Diferencias
Primera diferencia: Sadam Husein fue un dictador que causó infinitamente más víctimas que Bashar al-Assad o Gadafi.
Husein, con el apoyo de la "comunidad internacional", atacó a Irán, esperando una victoria militar rápida puesto que era una república joven y debilitada tras la revolución que terminó con la expulsión del Sha. En lugar de un paseo militar, el ataque iraquí acabó con una guerra que causó cerca de un millón y medio de muertos. En este conflicto Sadam Husein utilizó gas mostaza contra las tropas iraníes. (1)
Tras ese fracaso, el gobierno liderado por Sadam Husein invadió Kuwait, lo que produjo dos guerras, la segunda de las cuales acabó con su mandato y su propia vida.
Además, Sadam Husein reprimió violentamente los alzamientos de los chiítas en el sur de Iraq y los kurdos en el norte. Contra estos últimos también utilizó gas mostaza.
Contra el resto de la población Sadam Husein no fue más clemente. Recrudeció la represión contra los miembros del Partido Comunista Iraquí, más de 5000 militantes tuvieron que exiliarse al inicio de su mandato. (2)
A pesar de todo ello, salimos a las calles y gritamos "No a la Guerra".
Ni Siria ni Libia han atacado a sus vecinos, ni consta que haya utilizado armas químicas en un conflicto bélico ni contra sus ciudadanos. Siria y Libia tienen en común haber sido bombardeados en diferentes ocasiones por Israel y la OTAN.
La oposición iraquí no tiene nada que ver con la de Siria. La lucha armada de los Kurdos y Chiítas no tenía el carácter terrorista que tiene la oposición armada de Siria, en manos de AlQaeda.
Segunda diferencia, mientras que contra la guerra de Iraq hubo una gran movilización mundial no la está habiendo contra la guerra de Siria (o no la hubo en el caso de Libia).
Contra la guerra de Iraq se convocaron manifestaciones multitudinarias algunas de carácter global, eran comunes las caceroladas e incluso se convocó una huelga general.
Claro que en aquél entonces el pequeño de los Bush sólo tuvo el apoyo pleno de Blair y Aznar. Francia, Alemania y otros aliados se mostraron claramente en contra. En Iraq había intereses comerciales de muchas empresas europeas, entre ellas las petroleras españolas Repsol y Cepsa. (3)
Estas, entre otras, financiaron los viajes de activistas españoles a Iraq, varios intelectuales y militantes de los que viajaron invitados por Sadam Husein han sido ahora defensores de las guerras contra Libia y Siria. Los medios del grupo Prisa, por ejemplo, fueron militantes del discurso pacifista. Entre los medios alternativos y los grupos políticos de izquierda no hubo fisura alguna, a pesar de los antecedentes criminales del dictador iraquí.
Semejanzas
Manipulación informativa: Estados Unidos no ataca por sorpresa a terceros países. Su superioridad bélica se lo permite, le preocupa más el apoyo de la llamada "opinión pública".
La primera fase de sus agresiones bélicas es la propaganda mediática. En la primera guerra de Afganistán, en la que la CIA creó, financió, armó y entrenó a AlQaeda, todos los medios difundieron la mentira de la ocupación soviética de Afganistán, cuando esto último fue la consecuencia, no la causa de la intervención. En la segunda guerra de Afganistán, atacaron el país buscando a Bin Laden, cuando este último estaba escondido en Pakistán. En la primera guerra del golfo se utilizó una imagen falsa de un cormorán para justificar la guerra. (4)
En la segunda guerra se lanzó un bulo sobre unas incubadoras abandonadas (5) y se mintió descaradamente sobre la existencia de armas de destrucción masiva.
En el caso de Libia se informó que Gadafi había bombardeado a manifestaciones de civiles pacíficos (6), esos nunca fue verificado, sin embargo sí que pudimos comprobar como esos manifestantes degollaban a policías libios .
Ahora el gobierno Sirio se encuentra bajo la acusación del uso de armas químicas cuando hasta ahora sólo consta que han sido los rebeldes los que han hecho uso de ellas.
Ni hay que decir que las intervenciones humanitarias no han resuelto ningún problema de democracia ni de derechos humanos. Al contrario, sólo han conseguido aumentar el dolor de la población civil.
Ilegalidad en la agresión.
Ninguno de las ofensivas bélicas contra Iraq, Yugoslavia, Libia o la planeada contra Siria, se ajustó a lo previsto a la carta de las Naciones Unidas para las intervenciones de tipo humanitario. Se alegará que China o Rusia imponen su veto, cierto al igual que hace en innumerables ocasiones USA para impedir que se castigue sus propias violaciones de derechos humanos o las de sus aliados como Israel o Arabia Saudita. Evidentemente que las decisiones más importantes de la ONU recaigan en el Consejo de Seguridad no es democrático, ni justo ni operativo, pero es la legalidad internacional y quien la incumple se convierte en un estado delincuente, sea el motivo que sea para justificar sus agresiones.
Asesinar a los testigos incómodos.
Si hemos advertido que la primera fase de una ataque militar es la batalla propagandística, en la siguiente etapa, los bombardeos, el primer objetivo para las fuerzas agresoras son las televisiones de los países que se intentan ocupar. Se bombardeó la televisión de Belgrado en Yugoslavía, las corresponsalías de Al Jazeera en Iraq y Afganistán, el hotel Palestina en Iraq, la televisión pública libia... Con el consiguiente asesinato de decenas de periodistas, uno de ellos, José Couso.
¿Que ha cambiado desde la guerra de Iraq a hoy?
Realmente nada o muy poco. Mientras que gentes de todo el arco político acudió a las manifestaciones contra la guerra, creándonos la ilusión de un crecimiento de la izquierda. Contra Libia o Siria en Europa sólo las personas comprometidas contra el imperialismo han continuado en sus originales posiciones. Se han desvinculado la derecha, los próximos al PSOE y los grupúsculos que supuestamente están a la izquierda de los grupos parlamentarios pero que funcionalmente colaboran con la derecha. Además, en Siria o Libia no había intereses de multinacionales españolas, en consecuencia no ha existido un lobby empresarial contra la guerra como sí lo hubo contra la guerra de Iraq.
No es la primera ocasión en la que se puede observar un fenómeno parecido, en el Reino de España, tras la eclosión de la transición, vino el desencanto y sólo quedó la izquierda real, la que resistió y luchó contra el franquismo, la misma que hoy lucha contra el capitalismo y su brazo armado, la OTAN. * @carlosmartinezr
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