Traducción para SOTT en español por El Averiguador
Comentario: Este es el quinto de una serie de 12 artículos escritos en 2006 conmemorando (en ese momento) el 43 aniversario del asesinato de JFK. Este 22 de noviembre de 2013 es el 50º aniversario de lo que puede, en retrospectiva, ser llamado: "El día que América murió".
Cualquiera que se haya tomado el tiempo para estudiar los hechos sobre aquel fatídico día en Dallas, ya sabrá que JFK fue asesinado deliberadamente por una cábala de belicistas psicópatas que se oponían a sus planes para un mundo más pacífico.
Esa misma camarilla sigue en el poder hoy en día, y se ha ampliado su alcance en todo el mundo.
John Fitzgerald Kennedy era un hombre que aparentemente utilizó al sistema para ser electo y después, una vez en el cargo, dejó conocerse por quien realmente era, acerca de cambiar las cosas y ayudar a las masas, y murió por ello.
Estaremos presentando un artículo por día entre hoy y el aniversario. Si te perdiste la cuarta parte puedes leerla aquí.
Usted puede encontrar el resto de la serie de JFK en la barra derecha de Sott en español.
Si no le apetece leer, simplemente tómese el tiempo para ver la versión producida de Sott.net y QFG de "Pruebas de falsificación - El asesinato de Estados Unidos" (Subtitulado al español), un set de tres discos que presenta tomas de archivo que no le dejarán ninguna duda de quién mató a JFK y por qué.
Hoy quiero volver a mi proyecto sobre JFK. Dentro de 12 días es el aniversario 43 del asesinato - un virtual golpe de estado por parte de la América Corporativa y sus varias conexiones. Como mencioné al empezar esta serie en conmemoración a John F. Kennedy, un cercano y cuidadoso estudio de la historia americana revela que el sistema americano fue establecido para promover el reinado de los ricos. Fue un Calvinismo con un toque, y ese toque era que atraía a personas desviadas sin conciencia para quienes parecía que el sistema Capitalista se había inventado.
Solo para llegar al punto, permítanme presentar algunas definiciones de la Web sobre el Capitalismo a considerar:
El capitalismo como se practica en América ha probado ser una falla colosal. El comunismo como fue practicado en Rusia y en otros lugares ha probado ser un desastre. El fascismo practicado en Alemania e Italia fue catastrófico para todo el mundo. El socialismo en su sentido estricto no es mejor que el resto.
El problema es, al parecer, que las personas que fabrican estas teorías sociales son lisa y llanamente desviadas. Andzrej Lobaczewski escribe sobre este problema: Noten las variadas referencias a la falta de comprensión psicológica y apercibimiento de la realidad; este es el factor principal de los fallidos sistemas sociales: no toman en cuenta la realidad y a los verdaderos seres humanos.
Ser dueños de la propiedad es importante para los seres humanos. Todos quieren - y necesitan - su propio espacio inviolable. El viejo dicho "la casa de un hombre es su castillo" habla de esta realidad. Los seres humanos también quieren dar regalos a aquellos que aman, incluyendo las cosas que han acumulado en el transcurso de sus vidas; es una forma de inmortalidad que una persona pueda entregar un legado a sus hijos bajo la forma de cosas que han amado y apreciado. Tal necesidad psicológica del ser humano debe ser considerada al formular un sistema social. Entonces, obviamente, el socialismo y el comunismo, si se interpreta como algo que niega la propiedad privada, nunca funcionará con seres humanos reales.
Al mismo tiempo, cualquier sistema, como el capitalista, que está diseñado para concentrar dinero en manos de los más despiadados, tampoco toma en cuenta la psicología humana. Efectivamente, favorece a la psicopatía, pero tiende, con el pasar del tiempo, a excluir los logros de seres humanos que poseen conciencia y sienten responsabilidad para con sus pares. Lobaczewski amplía sobre este problema y lo siguiente debe leerse con la Gran Sociedad Capitalista en mente:
Hoy, veamos los puntos de vistas sociales que tenía John Kennedy según Farewell America; de qué manera percibía la necesidad de cambiar el mundo por los más necesitados y oprimidos en la sociedad americana. Eso nos da la medida de este hombre: buscaba la manera de ayudar a los oprimidos y los desfavorecidos. Ten en mente también el hecho que EEUU era el último país "moderno" del mundo en abolir la esclavitud como parte de su sistema económico - el Capitalismo.
Negros
En 1960, el Dr. Martin Luther King llamó a sus compañeros negros a votar por el Senador de Massachusetts, y el 78% respondió a su pedido. Una encuesta del año 1962 reveló que los negros eligieron al Dr. King como su héroe favorito, seguido de cerca por John Fitzgerald Kennedy. Kennedy inspira el respeto y entusiasmo entre muchos de ellos. Pero la mayoría lo vieron, si bien no como su redención, al menos como la mejor carta en sus débiles manos.
Pocos días después de la asunción de Kennedy, el 1 de febrero de 1961, James Farmer, presidente de CORE (1), inauguró el movimiento de los Jinetes de la Libertad. Cientos de integracionistas militantes, entrenados en pasiva resistencia y preparados para enfrentar la brutalidad de la policía local, fueron enviados para poner a prueba instalaciones de segregación en el sur. Solo en el mes de mayo, hubo 24 marchas y protestas. Kennedy, que en aquel momento estaba atareado con problemas internacionales, prefirió no atacar el problema de los negros durante sus dos primeros años en el cargo, sino actuar a través de las agencias federales intermediarias, y en particular a través de su hermano, el Fiscal General.
En noviembre de 1961, la Corte Suprema legisló en contra de la segregación en hoteles y restaurantes. Hubo cierta resistencia local, pero el verdadero problema estaba en otro lugar, en los rubros del empleo, educación y vivienda. En 1961, el desempleo era el doble entre los negros en comparación con los blancos. Era particularmente difícil lograr un empleo igualitario en la industria. El problema era mucho más complejo de lo que parecía. Involucraba entrenamiento y reentrenamiento vocacional, y dependía de la migración de la población y la actitud de los sindicatos comerciales.
La administración Kennedy aumentó las contrataciones de empleados negros para el gobierno federal (2). Las agencias federales, como las administraciones de vivienda y veteranos fueron requeridas que justificaran por qué empleaban un porcentaje tan bajo de negros. El Comité de Oportunidad Equitativa de Empleo recibió poderes para cancelar contratos gubernamentales en los que se establecía que las empresas participantes practicaban discriminación racial. Esta medida afectó a 38.000 empresas. Incluso la autoridad del comité se extendió a las empresas constructoras de edificios financiados por proyectos federales. No pasó mucho tiempo antes que el gobierno federal fuera acusado de discriminación laboral por favorecer a los negros. Cuando un oficial federal empleaba a una persona blanca, se le pedía que expusiera porqué no había elegido a un negro en su lugar. A las agencias federales se les pidió que demostraran porqué habían empleado gente blanca para ciertas posiciones para las cuales había personas negras disponibles.
Tres negros fueron promovidos a posiciones de supervisión en la Oficina de Correos de Dallas en junio de 1963. El primero de los negros estaba en la posición 54 de la lista de ascensos. La Federación Unida de Empleados de Correos y la Asociación Nacional de Carteros presentó una protesta formal. Oficiales del correo insistieron que los tres negros eran altamente calificados, y que era incorrecto asumir que los 53 blancos delante de ellos eran mejores. El Asistente General de Correos, Richard J. Murphy, sugirió que sus posiciones inferiores podrían haber sido resultado de discriminación racial.
Los críticos reclamaron que había dos categorías de mecanógrafos empleados por el Departamento de Trabajo: chicas blancas, a las que se le pedía que escribieran al menos 40 palabras por minuto, y negros, para quienes 20 eran suficiente. Discrepancias similares con respecto a la calificación profesional parecían existir en las administraciones de Seguridad Social y de Veteranos.
Sin embargo, responsables de la administración Kennedy negaron la existencia de una cuota de empleos para negros. El 9 de julio de 1963, en Nueva York, un miembro de la Comisión de Derechos Humanos demandó sanciones contra Anne M. Kelly, funcionaria del Consejo de Comercio de la Ciudad de Nueva York que había expresado su preferencia por una secretaria blanca.
Esta forma de presión produjo resultados. Aunque los negros representaban solo el 10.5% de la población durante el año fiscal que terminaba el 30 de junio de 1962, sumaban el 17% de los 62.633 trabajos de servicio civil durante el mismo período. (3) Entre junio de 1961 y junio de 1963, el porcentaje de negros empleados en los grados medios del servicio civil aumentaron un 35.5% y en los grados superiores en un 88.2%. El Fiscal General Robert Kennedy designó 40 fiscales negros.
