Asteroides 2, dinosaurios 0. La infame roca espacial que impactó la Tierra y ayudó a limpiarla de los grandes dinosaurios pudo haber sido binaria; dos asteroides orbitándose el uno al otro.
Se suele considerar al asteroide dino-asesino como una única roca con un diámetro de 7 a 10 kilómetros, pero en realidad pudo haber sido dos rocas distantes entre sí con ese diámetro combinado.
La sorprendente conclusión proviene de una reevaluación de la proporción de los cráteres de asteroides en la Tierra que fueron formados por impactos binarios. También podrían ser malas noticias para quienes esperan proteger nuestro mundo de colisiones catastróficas en el futuro.
La Tierra exhibe las cicatrices de impactos de asteroides dobles: los Lagos Clearwater cerca de la bahía de Hudson en Canadá, por ejemplo, son en realidad cráteres gemelos que se formaron hace unos 290 millones de años. Sin embargo, los ejemplos como Clearwater son raros. Solo 1 de 50 cráteres en la Tierra son dobles.
Discordancia binaria
Es un rompecabezas, ya que los conteos de las rocas que circulan en la vecindad de la Tierra sugieren que las binarias son muy comunes. "Se ha sabido durante 15 años que alrededor del 15 por ciento de los asteroides cercanos a la Tierra son binarios", dice Katarina Miljković del Instituto de Física Terrestre en París, Francia. Si fuese así, el 15% de los cráteres de impacto de la Tierra deberían ser resultado de impactos dobles. ¿Por qué la cantidad real parece ser mucho menor?
Miljković y sus colegas han encontrado una explicación. Realizaron simulaciones informáticas de asteroides binarios impactando la Tierra y descubrieron que a menudo forman un único cráter.
Esto tiene sentido, dado que un cráter puede tener 10 veces el diámetro del asteroide que lo forma. El equipo descubrió que solo en casos excepcionales que involucran dos asteroides pequeños muy distantes entre sí es seguro que formarán dos cráteres distintos. Las simulaciones de los investigadores confirmaron que tales asteroides binarios son lo bastante raros para explicar por qué los cráteres dobles dan cuenta de solo el 2% de todos los cráteres de la Tierra.
Una implicación obvia es que los asteroides binarios impactan la Tierra más a menudo de lo que los registros de los cráteres parecen sugerir, lo que influye a su vez en los esfuerzos por prevenir impactos futuros.
No muy simétrico
Las simulaciones también sugieren que es posible identificar cuáles cráteres individuales de la Tierra tienen origen binario. Estos cráteres deberían ser sutilmente asimétricos, lo que convierte al cráter cerca de Chicxulub en México - que se piensa que es el resultado de un impacto de asteroide ocurrido hace 65,5 millones de años que aniquiló a los dinosaurios- en un fuerte candidato.
"El cráter de Chicxulub muestra algunas asimetrías importantes", dice Miljković. "Vale la pena considerar que fue formado por un asteroide binario".
Petr Pravec de la Academia de Ciencias de la República Checa en Ondřejov está de acuerdo con Miljković en que las características del cráter lo convierten en un candidato particularmente probable.
Estudiar las anomalías gravitatorias creadas por un impacto es una poderosa manera de descubrir más acerca de un cráter; especialmente uno que ahora está enterrado, como el cráter de Chicxulub. Pravec dice que los estudios de gravedad recientes llevados a cabo en la región de impacto de Chicxulub apoyan la suposición de Miljković. "Las marcas también sugirieron que el cráter de Chicxulub pudo haberse formado por el impacto de un asteroide binario", dice.
¿Cómo pudo haberse visto el asteroide binario de Chicxulub? Las simulaciones de Miljković, junto con el diámetro del cráter de alrededor de 180 km, y su forma, sugieren que pudieron haber sido dos rocas con un diámetro combinado de 7 a 10 km (el mismo diámetro de la roca individual anteriormente imaginada como culpable). Los asteroides gemelos podrían haber estado separados por hasta 80 km, dice, "pero estas cifras solo son pautas".
Se ha sospechado durante mucho tiempo que los asteroides binarios pueden generar un único cráter, dice Jean-Luc Margot de la Universidad de California, Los Ángeles. "El nuevo estudio pone a esta conjetura una base analítica sólida".
