Un estudio comparativo revela que los jóvenes de Grecia sufren más estrés y problemas mentales que los jóvenes suecos. 
© Kotsolis. Wikipedia
Imagen de la plaza Syntagma de Atenas, en la que se reunieron 100.000 personas el 29 de mayo de 2011 para protestar contra las medidas de austeridad.
Los adultos jóvenes de Grecia sufren más estrés y problemas de salud mental y son menos optimistas sobre el futuro que los suecos de su misma edad, ha revelado un estudio comparativo de la Universidad de Linköping (Suecia). El hallazgo se suma a otros problemas de salud detectados en el país a raíz de la crisis, como el aumento de las infecciones por VIH, el resurgimiento de la malaria o el incremento significativo del número de suicidios.

Los graves problemas financieros del país han provocado una crisis social que probablemente ha afectado a la salud de las personas, según revela un estudio de la Universidad de Linköping (Suecia).

En el marco de la investigación, publicada recientemente por la revista PLOS One, grupos de estudiantes de la Universidad de Atenas y de la Universidad de Linköping respondieron a preguntas sobre su salud y sobre su estrés percibido.

En todos los aspectos, los estudiantes griegos informaron de peor salud que los estudiantes suecos. Por otro lado, los niveles biológicamente medidos de la hormona del estrés, cortisol‎, fueron menores entre los griegos, al contrario de lo que se esperaba.

Sin embargo, según explica Tomas Faresjö, principal autor de la investigación en un comunicado de dicha Universidad, "esto no debe interpretarse como que los estudiantes de Atenas están menos estresados que los de Linköping, pues se sabe por estudios previos que las personas deprimidas, hastiadas o que padecen estrés crónico tienen niveles más bajos de esta hormona".
"La gente puede manejar períodos cortos de estrés bastante bien, pero después de algún tiempo, el cuerpo no puede manejar esos altos niveles de estrés y sus niveles de cortisol empiezan a bajar. Si los factores de estrés se mantienen, esto puede propiciar el debilitamiento del sistema inmunológico", afirma el científico.
Sin esperanza 

Las diferencias en la salud de los participantes y en su calidad de vida fueron evidentes. Por ejemplo, un 42% de los estudiantes griegos (52 de 124) había experimentado acontecimientos vitales grave, en comparación con el 23% de los estudiantes suecos.

Además, un 47% de los griegos informó que sentía estrés, en comparación con el 21% de los alumnos suecos. Y un 24% de los griegos no tenía esperanza alguna en el futuro, una visión compartida por sólo el 5% de los suecos.
"El estudio muestra que la salud de los jóvenes griegos es considerablemente peor que la de los jóvenes suecos. Uno puede sospechar que la crisis social en Grecia está empezando a tener efectos biológicos sobre los residentes del país", concluye Faresjö.
Estrés detectado en el pelo

Por otra parte, en la investigación se midieron los niveles de estrés biológico a través del cabello, siguiendo un método completamente nuevo desarrollado por el grupo de investigación de la Universidad de Linköping y que permite medir la liberación de cortisol en el pasado.

Los niveles dejan su huella en el pelo, y ya que el cabello crece aproximadamente un centímetro al mes, es posible ver cómo ha sido la liberación de dicha hormona en cada persona durante los últimos meses.

Hace unos años, un equipo de investigadores de la University of Western Ontario, en Canadá, demostró por vez primera, de manera directa, que los niveles de cortisol presentes en el pelo podían constituir un marcador biológico del estrés crónico. Los científicos usaron este marcador entonces para detectar el riesgo de infarto.

El cortisol está considerado la hormona del estrés porque el cuerpo humano aumenta su secreción bajo situaciones estresantes. Normalmente, los niveles de esta hormona se miden en la orina o en la saliva, pero estas mediciones sólo permiten conocer los niveles de estrés en un momento dado, y no durante largos periodos de tiempo.

Otros efectos de la austeridad sobre la salud de los griegos

David Stuckler, sociólogo e investigador de la Universidad de Oxford, autor del libro ¿Por qué la austeridad mata? El coste humano de las políticas de recortes (Taurus, 2013), explicaba recientemente a Tendencias21 que, en Grecia, el efecto de la crisis sobre la salud de la población se ha agravado como consecuencia de la respuesta de los políticos al problema financiero: "cuando el Primer Ministro de Grecia sugirió un referéndum sobre la austeridad, fue expulsado de su cargo por las presiones de los líderes europeos".

"Las medidas de austeridad tomadas a partir de entonces han conllevado que en el país, además de incrementarse los problemas de salud mental, se hayan doblado las infecciones por VIH, haya resurgido la malaria, haya aumentado significativamente el número de suicidios, de homicidios o la tasa de consumo de drogas, etc...", señaló Stuckler.
Referencia bibliográfica:
Å. Faresjö, E Theodorsson, M Chatziarsenis, V Sapouna, H-P Claesson, J Koppner y T Faresjö. Higher perceived stress but lower cortisol levels found among young Greek adults living in a stressful social environment in comparison with Swedish young adults. PLOS ONE (2013).