British Medical Journal (BMJ), una de las "biblias" de lamedicina basada en la evidencia, confirma que la vacuna de la gripe A causó narcolepsia en los niños que la recibieron durante la "pandemia" de 2009.
Ha pasado el tiempo suficiente para ir confirmando lo que ya sabíamos, que el miedo genera "daños colaterales". Así lo publicábamos hace unos días, sobre el caso de un grave error de diagnóstico infundido por el miedo y ahora BMJ ofrece un análisis retrospectivo desarrollado en Inglaterra desde 2009 entre la población vacunada en concreto con Pandemrix, la vacuna ad hoc de GlaxoSmithKline.
La marca, una de las que compró el Ministerio de Sanidad español entonces conducido por Trinidad Jiménezestaba en el punto de mira de la Organización Mundial de la Salud (OMS) poco después de aplicarse. La OMS, que fue quien "fabricó" la falsa pandemia al elevar el nivel de riesgo al grado máximo, anunció ya hace dos años que al menos doce países, en los que se dispensó Pandemrix, registraron casos de narcolepsia -un trastorno neurológicocaracterizado por accesos de somnolencia irresistible durante el día- en niños y adolescentes que previamente habían sido vacunados contra la gripe A.
En la ficha técnica del producto se reconoce la narcolepsia como reacción adversa "muy rara". Lo que parece curioso es que en las conclusiones del informe, la "culpa" recaiga sobre el adyuvante de la vacuna ASO3. Éste según la propia ficha, está compuesto por:
Se da la circunstancia que esta vacuna lleva como conservante el también polémico Tiomersal o Timerosal, fabricado a base de mercurio y se ha relacionado en diferentes ocasiones con daños neurológicos.
El fabricante lo avisa (de manera insistente):
Ha pasado el tiempo suficiente para ir confirmando lo que ya sabíamos, que el miedo genera "daños colaterales". Así lo publicábamos hace unos días, sobre el caso de un grave error de diagnóstico infundido por el miedo y ahora BMJ ofrece un análisis retrospectivo desarrollado en Inglaterra desde 2009 entre la población vacunada en concreto con Pandemrix, la vacuna ad hoc de GlaxoSmithKline.
La marca, una de las que compró el Ministerio de Sanidad español entonces conducido por Trinidad Jiménezestaba en el punto de mira de la Organización Mundial de la Salud (OMS) poco después de aplicarse. La OMS, que fue quien "fabricó" la falsa pandemia al elevar el nivel de riesgo al grado máximo, anunció ya hace dos años que al menos doce países, en los que se dispensó Pandemrix, registraron casos de narcolepsia -un trastorno neurológicocaracterizado por accesos de somnolencia irresistible durante el día- en niños y adolescentes que previamente habían sido vacunados contra la gripe A.
En la ficha técnica del producto se reconoce la narcolepsia como reacción adversa "muy rara". Lo que parece curioso es que en las conclusiones del informe, la "culpa" recaiga sobre el adyuvante de la vacuna ASO3. Éste según la propia ficha, está compuesto por:
escualeno (10,69 miligramos), DL-α-tocoferol (11,86 miligramos) y polisorbato 80 (4,86 miligramos)El escualeno ha estado rodeado de polémica desde finales de la década de los años 90. Pero la versión oficial, la dela OMS, mantiene que es seguro.
Se da la circunstancia que esta vacuna lleva como conservante el también polémico Tiomersal o Timerosal, fabricado a base de mercurio y se ha relacionado en diferentes ocasiones con daños neurológicos.
El fabricante lo avisa (de manera insistente):
Se debe tener precaución cuando se administra esta vacuna a personas con hipersensibilidad conocida (distinta de la reacción anafiláctica) al principio activo, a cualquiera de los excipientes, al tiomersal y a residuos (proteínas de huevo y de pollo, ovoalbúmina, formaldehído, sulfato de gentamicina y desoxicolato sódico).Pero ¿conocéis algún sitio en el que antes de aplicar cualquier vacuna se hagan las pruebas necesarias para saber si cada uno de nosotros somos hipersensibles a alguno de esos componentes?
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