Las reacciones fueron vehementes. El Senador John Stennis de Missisipi declaró en el Senado, "Si se designan empleados federales solo porque son miembros de la comunidad negra, no solo se estará violando las leyes de servicio civil, sino que desalentarán y evitarán que personas blancas calificadas apliquen para empleos".
El editor negro S. B. Fuller declaró que los negros solo deberían buscar posiciones en las que fueran calificados para mantenerlas, y el Representante Huddleston de Alabama señaló, "el favoritismo es la regla y la completa indiferencia del sistema de merecimientos es la actitud que ahora prevalece".
El presidente de la Comisión de Servicios Civiles de EEUU, John W. Macy, Jr., rechazó estos ataques, diciendo: "Lo que intentamos hacer es dar a todos los ciudadanos iguales oportunidades para competir por posiciones federales. Lo que decimos es que el negro tuvo que esperar mucho, y es bienvenido al servicio federal si alcanza las calificaciones apropiadas". Y agregó, "El gobierno no puede vender la idea de emplear más negros para las empresas privadas si no da el ejemplo".
El gobierno federal no tenía autoridad legal para obligar a los empleadores a que tomen negros. La administración, en consecuencia, intento actuar por otros medios, por ejemplo a través del entrenamiento vocacional en centros que eran parcialmente subsidiados por el gobierno federal. La AFL-CIO contó 1.5 millones de negros entre sus 13.5 millones de miembros, pero muchos sindicatos comerciales rechazaron admitir negros, y las reglas de los sindicatos constituyeron un gran obstáculo para los esfuerzos del gobierno. Muchos de los sindicatos estaban preocupados acerca del trato preferencial para los negros. Consideraban que cualquier favor acordado con los negros solo podía ser perjudicial para los blancos. (4)
Simultáneamente, Washington intervino directamente en la integración de colegios y universidades. En el mismo día de la asunción de Kennedy, el 20 de enero de 1961, James Meredith, un negro, pidió admisión en la Universidad de Missisipi. En septiembre de 1962, Missisipi comenzó una batalla en respaldo de su Gobernador, Ross Barnett, contra la admisión de Meredith. Varias personas fueron heridas y dos fueron asesinadas. Un miembro anónimo de la facultad de la Universidad de Leyes de Harvard declaró en el informe de la Comisión de Derechos Civiles (1962) que en Missisipi, "ciudadanos de EEUU habían sido baleados, por perros viciosos, y fueron aterrorizados porque deseaban votar...A los estudiantes les dispararon, los ministros fueron agredidos...niños, al borde de la inanición, han sido privados de asistencia por los crueles y discriminatorios actos de los funcionarios de Missisipi que administran los fondos Federales".
Meredith ingresó a la Universidad de Missisipi bajo la protección de 16.000 soldados federales. La gente del sur, pero también muchos otros americanos, sintieron que esto no era una integración, sino la presión de una minoría. En Missisipi y a través del sur hasta la frontera con México, la gente se dio cuenta que su estilo de vida estaba llegando a su fin. William Faulkner escribió, "Si tuviera que elegir entre el gobierno de EEUU y el de Missisipi, elegiría el de Missisipi, incluso si eso significa que tenga que salir a la calle a disparar negros..."
Con el apoyo de Kennedy, la marea de la Revolución Negra arrasó Nashville, Raleigh y Greensboro, Cambridge, Albany, Selma. Oleadas de negros marcharon, oraron, realizaron sentadas y requisas de máquinas de votación, sabiendo que tenían el apoyo del gobierno federal.
Durante el año escolar de 1962-63, solo Alabama, Missisipi y Carolina del Sur, de todos los estados sureños, continuaron manteniendo escuelas totalmente segregadas. (5) Las escuelas privadas y universidades presentaban un problema completamente diferente. (6)
Pero el problema de los negros había superado el nivel local o regional. No solo se había vuelto una preocupación nacional, sino que se había desplazado geográficamente. El norte, en el amplio sentido del término - todos los estados a excepción de los once del sur - ahora tenían mayoría de población negra, (7) y la migración de negros hacia las grandes ciudades del norte aumentaban año tras año. (8) Solo en la ciudad de Nueva York, la población de negros (más de un millón) era mayor que la de las siete ciudades más grandes del sur. La ciudad con el porcentaje más alto de negros en 1950 había sido Jackson, Missisipi. En 1960, fue Washington, DC. (9). Entre 1950 y 1960, 1.5 millones de negros emigraron hacia el norte. El negro siempre sueña con otra ciudad que no sea la de su nacimiento. Actualmente, los expertos estiman que antes del fin de este siglo, a excepción de la ciudad de Nueva York quizás, la mayoría de las 50 grandes ciudades de EEUU tendrán más del 50% de negros. (10) Esta es una de las más importantes migraciones raciales en la historia de la humanidad, y es seguro que si una guerra civil se desatara nuevamente en EEUU, esta vez sería en el norte.
Tan rápido como los negros se movían hacia las ciudades, los blancos se dirigían a los suburbios. En el sur, la integración fue resistida en casi todos los ámbitos: escuelas, tiendas, teatros, hoteles, restaurantes. En el norte, los negros siempre habían sido, en teoría, admitidos en estas instalaciones de la misma manera que los blancos, pero el importante aumento de la población negra creó un problema persistente en los colegios. Las instalaciones educacionales en el norte fueron teóricamente integradas, pero los niños blancos dajaban las escuelas al mismo tiempo que ingresaban niños negros. (11)
Los líderes negros demandaron que los alumnos sean transportados en ómnibus hacia otros vecindarios para mantener un balance racial en los colegios, y la administración de Kennedy apoyó en primera instancia sus demandas. Los negros querían representación proporcional en todos lados. Pero los traslados de alumnos eran prácticamente por cortas distancias, y provocaron fuertes protestas en los suburbios blancos. Líderes de derechos civiles señalaron que esto era causa de la segregación de facto. (12)
Abandonados por sus habitantes blancos, ciertos barrios de la ciudad se convirtieron en 100% negros. Los negros que querían salir de estos ghettos intentaron comprar casas en barrios blancos, pero generalmente los dueños blancos o agentes del estado rechazaban venderles, o no eran capaces de obtener la hipoteca. Las alianzas restrictivas mediante las cuales los dueños de casas en un vecindario no vendían a negros fueron declaradas ilegales en algunos estados.
El gobierno federal luchó contra la discriminación en todos los frentes. Su arma principal era de 70 a 80 billones de dólares en fondos de ayuda federal. El 11 de junio de 1963, Kennedy se dirigió a la nación sobre el tema de los derechos civiles. A la semana siguiente, envió su proyecto de derechos civiles al Congreso.
Esta legislación sobre derechos civiles no era simplemente, como muchos extranjeros asumieron, una nueva Declaración de Derechos Humanos. Para muchos americanos, pareció ser más una amenaza a su sistema tradicional de libre empresa y para el balance de la sociedad misma. En julio de 1963, US News y World Report titularon uno de sus artículos, "El Plan de Derechos Civiles y tus negocios". Los sureños no fueron los únicos en protestar. (13) Las reacciones fueron vertiginosas a través de todo el país, incluso en regiones donde la población de negros era prácticamente inexistente. No solo el presidente, sino los gobernadores, senadores y representantes se convirtieron en objetivos de críticas. Varios miembros del Congreso quedaron en medio del fuego cruzado entre los blancos, las varias minorías étnicas (polacos, italianos, judíos) y los sindicatos. América se preguntó a sí misma, "¿Dónde terminará todo esto?".
Algunos esperaban que el Proyecto de Kennedy fuera completamente reformulado en el Congreso, y muchos sintieron que los derechos civiles serían para Kennedy en 1964 lo que su catolicismo había sido en 1960. Los analistas políticos calcularon que no solo perdería automáticamente todo el sur, sino también Illinois, New Jersey, Missouri, y Michigan. (14) A veces se sentía que los "derechos civiles" constituían una infracción a los derechos de los blancos, particularmente de aquellos que, a diferencia de los Kennedy, no tenían el dinero para enviar a sus hijos a colegios privados, (15) para quedarse en el Carlyle, (16) vivir en un adinerado vecindario, o ser dueño de una segunda casa. (17)
Para el ciudadano promedio, las leyes de apertura constituían una violación de su libertad personal. Demandaban la libertad de elegir sus propios inquilinos y vecinos. Bajo las nuevas leyes, una corte federal podía emitir un requerimiento judicial forzando al dueño de un hotel a admitir negros en su establecimiento, y quedaba expuesto a ser arrestado si se negaba. Los clubes de country que hacían disponibles sus instalaciones a los invitados de un hotel vecino serían obligados a admitir a todos, sin tener en cuenta su color. Los salones de belleza de los hoteles, las piscinas, tiendas de ropa, bares, dentistas y doctores ya no podían rehusarse a atender clientes negros. Cualquiera que se sintiera víctima de discriminación en cualquier lugar podía presentar una demanda ante las cortes federales. De encontrarse culpable, el ofensor podía ser obligado a pagar los costos de la corte, y podría incluso ser enviado a prisión.