Se suele considerar al asteroide dino-asesino como una única roca con un diámetro de 7 a 10 kilómetros, pero en realidad pudo haber sido dos rocas distantes entre sí con ese diámetro combinado.
La sorprendente conclusión proviene de una reevaluación de la proporción de los cráteres de asteroides en la Tierra que fueron formados por impactos binarios. También podrían ser malas noticias para quienes esperan proteger nuestro mundo de colisiones catastróficas en el futuro.
La Tierra exhibe las cicatrices de impactos de asteroides dobles: los Lagos Clearwater cerca de la bahía de Hudson en Canadá, por ejemplo, son en realidad cráteres gemelos que se formaron hace unos 290 millones de años. Sin embargo, los ejemplos como Clearwater son raros. Solo 1 de 50 cráteres en la Tierra son dobles.
Discordancia binaria
Es un rompecabezas, ya que los conteos de las rocas que circulan en la vecindad de la Tierra sugieren que las binarias son muy comunes. "Se ha sabido durante 15 años que alrededor del 15 por ciento de los asteroides cercanos a la Tierra son binarios", dice Katarina Miljković del Instituto de Física Terrestre en París, Francia. Si fuese así, el 15% de los cráteres de impacto de la Tierra deberían ser resultado de impactos dobles. ¿Por qué la cantidad real parece ser mucho menor?
Miljković y sus colegas han encontrado una explicación. Realizaron simulaciones informáticas de asteroides binarios impactando la Tierra y descubrieron que a menudo forman un único cráter.
Esto tiene sentido, dado que un cráter puede tener 10 veces el diámetro del asteroide que lo forma. El equipo descubrió que solo en casos excepcionales que involucran dos asteroides pequeños muy distantes entre sí es seguro que formarán dos cráteres distintos. Las simulaciones de los investigadores confirmaron que tales asteroides binarios son lo bastante raros para explicar por qué los cráteres dobles dan cuenta de solo el 2% de todos los cráteres de la Tierra.
Una implicación obvia es que los asteroides binarios impactan la Tierra más a menudo de lo que los registros de los cráteres parecen sugerir, lo que influye a su vez en los esfuerzos por prevenir impactos futuros.
No muy simétrico
Las simulaciones también sugieren que es posible identificar cuáles cráteres individuales de la Tierra tienen origen binario. Estos cráteres deberían ser sutilmente asimétricos, lo que convierte al cráter cerca de Chicxulub en México - que se piensa que es el resultado de un impacto de asteroide ocurrido hace 65,5 millones de años que aniquiló a los dinosaurios- en un fuerte candidato.
"El cráter de Chicxulub muestra algunas asimetrías importantes", dice Miljković. "Vale la pena considerar que fue formado por un asteroide binario".
Petr Pravec de la Academia de Ciencias de la República Checa en Ondřejov está de acuerdo con Miljković en que las características del cráter lo convierten en un candidato particularmente probable.
Estudiar las anomalías gravitatorias creadas por un impacto es una poderosa manera de descubrir más acerca de un cráter; especialmente uno que ahora está enterrado, como el cráter de Chicxulub. Pravec dice que los estudios de gravedad recientes llevados a cabo en la región de impacto de Chicxulub apoyan la suposición de Miljković. "Las marcas también sugirieron que el cráter de Chicxulub pudo haberse formado por el impacto de un asteroide binario", dice.
¿Cómo pudo haberse visto el asteroide binario de Chicxulub? Las simulaciones de Miljković, junto con el diámetro del cráter de alrededor de 180 km, y su forma, sugieren que pudieron haber sido dos rocas con un diámetro combinado de 7 a 10 km (el mismo diámetro de la roca individual anteriormente imaginada como culpable). Los asteroides gemelos podrían haber estado separados por hasta 80 km, dice, "pero estas cifras solo son pautas".
Se ha sospechado durante mucho tiempo que los asteroides binarios pueden generar un único cráter, dice Jean-Luc Margot de la Universidad de California, Los Ángeles. "El nuevo estudio pone a esta conjetura una base analítica sólida".
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