El presidente austriaco, Heinz Fischer, calificó hoy el 12 de marzo de 1938 como un día de gran catástrofe y vergüenza, cuando el país recuerda el aniversario 75 de su anexión por parte de la Alemania nazi. Ya en la tarde del 11 de marzo banderas con la esvástica revoloteaban sobre Viena y otras ciudades, aunque ningún soldado alemán había puesto todavía pie en suelo austriaco, afirmó el jefe de Estado, en referencia a la responsabilidad histórica de su país.

Fischer hizo esas declaraciones al participar en un acto en el antiguo Palacio Real de Viena sobre el inicio de la expansión europea del dictador Adolf Hitler que condujo a la Segunda Guerra Mundial.

Durante la madrugada del 12 de marzo de 1938 tropas alemanas cruzaron la frontera de Austria y en lugar de resistirse, el ejército federal austriaco y gran parte de la población local dieron la bienvenida a los soldados nazis que en pocas horas pusieron al país bajo su control.

Después nos enrolamos en la Segunda Guerra Mundial, con todas sus consecuencias, y los austriacos participaron masivamente en los crímenes del nacionalsocialismo, todo esto se convirtió en parte de nuestra historia y sigue siendo doloroso hasta el día de hoy, expresó el mandatario.

Unos 66 mil judíos austriacos fueron expropiados, deportados y asesinados en los siguientes años, el restó pudo emigrar tras perder todos sus bienes, y decenas de miles de gitanos y disidentes fueron enviados a campos de concentración y exterminio, recordó el mandatario.

Pese a que en la nación europea hubo grupos de resistencia civil y desertores que se enfrentaron al nazismo, la mayor parte de la población lo acogió con entusiasmo debido a la disminución del desempleo y la aparente recuperación económica del país.

Finalizada la Segunda Guerra Mundial los gobiernos siguientes extendieron la idea de haber sido las primeras víctimas del fascismo, hasta que en 1986 estalló un escándalo en torno al entonces presidente Kurt Waldheim, quien había ocultado su pasado en el ejército nazi.

En el aniversario 75 del llamado Anschluss, importantes instituciones culturales y científicas realizaron ejercicios de autocrítica sobre los hechos de aquellos años, como las revelaciones sobre la relación directa de la Orquesta Filarmónica de Viena con el nazismo.

También la Academia de las Ciencias de Austria, una institución científica con siglos de tradición, ha estudiado por primera vez su propio pasado nazi.

Pero una encuesta publicada el sábado pasado por el diario liberal Der Standard indicó que todavía un 46 por ciento de los austriacos considera al país como la primera víctima del nazismo, mientras el 53 por ciento dice que la anexión fue voluntaria.

Fischer, que depositó una ofrenda floral en el monumento a las víctimas del fascismo y la guerra, expresó además que el sistema de totalitarismo nazi solo podía tener lugar a través de la cooperación de los fanáticos, seguidores y colaboradores.