Las implicaciones de esta legislación fueron muchas. Si un banco se rehusaba a garantizar una hipoteca a un negro que quería comprar una casa en un barrio blanco, por ejemplo, si temía que el valor de la casa cayera si el barrio se convertía en negro, podría ser acusado de discriminación racial, y la Corporación Federal de Seguros de Depósitos podía retener su garantía de seguro. El gobierno federal podía recortar toda la ayuda federal, para la construcción de una autopista estatal, por ejemplo, si alguno de los contratantes del proyecto era encontrado culpable de discriminación racial. Si, en cualquier empresa con más de 15 empleados, un empleado se quejaba de haber sido despedido por su raza, el caso podía ser tomado por el Comité de Oportunidad Igualitaria de Empleo que, si encontraba culpable a la compañía, podría obligarla a recontratar al empleado. En ciertos casos, la legislación podía ser utilizada incluso para hacer cumplir prácticas de ascensos "justas" dentro de una compañía. La ayuda federal para la construcción de viviendas también comprendía las mismas restricciones. (18)
Esta legislación aparentemente justa, con la reserva de que perjudicaba las clases media y baja de blancos en su mayoría, de hecho dejó el camino abierto a toda clase de abusos. Muchos americanos pensaron que había ido demasiado lejos - incluso los judíos que habitualmente eran víctimas de discriminación en clubes de country, hoteles y colegios privados. Puso en duda el principio sacrosanto del respeto por el individuo y de la libre empresa por parte del gobierno federal.
La elección de Kennedy era clara, aunque debía haber sabido que solo con la legislación no resolvería el problema de los negros. Para restaurar la identidad de los negros, era necesario reformar la estructura de la sociedad americana.
La economía era una parte importante del problema, pero no era la única, ni la más esencial. Aquellos que se oponían al Proyecto Kennedy produjeron estadísticas para mostrar que, desde el punto de vista internacional, la posición económica del negro americano era muy satisfactoria, y que los negros progresaban a una velocidad muy diferente comparada a otros lugares del mundo (19). Hay razones para cuestionar si los derechos civiles no ocultaron, o al menos demoraron, el reconocimiento del verdadero problema, el problema mediante el cual el éxito de la legislación dependía.
Pero el problema del negro no es, primordialmente, un problema económico. Mientras permanecieran en el sur, los negros constituían una familia étnica que vivía su propia vida y tenía su propia cultura. Era una sociedad subordinada pero homogénea. Esta sociedad negra incluso practicaba la segregación interna. En Atlanta había una iglesia negra donde los negros de piel muy oscura no eran admitidos, y similares formas de discriminación no eran poco comunes en otros lugares.
En el norte, no había una gran familia étnica - solo una serie de ghettos o barrios residenciales negros. El negro en el norte del año 1963 era mucho más descorazonado que su hermano del sur, que, si no era confrontado con la segregación legal, no obstante se encontraba con la discriminación a cada lugar que iba. Poco a poco, su alma fue destruida. El negro americano se convirtió en un lisiado psicológico. ¿Qué podían significar los derechos civiles para los inadaptados desempleados sin metas que vagaban por las calles de Harlem o Watts, o para los adolescentes olvidados que se habían perdido en el mundo de las drogas y la prostitución? (20)
Muchos negros pensaron que John Kennedy, como su hermano Robert, no estaba de su lado ni en su contra - que sus acciones se basaban exclusivamente en el respeto por la Constitución y la creencia en la justicia. Recordaban esa frase de Mark Twain, "Los negros no son solo negros, también son hombres". Lo que buscaban no era solo el reconocimiento de su derecho a existir. Tampoco querían que los derechos civiles parecieran un regalo. Lamentaban que la emancipación de los esclavos no había sido el resultado de su propia insurrección. Intentaron convencerse a sí mismos que los primeros esclavos habían llegado a América con los peregrinos en el Mayflower y que el padre de la emancipación no era Abraham Lincoln, sino Frederick Douglass, un negro de Maryland. Pero dondequiera que fueran, siempre terminaban contra la pared.
La pared, para un negro, es la necesidad de ser amado. Los negros quieren amor, particularmente de aquellos que los desprecian - y no un amor condescendiente porque sean negros. James Baldwin está en lo cierto cuando dice, "Poder, eso es todo lo que un negro le pide a un blanco en estos días". Los negros no quieren un Lincoln blanco, quieren un Lincoln negro. Sin querer, Kennedy les recordó que son, por el momento, incapaces de producir un Kennedy negro. Stokely Carmichael diría después, "No confío en blancos que están interesados en negros".
La legislación de Kennedy apuntaba a los blancos, pero no le daría poder a los negros, ni lo hizo. Se lo tendrían que ganar ellos mismos. Así es como comienzan las revoluciones.
¿Actuó correctamente Kennedy al abrir las puertas de una revolución que, a largo plazo, podría destruir a América? ¿Es posible mantener a una minoría oprimida? ¿Podía haberse hecho de otra manera?
Esa no es la pregunta. Al menos, no es nuestro propósito responderla. Los Kennedy no inventaron, ni siquiera despertaron, el problema de los negros. Pero fueron los primeros en reconocerlo en su totalidad, y apelaron a la sensatez no solo de los blancos, sino también de los negros.
Durante los disturbios de Detroit, la Guardia Nacional tuvo la impresión de que estaba "en guerra con otro país", y el Gobernador Hughes de Nueva Jersey estaba probablemente más cerca de la verdad de lo que muchos sospechaban cuando declaró, "Estas personas dicen que odian a los blancos, pero en realidad, odian a América".
Un siglo de miseria, de desilusiones, de humillaciones, de brutalidad y odio han transformado a América en un cuerpo externo en la carne de la nación. El odio de los negros es tan fuerte que han dejado de odiarse a ellos mismos. Las mujeres negras han aprendido a usar su pelo ondulado, y los negros han adoptado un nuevo interés por su cultura. Incluso están volviendo a los dialectos africanos. Después de soñar con la integración en la gran mezcla que es América y de darse cuenta que solo son una suciedad gris en su superficie, encerrados en sus ghettos sin fronteras, los negros inevitablemente eligieron la independencia. Y cuando se propusieron ganársela en serio, incluso Rap Brown, quien llamó a "¡Matar!" habría sido sustituido.
Martin Luther King declaró que "Kennedy está haciendo todo lo que puede, pero lo mejor no es suficiente". Para la mayoría de los americanos, lo mejor era demasiado.
Kennedy imaginó su reforma de los derechos civiles como parte de una gran transformación moral, social, intelectual y económica de los EEUU. Sabía que "Esto no terminará antes de los primeros cien días. Tampoco terminará en los primeros mil días, ni en la vida de esta administración, quizás ni siquiera en nuestra vida en este planeta". Pero agregó que esa no era razón para no empezar. El 9 de octubre de 1962, en La Voz de América, Robert Kennedy había proclamado la creencia y la esperanza que compartía con su hermano: "Lo que el mundo ha visto en Missisipi es una nación democrática poniendo su casa en orden. Es la prueba de nuestra intensión de no vivir bajo el dominio del hombre, sino bajo el dominio de la ley".
Las reformas de Kennedy fuero, y solo podían ser, medias-medidas. Volvieron a la gente en su contra sin darle apoyo. (21)
La revolución negra fue, y es probablemente, inevitable. Hubiera ocurrido incluso sin derechos civiles, y sin Kennedy. Está escrita en las estadísticas de la migración, en los retumbes de otras, más distantes, revoluciones, en los complejos que producen la opresión, y especialmente en la indeleble color de piel de 20 millones de americanos. La ley no puede transformar a los negros en blancos. Los negros todavía son negros americanos, y no americanos negros.
La reforma de los derechos civiles probablemente no fue más que una medicina que sirvió para demorar la operación, y nadie puede decir si una cirugía salvará al paciente. En aquel momento, sin embargo, la legislación de Kennedy perturbó a América y aumentó sus ansiedades.
En una declaración emitida luego de una conferencia de dieciocho senadores sureños el 12 de junio de 1963, el senador Richard B. Russell, vocero clave del sur, dijo.
