Un extracto de las reflexiones que ha hecho Noam Chomsky acerca de las políticas intervencionistas de EEUU
En Estados Unidos existe una creciente preocupación por la pérdida de poder de esta nación. Noam Chomsky en Conversations on Global Democratic Uprisings and the New Challenges to U.S. Empire explica por qué el imperio norteamericano teme acerca de su posición en el mundo actual.
Una de las etapas históricas más importantes para la consolidación del imperio estadounidense ocurrió al final de la Segunda Guerra Mundial, cuando EEUU se encontraba en su punto más alto de poder, y cualquier nación que representara una competencia para este país se encontraba profundamente lastimada.
Actualmente, Estados Unidos mantiene las políticas intervencionistas que empleó después de la Segunda Guerra Mundial pero su capacidad de implentarlas ha disminuido.
En 1979 la economía tenía un orden tripolar, los centros económicos más importantes eran EEUU, Alemania y Japón. Pero actualmente los centros de poder se han multiplicado y esto complica la intervención de Estados Unidos en los asuntos internacionales, aunque claramente, no los detiene del todo.
Chomsky asegura que la paranoia de perder poder es propia de quienes tienen un complejo de superioridad, de las naciones que asumen que todo debe pertenecerles.
Como bien se sabe, la invasión a Irak no se debió al amor a la democracia sino al interés en el petróleo. Pese al conocimiento de esta situación, en Estados Unidos no se puede hacer una aseveración así, se supone que es una teoría conspiracionista.
Chomsky opina que la creencia en el derecho sobre los recursos de otras naciones es característica de la cultura estadounidense. Clinton afirmó que Estados Unidos tenía el derecho de ocupar fuerzas unilaterales para asegurar el acceso a los mercados, recursos energéticos y fuentes estratégicas, declaración tal vez mucho más radical que cualquier otra hecha por Bush, sin embargo, Clinton no tenía una actitud tan arrogante por lo que pasó inadvertido.
Hubo pocas personas en Estados Unidos que se cuestionaron el asesinato de Osama bin Laden, la mayoría del ala izquierda liberal. Mathew Yglesias, un reconocido comendador de izquierda, declaró en un artículo que este acto había sido increíblemente ingenuo. Parte central del sistema legal americano es la "presunción de la inocencia", proceso en el que alguien es inocente hasta que se demuestre lo contrario, por lo que el asesinato de bin Laden es incongruente con esta parte sustancial del sistema legal de EEUU.
La preocupación que muestra Estados Unidos por otros países parece estar siempre motivada por un interés económico. Así lo demuestra que irónicamente, Gran Bretaña y Estados Unidos apoyen el islamismo radical fundamentalista - no el político - como un recurso para bloquear al nacionalismo secular.
Arabia Saudita es el Estado fundamentalista más extremo y está expandiendo el islamismo radical hacia Pakistán a través del terror, pero al ser bastión de la política estadounidense y británica, estas dos naciones los han apoyado ante la amenaza que representa para ellos el nacionalismo secular de Gamal Abdel Nasser en Egipto y de Abd al-Karim Qasin en Irak. La única razón por la que están en contra del islam político es porque, de cierta manera, dota a los países de independencia.
Chomsky concluye que las políticas intervencionistas de Estados Unidos se justifican bajo la premisa de estabilizar a otros países, pero, dice Chomsky, para Estados Unidos "estabilizar" significa someter a los otros para que actúen de forma conveniente para el imperio norteamericano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario