Una red contra la pedofilia exige que el cardenal italiano Domenico Calcagno no participe en la elección del Papa. Lo acusan de proteger a un cura abusador.
Los preparativos para el Cónclave que debe elegir al sucesor de Benedicto XVI se vieron sacudidos por un nuevo escándalo de índole sexual, cuando asociaciones de familiares de las víctimas reclamaron que sea excluido de la asamblea para consagrar un nuevo Papa el cardenal italiano Domenico Calcagno, presidente de la Administración del Patrimonio de la Santa Sede y protegido del cardenal camarlengo Tarcisio Bertone. Calcagno es acusado de haber protegido a un cura pedófilo que violó decenas de chicos durante 30 años y también a otros sacerdotes abusadores. El escándalo se extiende hasta el ahora Papa Emérito, Joseph Ratzinger, quien habría conocido y "cajoneado" el caso cuando era cardenal responsable de la disciplina en la Iglesia.
Los abusos sexuales se han convertido en el "convidado de piedra" del Cónclave, pues varios cardenales están acusados, como Calcagno, de haber protegido a los sacerdotes culpables sin ocuparse del dolor de las víctimas. El cardenal escocés Keith O'Brien debió a su vez renunciar a venir a Roma tras ser acusado de abusos sexuales por tres curas y un religioso y confesar su conducta sexual "inapropiada".
El caso que pone en apuros al cardenal Calcagno es el del padre Nello Giraudo, quien entre 1980 y 2010 cometió abusos sexuales sobre muchos chicos de la región de Liguria, cuya capital es Génova, contando con la protección de sus superiores y del mismo Vaticano. Ayer, un programa de TV actualizó las denuncias, destacando que la Curia de Savona se limitó a cambiar de parroquia en parroquia al padre Giraudo, quien siguió haciendo de las suyas. La asociación "El abuso" de Savona, destacó que el entonces obispo Calcagno extendió una capa de "omertá" (el silencio mafioso) y que al padre Giraudo hasta le fueron confiadas la gestión de una comunidad de jóvenes con problemas psicológicos y la dirección de los boy scouts. Los chicos violados hace un cuarto de siglo son hoy hombres grandes. Francesco, Mirko, Luca, tenían entre 11 y 15 años cuando fueron víctimas del cura. Los abusos ocurrían hasta en la sacristía de la Iglesia de Savona y algunos fueron violados por el cura Giraudo más de cien veces. Todo está demostrado.
El programa de TV Las hienas informó que durante 25 años, don Nello Giraudo cometió abusos increíbles y que algunas víctimas entrevistadas habían pensado en suicidarse. "En ellas está Francesco, violado por el sacerdote en 1981, cuando tenía 11 años. Y también Mirko, abusado en 1984 a los 12 años. Y Luca, víctima en 2000, a los 15. Francesco vive hoy en Savona, tiene 42 años y ha pasado la mitad de su vida juntando las pruebas que confirman las violencias cometidas por Giraudo".
La red "El abuso" señaló que "a la luz de los últimos acontecimientos que han conmovido a la Iglesia Católica, después de todos los gravísimos delitos de pedofilia clerical que han cosechado tantas víctimas, en relación con las omisiones y coberturas por parte de prelados y monseñores, de sacerdotes que han abusado repetidamente de adolescentes, pedimos que el cardenal Doménico Calcagno, miembro del Cónclave, sea excluido de este privilegio del cual no es digno por su completa y total falta de acción frente a los curas pedófilos de Savona, a los que permitió actuar como lobos en un rebaño de ovejas".
A su vez, el diario Secolo XIX de Génova hizo una reconstrucción de los hechos y llegó a la conclusión de que el entonces cardenal Joseph Ratzinger conocía los casos de pedofilia dentro de la diócesis de Savona y no denunció nada a la magistratura. Según el diario "lo demuestran documentos precisos, encontrados por la justicia de Savona hace un año", en el allanamiento de la Curia diocesana y que estaban guardados en una caja fuerte. Estos documentos "demuestran cómo el ahora Papa emérito Benedicto XVI, dos años antes de ser elegido pontífice, en 2003, fue informado de los casos de Savona como "ministro" para la doctrina y la disciplina de Juan Pablo II". Pero el Vaticano mantuvo un pesado silencio. En 2002 Calcagno fue nombrado obispo de Savona e informado de las actividades criminales del sacerdote Giraudo. Calcagno escribió tiempo después al cardenal Ratzinger, pidiéndole consejos. Pero no se hizo nada. Hasta que el cura fue condenado a un año y medio de cárcel por otra violación, renunció a la condición sacerdotal y los demás abusos cayeron en prescripción.