Notas:
1. El Congreso de Equidad Racial, fundado en 1942, tiene 80.000 miembros. Luego de apoyar una política de no-violencia en los 50's, se concentró en el movimiento por el Poder Negro en 1966.
2. La desegregación del empleo federal comenzó bajo la presidencia de Roosevelt. Entre 1932 y 1937, designó negros a su "Gabinete Negro", duplicó la cantidad de negros empleados por el gobierno federal, y el 25 de junio de 1941, prohibió la discriminación racial en las industrias de defensa. La segregación desapareció de la armada en 1950, durante la guerra con Corea. En 1954, la Corte Suprema prohibió la segregación en los colegios, y en 1956 en el transporte público. En 1957, el Acta de Derechos Civiles, que prohibía la discriminación para votar, fue aprobada por el Congreso. Pero mientras el problema de la segregación en el transporte fue resuelto, el problema de la segregación escolar permaneció: hubo serios disturbios en Tusca1oosa en 1956, y en Little Rock en 1957. El problema estalló en Nashville en 1960 acerca de la desegregación en restaurantes, y los derechos de votación de los negros fueron habitualmente obstruidos por las autoridades locales.
3. Este porcentaje era de un 25% en la Administración de Veteranos, y 20% en el Departamento de Correos.
4. En 1963, mientras el empleo de personas blancas continuaba aumentando (de 5.6% a 5.7%), el desempleo negro cayó del 11% al 10.9%.
5. El porcentaje de integración en los 8 otros estados sureños fue muy pequeño:
Arkansas: 0.25%
Louisiana: 0.04%
Virginia: 0.56%
Florida: 0.53%
Carolina del norte: 0.27%
Texas: 2.16%
Georgia: 0.01%
Tennessee: 1.13%
6. En 1962-1963, había 270.000 negros entre los 4.2 millones de estudiantes en universidades y colegios preparatorios. Algunos ejemplos.
Universidades privadas:
Columbia: 20 Negros de los 700 estudiantes.
Princeton: 15 de los 3,045.
Yale: 75 a 90 de los 8,350.
Universidades estatales:
Universidad de Illinois: 1,200 a 1,500 Negros de los 23,490.
Universidad de Pensilvania: 800 a 1,000 de los 10,350.
Universidad del Estado de Michigan: 300 a 500 de los 24,000.
Colegios preparatorios privados:
Georgetown (Maryland): l de los 276.
Groton (Massachusetts): 3 de los 200.
Lawrenceville (New Jersey): 0 de los 630.
Horace Mann (New York): 16 de los 600.
7. En 1950, 60% de la población negra (9.053.000) vivía en los once estados del sur, el restante 40% (4.989.000) en el norte. En 1963, solo 10.100.000 negros (49%) permanecieron en el sur. 51% de la población negra (10.400.000) vivían en el norte.
8. La migración fue alentada por los segregacionistas del sur, que financiaron la partida en ómnibus de cientos de miles de negros hacia el norte. El Consejo de Ciudadanos de Nueva Orleans inauguró estos "envíos" el 21 de abril de 1962.
9. Para otras ciudades del norte, los números poblacionales son los siguientes:
1950 1960
Washington 35% 54.8%
Newark 17.1% 34.4%
Baltimore 23.7% 35%
Detroit 16.2% 29.2%
St. Louis 18% 28.8%
Chicago 13.6% 26.7%
Philadelphia 18.1% 23.7%
10. Entre 1950 y 1960
994,000 Blancos se fueron de New York City y 172,000 Negros ingresaron
678,000 Chicago 153,000
344,000 Philadelphia 63,000
542,000 Detroit 82,000
211,000 Washington 134,000
Durante el mismo período:
Mississippi perdió 323,000 Negros y California sumó 354,000
Alabama 224,000 New York 282,000
South Carolina 218,000 Illinois 189,000
North Carolina 207,000 Ohio 133,000
Georgia 204,000 Michigan 127,000
Louisiana 92,000 New Jersey 112,000
Virginia 70,000 Florida 101,000
Tennessee 57,000 Pennsylvania 77,000
Hawaii 52,000 Dist. of Col. 54,000
W. Virginia 40,000 Indiana 45,000
Texas 27,000 Connecticut 39,000
Oklahoma 26,000 Maryland 36,000
Kentucky 15,000 Wisconsin 29,000
Arizona 10,000 Missouri 28,000
(Estadísticas de U.S. Publishing Corp., 1962)
11. Englewood, New Jersey, un suburbio de New York City, es un ejemplo típico. Sus escuelas siempre estuvieron integradas. Pero cuando la población negra aumentó a 27% (en una ciudad de 26.000 habitantes), una escuela primaria quedó con un 98% de negros, otra con un 65%, mientras que las otras permanecieron 90% blancas.
12. En Washington, tres cuartos de los colegios públicos no están realmente integrados: 27 son completamente negros, y otras 88 son entre 90 y 99% Negros. Diecisiete son de 90 a 99% blancos, y tres son totalmente blancos.
13. En Atlanta, un editor de un periódico de Georgia escribió en 1962: "¡Ahora está relativamente de moda integrarse!"
14. Sin embargo, el Acta de Derechos Civiles fue votada en 1964, el Acta de Derecho a Voto en 1965, y en 1966 se aprobó una ley que establecía como crimen federal la obstrucción de los derechos civiles penados con prisión perpetua.
15. Choate, el colegio preparatorio de Kennedy, tenía un estudiante negro de los 550 en 1963.
16. Un lujoso hotel en Manhattan donde los Kennedy se alojaban.
17. Los Kennedy tenían una casa de invierno en Palm Beach, un centro de invierno segregado.
18. De los 5905 empresas de construcción interrogadas acerca de las repercusiones de esta legislación, el 41.2% declaró que perderían entre el 50 y 75% de sus negocios, 1.3% que sus negocios aumentarían, 34.9% que no produciría ningún cambio, y 22.6% que no opinaron. (Estadísticas de US News y World Report)
19. En 1930, 3 de 4 negros eran empleados en plantaciones de algodón o como trabajadores no calificados. En 1963, este número había caído 1 de 3, y el 20% tenía trabajos no calificados.
El ingreso promedio de un americano blanco había aumentado un 475% desde 1940, de $1.112 a $5.287. El promedio negro para el mismo período había aumentado un 555%, de $460 a $3.015, y la discrepancia entre los ingresos de blancos y negros se achicaba día a día.
El ingreso promedio per cápita de un negro americano era 40% más elevado que el de un ciudadano soviético, y tres veces mayor que el promedio japonés.
Este promedio ($1.100 por año) cayó a la mitad entre el ingreso promedio per cápita de Australia ($1.200) y de Alemania Occidental ($1.040), y era igual al ingreso promedio per cápita de Inglaterra.
El promedio per cápita de algunos de los otros pueblos de piel oscura del mundo era (en comparación con los $1.100 del negro americano):
México: $300
Ghana: $200
Haití: $100
Congo: $70
India: $60
20. Tres de 4 americanos necesitados son negros. En 1963, el porcentaje de la población con ingresos menores a $300 por año era de 15.9% entre blancos y 43.1 entre negros.
21. El 10 de junio, solo un día después del discurso del presidente por los derechos civiles, la Guardia Nacional de Alabama fue puesta en acción para detener disturbios raciales, y el 19 de junio en Savannah, 3.000 negros protestaron contra blancos. El pánico se esparció por el Sur en la perspectiva de una invasión de negros a escuelas y distritos residenciales blancos. En los estados del sur, el odio hacia el presidente Kennedy estaba en su apogeo.
Al mismo tiempo, líderes militantes y extremistas negros, que ya habían atacado a Robert Kennedy el 28 de mayo por ser "demasiado débil", multiplicaron sus declaraciones amenazantes. En agosto de 1963, James Meredith, rindió sus exámenes finales. El 28 de agosto la marcha por los derechos civiles tuvo lugar en el capitolio al sonido de "Venceremos". La marcha de Washington marcó un cambio en la estrategia de los líderes por los derechos civiles. John Lewis, titular del Comité Coordinador de Estudiantes por la No-Violencia, preparó un discurso que contenía declaraciones tales como: "No esperaremos a que el presidente, el departamento de justicia o el Congreso, pero tomaremos la cuestión con nuestras propias manos y crearemos una fuente de poder externo a cualquier estructura nacional...Marcharemos por todo el sur, atravesando el corazón de Dixie, de la forma que lo hizo Sherman". (El Sr. Lewis eliminó estos pasajes luego que el Arzobispado Católico de Washington se opusiera)
El 9 de noviembre de 1963, Richard Nixon declaró que las "extravagantes promesas de campaña" del presidente Kennedy eran las grandes responsables de la crisis racial en EEUU.
