallazgo en uno de los más importantes de la década.
Guillermo de Anda, investigador de la Universidad Autónoma de Yucatán, explicó en entrevista que los vestigios de vida en los cenotes de la zona confirman que los niveles del agua han bajado y subido muchas veces en los últimos 10 mil años.
"Estas subidas y bajadas del agua en los cenotes nos hablan de cambios drásticos, tal vez catastróficos, y esto tal vez tiene que ver con la gran sequía de la cual hablan muchos autores y que provocó parte de lo que se conoce como un colapso en el área maya", dijo el arqueólogo.
La localización de estas piezas ocurre a finales del 2012, cabe destacar que con este ya son dos cenotes en Yucatán, donde se han encontrado restos de plantigrados de unos 15 mil años de antigüedad, muy parecidos a una especie que vivió en América durante el Pleistoceno.
Este descubrimiento, se suma al presentado en noviembre del 2010 en otro cenote de la zona centro de Yucatán, lo que refuerza la hipótesis sobre probables efectos de cambio climático en ésa zona lo que derivo en la extinción de la fauna local.
"Nos está dando una idea mucho más clara de lo que sucedió aquí durante la época de la era del hielo. Se entiende que toda esta zona era un corredor biológico fantástico donde había toda esta fauna, en un ambiente como de sabana".
El experto precisó que con estos ejemplares ya suman ocho los osos del Pleistoceno registrados en Yucatán: cinco descubiertos en el 2010 y los tres de ahora. Las piezas permanecen donde fueron halladas.
En el segundo cenote también fue encontrada una vasija maya en una oquedad de una de las paredes del pozo subterráneo, en el que también se encontraron huesos humanos.
"Lo que es muy curioso, muy significativo, es que en este mismo cenote tenemos el laboratorio de la edad del hielo y el laboratorio maya, es como un regalo del cenote", describió.
El experto señaló que el INAH y National Geographic estudian un posible proyecto de rescate conjunto de las piezas, que podría arrancar este 2013.
"Si alguien llega y ve esto y lo toca, nos descontextualiza todo el asunto; imagínate, mover, tocar, alterar una evidencia de 15 mil años, ¡sería una gran pérdida!".
Guillermo de Anda, investigador de la Universidad Autónoma de Yucatán, explicó en entrevista que los vestigios de vida en los cenotes de la zona confirman que los niveles del agua han bajado y subido muchas veces en los últimos 10 mil años.
"Estas subidas y bajadas del agua en los cenotes nos hablan de cambios drásticos, tal vez catastróficos, y esto tal vez tiene que ver con la gran sequía de la cual hablan muchos autores y que provocó parte de lo que se conoce como un colapso en el área maya", dijo el arqueólogo.
La localización de estas piezas ocurre a finales del 2012, cabe destacar que con este ya son dos cenotes en Yucatán, donde se han encontrado restos de plantigrados de unos 15 mil años de antigüedad, muy parecidos a una especie que vivió en América durante el Pleistoceno.
Este descubrimiento, se suma al presentado en noviembre del 2010 en otro cenote de la zona centro de Yucatán, lo que refuerza la hipótesis sobre probables efectos de cambio climático en ésa zona lo que derivo en la extinción de la fauna local.
"Nos está dando una idea mucho más clara de lo que sucedió aquí durante la época de la era del hielo. Se entiende que toda esta zona era un corredor biológico fantástico donde había toda esta fauna, en un ambiente como de sabana".
El experto precisó que con estos ejemplares ya suman ocho los osos del Pleistoceno registrados en Yucatán: cinco descubiertos en el 2010 y los tres de ahora. Las piezas permanecen donde fueron halladas.
En el segundo cenote también fue encontrada una vasija maya en una oquedad de una de las paredes del pozo subterráneo, en el que también se encontraron huesos humanos.
"Lo que es muy curioso, muy significativo, es que en este mismo cenote tenemos el laboratorio de la edad del hielo y el laboratorio maya, es como un regalo del cenote", describió.
El experto señaló que el INAH y National Geographic estudian un posible proyecto de rescate conjunto de las piezas, que podría arrancar este 2013.
"Si alguien llega y ve esto y lo toca, nos descontextualiza todo el asunto; imagínate, mover, tocar, alterar una evidencia de 15 mil años, ¡sería una gran pérdida!".
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