Los preparativos para el Cónclave que debe elegir al sucesor de Benedicto XVI se vieron sacudidos por un nuevo escándalo de índole sexual, cuando asociaciones de familiares de las víctimas reclamaron que sea excluido de la asamblea para consagrar un nuevo Papa el cardenal italiano Domenico Calcagno, presidente de la Administración del Patrimonio de la Santa Sede y protegido del cardenal camarlengo Tarcisio Bertone. Calcagno es acusado de haber protegido a un cura pedófilo que violó decenas de chicos durante 30 años y también a otros sacerdotes abusadores. El escándalo se extiende hasta el ahora Papa Emérito, Joseph Ratzinger, quien habría conocido y "cajoneado" el caso cuando era cardenal responsable de la disciplina en la Iglesia.
Los abusos sexuales se han convertido en el "convidado de piedra" del Cónclave, pues varios cardenales están acusados, como Calcagno, de haber protegido a los sacerdotes culpables sin ocuparse del dolor de las víctimas. El cardenal escocés Keith O'Brien debió a su vez renunciar a venir a Roma tras ser acusado de abusos sexuales por tres curas y un religioso y confesar su conducta sexual "inapropiada".
El caso que pone en apuros al cardenal Calcagno es el del padre Nello Giraudo, quien entre 1980 y 2010 cometió abusos sexuales sobre muchos chicos de la región de Liguria, cuya capital es Génova, contando con la protección de sus superiores y del mismo Vaticano. Ayer, un programa de TV actualizó las denuncias, destacando que la Curia de Savona se limitó a cambiar de parroquia en parroquia al padre Giraudo, quien siguió haciendo de las suyas. La asociación "El abuso" de Savona, destacó que el entonces obispo Calcagno extendió una capa de "omertá" (el silencio mafioso) y que al padre Giraudo hasta le fueron confiadas la gestión de una comunidad de jóvenes con problemas psicológicos y la dirección de los boy scouts. Los chicos violados hace un cuarto de siglo son hoy hombres grandes. Francesco, Mirko, Luca, tenían entre 11 y 15 años cuando fueron víctimas del cura. Los abusos ocurrían hasta en la sacristía de la Iglesia de Savona y algunos fueron violados por el cura Giraudo más de cien veces. Todo está demostrado.
El programa de TV Las hienas informó que durante 25 años, don Nello Giraudo cometió abusos increíbles y que algunas víctimas entrevistadas habían pensado en suicidarse. "En ellas está Francesco, violado por el sacerdote en 1981, cuando tenía 11 años. Y también Mirko, abusado en 1984 a los 12 años. Y Luca, víctima en 2000, a los 15. Francesco vive hoy en Savona, tiene 42 años y ha pasado la mitad de su vida juntando las pruebas que confirman las violencias cometidas por Giraudo".
La red "El abuso" señaló que "a la luz de los últimos acontecimientos que han conmovido a la Iglesia Católica, después de todos los gravísimos delitos de pedofilia clerical que han cosechado tantas víctimas, en relación con las omisiones y coberturas por parte de prelados y monseñores, de sacerdotes que han abusado repetidamente de adolescentes, pedimos que el cardenal Doménico Calcagno, miembro del Cónclave, sea excluido de este privilegio del cual no es digno por su completa y total falta de acción frente a los curas pedófilos de Savona, a los que permitió actuar como lobos en un rebaño de ovejas".
A su vez, el diario Secolo XIX de Génova hizo una reconstrucción de los hechos y llegó a la conclusión de que el entonces cardenal Joseph Ratzinger conocía los casos de pedofilia dentro de la diócesis de Savona y no denunció nada a la magistratura. Según el diario "lo demuestran documentos precisos, encontrados por la justicia de Savona hace un año", en el allanamiento de la Curia diocesana y que estaban guardados en una caja fuerte. Estos documentos "demuestran cómo el ahora Papa emérito Benedicto XVI, dos años antes de ser elegido pontífice, en 2003, fue informado de los casos de Savona como "ministro" para la doctrina y la disciplina de Juan Pablo II". Pero el Vaticano mantuvo un pesado silencio. En 2002 Calcagno fue nombrado obispo de Savona e informado de las actividades criminales del sacerdote Giraudo. Calcagno escribió tiempo después al cardenal Ratzinger, pidiéndole consejos. Pero no se hizo nada. Hasta que el cura fue condenado a un año y medio de cárcel por otra violación, renunció a la condición sacerdotal y los demás abusos cayeron en prescripción.
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