Comentario: Este es el quinto de una serie de 12 artículos escritos en 2006 conmemorando (en ese momento) el 43 aniversario del asesinato de JFK. Este 22 de noviembre de 2013 es el 50º aniversario de lo que puede, en retrospectiva, ser llamado: "El día que América murió".
Cualquiera que se haya tomado el tiempo para estudiar los hechos sobre aquel fatídico día en Dallas, ya sabrá que JFK fue asesinado deliberadamente por una cábala de belicistas psicópatas que se oponían a sus planes para un mundo más pacífico.
Esa misma camarilla sigue en el poder hoy en día, y se ha ampliado su alcance en todo el mundo.
John Fitzgerald Kennedy era un hombre que aparentemente utilizó al sistema para ser electo y después, una vez en el cargo, dejó conocerse por quien realmente era, acerca de cambiar las cosas y ayudar a las masas, y murió por ello.
Estaremos presentando un artículo por día entre hoy y el aniversario. Si te perdiste la cuarta parte puedes leerla aquí.
Usted puede encontrar el resto de la serie de JFK en la barra derecha de Sott en español.
Si no le apetece leer, simplemente tómese el tiempo para ver la versión producida de Sott.net y QFG de "Pruebas de falsificación - El asesinato de Estados Unidos" (Subtitulado al español), un set de tres discos que presenta tomas de archivo que no le dejarán ninguna duda de quién mató a JFK y por qué.
Hoy quiero volver a mi proyecto sobre JFK. Dentro de 12 días es el aniversario 43 del asesinato - un virtual golpe de estado por parte de la América Corporativa y sus varias conexiones. Como mencioné al empezar esta serie en conmemoración a John F. Kennedy, un cercano y cuidadoso estudio de la historia americana revela que el sistema americano fue establecido para promover el reinado de los ricos. Fue un Calvinismo con un toque, y ese toque era que atraía a personas desviadas sin conciencia para quienes parecía que el sistema Capitalista se había inventado.
Solo para llegar al punto, permítanme presentar algunas definiciones de la Web sobre el Capitalismo a considerar:
Ahora, para ser justos, veamos las definiciones de Comunismo, la mortal amenaza al Capitalismo:
Socialismo:
No podemos dejar fuera al Fascismo:
Las definiciones mencionadas no son exhaustivas. Creo que es obvio para cualquier persona pensante que cada una de estas ideologías son más o menos extremas en una dirección u otra y cualquiera de ellas, practicadas en cualquier sociedad, originará problemas.
El capitalismo como se practica en América ha probado ser una falla colosal. El comunismo como fue practicado en Rusia y en otros lugares ha probado ser un desastre. El fascismo practicado en Alemania e Italia fue catastrófico para todo el mundo. El socialismo en su sentido estricto no es mejor que el resto.
El problema es, al parecer, que las personas que fabrican estas teorías sociales son lisa y llanamente desviadas. Andzrej Lobaczewski escribe sobre este problema: Noten las variadas referencias a la falta de comprensión psicológica y apercibimiento de la realidad; este es el factor principal de los fallidos sistemas sociales: no toman en cuenta la realidad y a los verdaderos seres humanos.
Ser dueños de la propiedad es importante para los seres humanos. Todos quieren - y necesitan - su propio espacio inviolable. El viejo dicho "la casa de un hombre es su castillo" habla de esta realidad. Los seres humanos también quieren dar regalos a aquellos que aman, incluyendo las cosas que han acumulado en el transcurso de sus vidas; es una forma de inmortalidad que una persona pueda entregar un legado a sus hijos bajo la forma de cosas que han amado y apreciado. Tal necesidad psicológica del ser humano debe ser considerada al formular un sistema social. Entonces, obviamente, el socialismo y el comunismo, si se interpreta como algo que niega la propiedad privada, nunca funcionará con seres humanos reales.
Al mismo tiempo, cualquier sistema, como el capitalista, que está diseñado para concentrar dinero en manos de los más despiadados, tampoco toma en cuenta la psicología humana. Efectivamente, favorece a la psicopatía, pero tiende, con el pasar del tiempo, a excluir los logros de seres humanos que poseen conciencia y sienten responsabilidad para con sus pares. Lobaczewski amplía sobre este problema y lo siguiente debe leerse con la Gran Sociedad Capitalista en mente:
John Kennedy parecía estar al tanto de estos problemas. Era un pensador, un filósofo, y un hombre que había surgido de la gente común. Si, efectivamente, fue el sistema capitalista el que había dado a su padre los medios para situar a la familia en la clase de elite, pero John Kennedy no era Joe Kennedy; vio que se necesitaban cambios, y la única manera de hacerlos era inmiscuirse en el mismo sistema para modificarlo. Esa es la razón por la que tuvo que morir. No creo que Kennedy quisiera crear un sistema completamente socialista, pero vio claramente que el capitalismo no estaba haciendo lo que se suponía que debía hacer: crear una próspera sociedad.
Hoy, veamos los puntos de vistas sociales que tenía John Kennedy según Farewell America; de qué manera percibía la necesidad de cambiar el mundo por los más necesitados y oprimidos en la sociedad americana. Eso nos da la medida de este hombre: buscaba la manera de ayudar a los oprimidos y los desfavorecidos. Ten en mente también el hecho que EEUU era el último país "moderno" del mundo en abolir la esclavitud como parte de su sistema económico - el Capitalismo.
Negros
El problema racial, la úlcera de América, estalla bajo la presidencia de Kennedy.
En 1960, el Dr. Martin Luther King llamó a sus compañeros negros a votar por el Senador de Massachusetts, y el 78% respondió a su pedido. Una encuesta del año 1962 reveló que los negros eligieron al Dr. King como su héroe favorito, seguido de cerca por John Fitzgerald Kennedy. Kennedy inspira el respeto y entusiasmo entre muchos de ellos. Pero la mayoría lo vieron, si bien no como su redención, al menos como la mejor carta en sus débiles manos.
Pocos días después de la asunción de Kennedy, el 1 de febrero de 1961, James Farmer, presidente de CORE (1), inauguró el movimiento de los Jinetes de la Libertad. Cientos de integracionistas militantes, entrenados en pasiva resistencia y preparados para enfrentar la brutalidad de la policía local, fueron enviados para poner a prueba instalaciones de segregación en el sur. Solo en el mes de mayo, hubo 24 marchas y protestas. Kennedy, que en aquel momento estaba atareado con problemas internacionales, prefirió no atacar el problema de los negros durante sus dos primeros años en el cargo, sino actuar a través de las agencias federales intermediarias, y en particular a través de su hermano, el Fiscal General.
En noviembre de 1961, la Corte Suprema legisló en contra de la segregación en hoteles y restaurantes. Hubo cierta resistencia local, pero el verdadero problema estaba en otro lugar, en los rubros del empleo, educación y vivienda. En 1961, el desempleo era el doble entre los negros en comparación con los blancos. Era particularmente difícil lograr un empleo igualitario en la industria. El problema era mucho más complejo de lo que parecía. Involucraba entrenamiento y reentrenamiento vocacional, y dependía de la migración de la población y la actitud de los sindicatos comerciales.
La administración Kennedy aumentó las contrataciones de empleados negros para el gobierno federal (2). Las agencias federales, como las administraciones de vivienda y veteranos fueron requeridas que justificaran por qué empleaban un porcentaje tan bajo de negros. El Comité de Oportunidad Equitativa de Empleo recibió poderes para cancelar contratos gubernamentales en los que se establecía que las empresas participantes practicaban discriminación racial. Esta medida afectó a 38.000 empresas. Incluso la autoridad del comité se extendió a las empresas constructoras de edificios financiados por proyectos federales. No pasó mucho tiempo antes que el gobierno federal fuera acusado de discriminación laboral por favorecer a los negros. Cuando un oficial federal empleaba a una persona blanca, se le pedía que expusiera porqué no había elegido a un negro en su lugar. A las agencias federales se les pidió que demostraran porqué habían empleado gente blanca para ciertas posiciones para las cuales había personas negras disponibles.
Tres negros fueron promovidos a posiciones de supervisión en la Oficina de Correos de Dallas en junio de 1963. El primero de los negros estaba en la posición 54 de la lista de ascensos. La Federación Unida de Empleados de Correos y la Asociación Nacional de Carteros presentó una protesta formal. Oficiales del correo insistieron que los tres negros eran altamente calificados, y que era incorrecto asumir que los 53 blancos delante de ellos eran mejores. El Asistente General de Correos, Richard J. Murphy, sugirió que sus posiciones inferiores podrían haber sido resultado de discriminación racial.
Los críticos reclamaron que había dos categorías de mecanógrafos empleados por el Departamento de Trabajo: chicas blancas, a las que se le pedía que escribieran al menos 40 palabras por minuto, y negros, para quienes 20 eran suficiente. Discrepancias similares con respecto a la calificación profesional parecían existir en las administraciones de Seguridad Social y de Veteranos.
Sin embargo, responsables de la administración Kennedy negaron la existencia de una cuota de empleos para negros. El 9 de julio de 1963, en Nueva York, un miembro de la Comisión de Derechos Humanos demandó sanciones contra Anne M. Kelly, funcionaria del Consejo de Comercio de la Ciudad de Nueva York que había expresado su preferencia por una secretaria blanca.
Esta forma de presión produjo resultados. Aunque los negros representaban solo el 10.5% de la población durante el año fiscal que terminaba el 30 de junio de 1962, sumaban el 17% de los 62.633 trabajos de servicio civil durante el mismo período. (3) Entre junio de 1961 y junio de 1963, el porcentaje de negros empleados en los grados medios del servicio civil aumentaron un 35.5% y en los grados superiores en un 88.2%. El Fiscal General Robert Kennedy designó 40 fiscales negros.
Las reacciones fueron vehementes. El Senador John Stennis de Missisipi declaró en el Senado, "Si se designan empleados federales solo porque son miembros de la comunidad negra, no solo se estará violando las leyes de servicio civil, sino que desalentarán y evitarán que personas blancas calificadas apliquen para empleos".
El editor negro S. B. Fuller declaró que los negros solo deberían buscar posiciones en las que fueran calificados para mantenerlas, y el Representante Huddleston de Alabama señaló, "el favoritismo es la regla y la completa indiferencia del sistema de merecimientos es la actitud que ahora prevalece".
El presidente de la Comisión de Servicios Civiles de EEUU, John W. Macy, Jr., rechazó estos ataques, diciendo: "Lo que intentamos hacer es dar a todos los ciudadanos iguales oportunidades para competir por posiciones federales. Lo que decimos es que el negro tuvo que esperar mucho, y es bienvenido al servicio federal si alcanza las calificaciones apropiadas". Y agregó, "El gobierno no puede vender la idea de emplear más negros para las empresas privadas si no da el ejemplo".
El gobierno federal no tenía autoridad legal para obligar a los empleadores a que tomen negros. La administración, en consecuencia, intento actuar por otros medios, por ejemplo a través del entrenamiento vocacional en centros que eran parcialmente subsidiados por el gobierno federal. La AFL-CIO contó 1.5 millones de negros entre sus 13.5 millones de miembros, pero muchos sindicatos comerciales rechazaron admitir negros, y las reglas de los sindicatos constituyeron un gran obstáculo para los esfuerzos del gobierno. Muchos de los sindicatos estaban preocupados acerca del trato preferencial para los negros. Consideraban que cualquier favor acordado con los negros solo podía ser perjudicial para los blancos. (4)
Simultáneamente, Washington intervino directamente en la integración de colegios y universidades. En el mismo día de la asunción de Kennedy, el 20 de enero de 1961, James Meredith, un negro, pidió admisión en la Universidad de Missisipi. En septiembre de 1962, Missisipi comenzó una batalla en respaldo de su Gobernador, Ross Barnett, contra la admisión de Meredith. Varias personas fueron heridas y dos fueron asesinadas. Un miembro anónimo de la facultad de la Universidad de Leyes de Harvard declaró en el informe de la Comisión de Derechos Civiles (1962) que en Missisipi, "ciudadanos de EEUU habían sido baleados, por perros viciosos, y fueron aterrorizados porque deseaban votar...A los estudiantes les dispararon, los ministros fueron agredidos...niños, al borde de la inanición, han sido privados de asistencia por los crueles y discriminatorios actos de los funcionarios de Missisipi que administran los fondos Federales".
Meredith ingresó a la Universidad de Missisipi bajo la protección de 16.000 soldados federales. La gente del sur, pero también muchos otros americanos, sintieron que esto no era una integración, sino la presión de una minoría. En Missisipi y a través del sur hasta la frontera con México, la gente se dio cuenta que su estilo de vida estaba llegando a su fin. William Faulkner escribió, "Si tuviera que elegir entre el gobierno de EEUU y el de Missisipi, elegiría el de Missisipi, incluso si eso significa que tenga que salir a la calle a disparar negros..."
Con el apoyo de Kennedy, la marea de la Revolución Negra arrasó Nashville, Raleigh y Greensboro, Cambridge, Albany, Selma. Oleadas de negros marcharon, oraron, realizaron sentadas y requisas de máquinas de votación, sabiendo que tenían el apoyo del gobierno federal.
Durante el año escolar de 1962-63, solo Alabama, Missisipi y Carolina del Sur, de todos los estados sureños, continuaron manteniendo escuelas totalmente segregadas. (5) Las escuelas privadas y universidades presentaban un problema completamente diferente. (6)
Pero el problema de los negros había superado el nivel local o regional. No solo se había vuelto una preocupación nacional, sino que se había desplazado geográficamente. El norte, en el amplio sentido del término - todos los estados a excepción de los once del sur - ahora tenían mayoría de población negra, (7) y la migración de negros hacia las grandes ciudades del norte aumentaban año tras año. (8) Solo en la ciudad de Nueva York, la población de negros (más de un millón) era mayor que la de las siete ciudades más grandes del sur. La ciudad con el porcentaje más alto de negros en 1950 había sido Jackson, Missisipi. En 1960, fue Washington, DC. (9). Entre 1950 y 1960, 1.5 millones de negros emigraron hacia el norte. El negro siempre sueña con otra ciudad que no sea la de su nacimiento. Actualmente, los expertos estiman que antes del fin de este siglo, a excepción de la ciudad de Nueva York quizás, la mayoría de las 50 grandes ciudades de EEUU tendrán más del 50% de negros. (10) Esta es una de las más importantes migraciones raciales en la historia de la humanidad, y es seguro que si una guerra civil se desatara nuevamente en EEUU, esta vez sería en el norte.
Tan rápido como los negros se movían hacia las ciudades, los blancos se dirigían a los suburbios. En el sur, la integración fue resistida en casi todos los ámbitos: escuelas, tiendas, teatros, hoteles, restaurantes. En el norte, los negros siempre habían sido, en teoría, admitidos en estas instalaciones de la misma manera que los blancos, pero el importante aumento de la población negra creó un problema persistente en los colegios. Las instalaciones educacionales en el norte fueron teóricamente integradas, pero los niños blancos dajaban las escuelas al mismo tiempo que ingresaban niños negros. (11)
Los líderes negros demandaron que los alumnos sean transportados en ómnibus hacia otros vecindarios para mantener un balance racial en los colegios, y la administración de Kennedy apoyó en primera instancia sus demandas. Los negros querían representación proporcional en todos lados. Pero los traslados de alumnos eran prácticamente por cortas distancias, y provocaron fuertes protestas en los suburbios blancos. Líderes de derechos civiles señalaron que esto era causa de la segregación de facto. (12)
Abandonados por sus habitantes blancos, ciertos barrios de la ciudad se convirtieron en 100% negros. Los negros que querían salir de estos ghettos intentaron comprar casas en barrios blancos, pero generalmente los dueños blancos o agentes del estado rechazaban venderles, o no eran capaces de obtener la hipoteca. Las alianzas restrictivas mediante las cuales los dueños de casas en un vecindario no vendían a negros fueron declaradas ilegales en algunos estados.
El gobierno federal luchó contra la discriminación en todos los frentes. Su arma principal era de 70 a 80 billones de dólares en fondos de ayuda federal. El 11 de junio de 1963, Kennedy se dirigió a la nación sobre el tema de los derechos civiles. A la semana siguiente, envió su proyecto de derechos civiles al Congreso.
Esta legislación sobre derechos civiles no era simplemente, como muchos extranjeros asumieron, una nueva Declaración de Derechos Humanos. Para muchos americanos, pareció ser más una amenaza a su sistema tradicional de libre empresa y para el balance de la sociedad misma. En julio de 1963, US News y World Report titularon uno de sus artículos, "El Plan de Derechos Civiles y tus negocios". Los sureños no fueron los únicos en protestar. (13) Las reacciones fueron vertiginosas a través de todo el país, incluso en regiones donde la población de negros era prácticamente inexistente. No solo el presidente, sino los gobernadores, senadores y representantes se convirtieron en objetivos de críticas. Varios miembros del Congreso quedaron en medio del fuego cruzado entre los blancos, las varias minorías étnicas (polacos, italianos, judíos) y los sindicatos. América se preguntó a sí misma, "¿Dónde terminará todo esto?".
Algunos esperaban que el Proyecto de Kennedy fuera completamente reformulado en el Congreso, y muchos sintieron que los derechos civiles serían para Kennedy en 1964 lo que su catolicismo había sido en 1960. Los analistas políticos calcularon que no solo perdería automáticamente todo el sur, sino también Illinois, New Jersey, Missouri, y Michigan. (14) A veces se sentía que los "derechos civiles" constituían una infracción a los derechos de los blancos, particularmente de aquellos que, a diferencia de los Kennedy, no tenían el dinero para enviar a sus hijos a colegios privados, (15) para quedarse en el Carlyle, (16) vivir en un adinerado vecindario, o ser dueño de una segunda casa. (17)
Para el ciudadano promedio, las leyes de apertura constituían una violación de su libertad personal. Demandaban la libertad de elegir sus propios inquilinos y vecinos. Bajo las nuevas leyes, una corte federal podía emitir un requerimiento judicial forzando al dueño de un hotel a admitir negros en su establecimiento, y quedaba expuesto a ser arrestado si se negaba. Los clubes de country que hacían disponibles sus instalaciones a los invitados de un hotel vecino serían obligados a admitir a todos, sin tener en cuenta su color. Los salones de belleza de los hoteles, las piscinas, tiendas de ropa, bares, dentistas y doctores ya no podían rehusarse a atender clientes negros. Cualquiera que se sintiera víctima de discriminación en cualquier lugar podía presentar una demanda ante las cortes federales. De encontrarse culpable, el ofensor podía ser obligado a pagar los costos de la corte, y podría incluso ser enviado a prisión.
Las implicaciones de esta legislación fueron muchas. Si un banco se rehusaba a garantizar una hipoteca a un negro que quería comprar una casa en un barrio blanco, por ejemplo, si temía que el valor de la casa cayera si el barrio se convertía en negro, podría ser acusado de discriminación racial, y la Corporación Federal de Seguros de Depósitos podía retener su garantía de seguro. El gobierno federal podía recortar toda la ayuda federal, para la construcción de una autopista estatal, por ejemplo, si alguno de los contratantes del proyecto era encontrado culpable de discriminación racial. Si, en cualquier empresa con más de 15 empleados, un empleado se quejaba de haber sido despedido por su raza, el caso podía ser tomado por el Comité de Oportunidad Igualitaria de Empleo que, si encontraba culpable a la compañía, podría obligarla a recontratar al empleado. En ciertos casos, la legislación podía ser utilizada incluso para hacer cumplir prácticas de ascensos "justas" dentro de una compañía. La ayuda federal para la construcción de viviendas también comprendía las mismas restricciones. (18)
Esta legislación aparentemente justa, con la reserva de que perjudicaba las clases media y baja de blancos en su mayoría, de hecho dejó el camino abierto a toda clase de abusos. Muchos americanos pensaron que había ido demasiado lejos - incluso los judíos que habitualmente eran víctimas de discriminación en clubes de country, hoteles y colegios privados. Puso en duda el principio sacrosanto del respeto por el individuo y de la libre empresa por parte del gobierno federal.
La elección de Kennedy era clara, aunque debía haber sabido que solo con la legislación no resolvería el problema de los negros. Para restaurar la identidad de los negros, era necesario reformar la estructura de la sociedad americana.
La economía era una parte importante del problema, pero no era la única, ni la más esencial. Aquellos que se oponían al Proyecto Kennedy produjeron estadísticas para mostrar que, desde el punto de vista internacional, la posición económica del negro americano era muy satisfactoria, y que los negros progresaban a una velocidad muy diferente comparada a otros lugares del mundo (19). Hay razones para cuestionar si los derechos civiles no ocultaron, o al menos demoraron, el reconocimiento del verdadero problema, el problema mediante el cual el éxito de la legislación dependía.
Pero el problema del negro no es, primordialmente, un problema económico. Mientras permanecieran en el sur, los negros constituían una familia étnica que vivía su propia vida y tenía su propia cultura. Era una sociedad subordinada pero homogénea. Esta sociedad negra incluso practicaba la segregación interna. En Atlanta había una iglesia negra donde los negros de piel muy oscura no eran admitidos, y similares formas de discriminación no eran poco comunes en otros lugares.
En el norte, no había una gran familia étnica - solo una serie de ghettos o barrios residenciales negros. El negro en el norte del año 1963 era mucho más descorazonado que su hermano del sur, que, si no era confrontado con la segregación legal, no obstante se encontraba con la discriminación a cada lugar que iba. Poco a poco, su alma fue destruida. El negro americano se convirtió en un lisiado psicológico. ¿Qué podían significar los derechos civiles para los inadaptados desempleados sin metas que vagaban por las calles de Harlem o Watts, o para los adolescentes olvidados que se habían perdido en el mundo de las drogas y la prostitución? (20)
Muchos negros pensaron que John Kennedy, como su hermano Robert, no estaba de su lado ni en su contra - que sus acciones se basaban exclusivamente en el respeto por la Constitución y la creencia en la justicia. Recordaban esa frase de Mark Twain, "Los negros no son solo negros, también son hombres". Lo que buscaban no era solo el reconocimiento de su derecho a existir. Tampoco querían que los derechos civiles parecieran un regalo. Lamentaban que la emancipación de los esclavos no había sido el resultado de su propia insurrección. Intentaron convencerse a sí mismos que los primeros esclavos habían llegado a América con los peregrinos en el Mayflower y que el padre de la emancipación no era Abraham Lincoln, sino Frederick Douglass, un negro de Maryland. Pero dondequiera que fueran, siempre terminaban contra la pared.
La pared, para un negro, es la necesidad de ser amado. Los negros quieren amor, particularmente de aquellos que los desprecian - y no un amor condescendiente porque sean negros. James Baldwin está en lo cierto cuando dice, "Poder, eso es todo lo que un negro le pide a un blanco en estos días". Los negros no quieren un Lincoln blanco, quieren un Lincoln negro. Sin querer, Kennedy les recordó que son, por el momento, incapaces de producir un Kennedy negro. Stokely Carmichael diría después, "No confío en blancos que están interesados en negros".
La legislación de Kennedy apuntaba a los blancos, pero no le daría poder a los negros, ni lo hizo. Se lo tendrían que ganar ellos mismos. Así es como comienzan las revoluciones.
¿Actuó correctamente Kennedy al abrir las puertas de una revolución que, a largo plazo, podría destruir a América? ¿Es posible mantener a una minoría oprimida? ¿Podía haberse hecho de otra manera?
Esa no es la pregunta. Al menos, no es nuestro propósito responderla. Los Kennedy no inventaron, ni siquiera despertaron, el problema de los negros. Pero fueron los primeros en reconocerlo en su totalidad, y apelaron a la sensatez no solo de los blancos, sino también de los negros.
Durante los disturbios de Detroit, la Guardia Nacional tuvo la impresión de que estaba "en guerra con otro país", y el Gobernador Hughes de Nueva Jersey estaba probablemente más cerca de la verdad de lo que muchos sospechaban cuando declaró, "Estas personas dicen que odian a los blancos, pero en realidad, odian a América".
Un siglo de miseria, de desilusiones, de humillaciones, de brutalidad y odio han transformado a América en un cuerpo externo en la carne de la nación. El odio de los negros es tan fuerte que han dejado de odiarse a ellos mismos. Las mujeres negras han aprendido a usar su pelo ondulado, y los negros han adoptado un nuevo interés por su cultura. Incluso están volviendo a los dialectos africanos. Después de soñar con la integración en la gran mezcla que es América y de darse cuenta que solo son una suciedad gris en su superficie, encerrados en sus ghettos sin fronteras, los negros inevitablemente eligieron la independencia. Y cuando se propusieron ganársela en serio, incluso Rap Brown, quien llamó a "¡Matar!" habría sido sustituido.
Martin Luther King declaró que "Kennedy está haciendo todo lo que puede, pero lo mejor no es suficiente". Para la mayoría de los americanos, lo mejor era demasiado.
Kennedy imaginó su reforma de los derechos civiles como parte de una gran transformación moral, social, intelectual y económica de los EEUU. Sabía que "Esto no terminará antes de los primeros cien días. Tampoco terminará en los primeros mil días, ni en la vida de esta administración, quizás ni siquiera en nuestra vida en este planeta". Pero agregó que esa no era razón para no empezar. El 9 de octubre de 1962, en La Voz de América, Robert Kennedy había proclamado la creencia y la esperanza que compartía con su hermano: "Lo que el mundo ha visto en Missisipi es una nación democrática poniendo su casa en orden. Es la prueba de nuestra intensión de no vivir bajo el dominio del hombre, sino bajo el dominio de la ley".
Las reformas de Kennedy fuero, y solo podían ser, medias-medidas. Volvieron a la gente en su contra sin darle apoyo. (21)
La revolución negra fue, y es probablemente, inevitable. Hubiera ocurrido incluso sin derechos civiles, y sin Kennedy. Está escrita en las estadísticas de la migración, en los retumbes de otras, más distantes, revoluciones, en los complejos que producen la opresión, y especialmente en la indeleble color de piel de 20 millones de americanos. La ley no puede transformar a los negros en blancos. Los negros todavía son negros americanos, y no americanos negros.
La reforma de los derechos civiles probablemente no fue más que una medicina que sirvió para demorar la operación, y nadie puede decir si una cirugía salvará al paciente. En aquel momento, sin embargo, la legislación de Kennedy perturbó a América y aumentó sus ansiedades.
En una declaración emitida luego de una conferencia de dieciocho senadores sureños el 12 de junio de 1963, el senador Richard B. Russell, vocero clave del sur, dijo.
CONTINUAR a la sexta parte:
"John F. Kennedy, J. Edgar Hoover, el crimen organizado y la ciudad global"
"John F. Kennedy, J. Edgar Hoover, el crimen organizado y la ciudad global"
Notas:
1. El Congreso de Equidad Racial, fundado en 1942, tiene 80.000 miembros. Luego de apoyar una política de no-violencia en los 50's, se concentró en el movimiento por el Poder Negro en 1966.
2. La desegregación del empleo federal comenzó bajo la presidencia de Roosevelt. Entre 1932 y 1937, designó negros a su "Gabinete Negro", duplicó la cantidad de negros empleados por el gobierno federal, y el 25 de junio de 1941, prohibió la discriminación racial en las industrias de defensa. La segregación desapareció de la armada en 1950, durante la guerra con Corea. En 1954, la Corte Suprema prohibió la segregación en los colegios, y en 1956 en el transporte público. En 1957, el Acta de Derechos Civiles, que prohibía la discriminación para votar, fue aprobada por el Congreso. Pero mientras el problema de la segregación en el transporte fue resuelto, el problema de la segregación escolar permaneció: hubo serios disturbios en Tusca1oosa en 1956, y en Little Rock en 1957. El problema estalló en Nashville en 1960 acerca de la desegregación en restaurantes, y los derechos de votación de los negros fueron habitualmente obstruidos por las autoridades locales.
3. Este porcentaje era de un 25% en la Administración de Veteranos, y 20% en el Departamento de Correos.
4. En 1963, mientras el empleo de personas blancas continuaba aumentando (de 5.6% a 5.7%), el desempleo negro cayó del 11% al 10.9%.
5. El porcentaje de integración en los 8 otros estados sureños fue muy pequeño:
Arkansas: 0.25%
Louisiana: 0.04%
Virginia: 0.56%
Florida: 0.53%
Carolina del norte: 0.27%
Texas: 2.16%
Georgia: 0.01%
Tennessee: 1.13%
6. En 1962-1963, había 270.000 negros entre los 4.2 millones de estudiantes en universidades y colegios preparatorios. Algunos ejemplos.
Universidades privadas:
Columbia: 20 Negros de los 700 estudiantes.
Princeton: 15 de los 3,045.
Yale: 75 a 90 de los 8,350.
Universidades estatales:
Universidad de Illinois: 1,200 a 1,500 Negros de los 23,490.
Universidad de Pensilvania: 800 a 1,000 de los 10,350.
Universidad del Estado de Michigan: 300 a 500 de los 24,000.
Colegios preparatorios privados:
Georgetown (Maryland): l de los 276.
Groton (Massachusetts): 3 de los 200.
Lawrenceville (New Jersey): 0 de los 630.
Horace Mann (New York): 16 de los 600.
7. En 1950, 60% de la población negra (9.053.000) vivía en los once estados del sur, el restante 40% (4.989.000) en el norte. En 1963, solo 10.100.000 negros (49%) permanecieron en el sur. 51% de la población negra (10.400.000) vivían en el norte.
8. La migración fue alentada por los segregacionistas del sur, que financiaron la partida en ómnibus de cientos de miles de negros hacia el norte. El Consejo de Ciudadanos de Nueva Orleans inauguró estos "envíos" el 21 de abril de 1962.
9. Para otras ciudades del norte, los números poblacionales son los siguientes:
1950 1960
Washington 35% 54.8%
Newark 17.1% 34.4%
Baltimore 23.7% 35%
Detroit 16.2% 29.2%
St. Louis 18% 28.8%
Chicago 13.6% 26.7%
Philadelphia 18.1% 23.7%
10. Entre 1950 y 1960
994,000 Blancos se fueron de New York City y 172,000 Negros ingresaron
678,000 Chicago 153,000
344,000 Philadelphia 63,000
542,000 Detroit 82,000
211,000 Washington 134,000
Durante el mismo período:
Mississippi perdió 323,000 Negros y California sumó 354,000
Alabama 224,000 New York 282,000
South Carolina 218,000 Illinois 189,000
North Carolina 207,000 Ohio 133,000
Georgia 204,000 Michigan 127,000
Louisiana 92,000 New Jersey 112,000
Virginia 70,000 Florida 101,000
Tennessee 57,000 Pennsylvania 77,000
Hawaii 52,000 Dist. of Col. 54,000
W. Virginia 40,000 Indiana 45,000
Texas 27,000 Connecticut 39,000
Oklahoma 26,000 Maryland 36,000
Kentucky 15,000 Wisconsin 29,000
Arizona 10,000 Missouri 28,000
(Estadísticas de U.S. Publishing Corp., 1962)
11. Englewood, New Jersey, un suburbio de New York City, es un ejemplo típico. Sus escuelas siempre estuvieron integradas. Pero cuando la población negra aumentó a 27% (en una ciudad de 26.000 habitantes), una escuela primaria quedó con un 98% de negros, otra con un 65%, mientras que las otras permanecieron 90% blancas.
12. En Washington, tres cuartos de los colegios públicos no están realmente integrados: 27 son completamente negros, y otras 88 son entre 90 y 99% Negros. Diecisiete son de 90 a 99% blancos, y tres son totalmente blancos.
13. En Atlanta, un editor de un periódico de Georgia escribió en 1962: "¡Ahora está relativamente de moda integrarse!"
14. Sin embargo, el Acta de Derechos Civiles fue votada en 1964, el Acta de Derecho a Voto en 1965, y en 1966 se aprobó una ley que establecía como crimen federal la obstrucción de los derechos civiles penados con prisión perpetua.
15. Choate, el colegio preparatorio de Kennedy, tenía un estudiante negro de los 550 en 1963.
16. Un lujoso hotel en Manhattan donde los Kennedy se alojaban.
17. Los Kennedy tenían una casa de invierno en Palm Beach, un centro de invierno segregado.
18. De los 5905 empresas de construcción interrogadas acerca de las repercusiones de esta legislación, el 41.2% declaró que perderían entre el 50 y 75% de sus negocios, 1.3% que sus negocios aumentarían, 34.9% que no produciría ningún cambio, y 22.6% que no opinaron. (Estadísticas de US News y World Report)
19. En 1930, 3 de 4 negros eran empleados en plantaciones de algodón o como trabajadores no calificados. En 1963, este número había caído 1 de 3, y el 20% tenía trabajos no calificados.
El ingreso promedio de un americano blanco había aumentado un 475% desde 1940, de $1.112 a $5.287. El promedio negro para el mismo período había aumentado un 555%, de $460 a $3.015, y la discrepancia entre los ingresos de blancos y negros se achicaba día a día.
El ingreso promedio per cápita de un negro americano era 40% más elevado que el de un ciudadano soviético, y tres veces mayor que el promedio japonés.
Este promedio ($1.100 por año) cayó a la mitad entre el ingreso promedio per cápita de Australia ($1.200) y de Alemania Occidental ($1.040), y era igual al ingreso promedio per cápita de Inglaterra.
El promedio per cápita de algunos de los otros pueblos de piel oscura del mundo era (en comparación con los $1.100 del negro americano):
México: $300
Ghana: $200
Haití: $100
Congo: $70
India: $60
20. Tres de 4 americanos necesitados son negros. En 1963, el porcentaje de la población con ingresos menores a $300 por año era de 15.9% entre blancos y 43.1 entre negros.
21. El 10 de junio, solo un día después del discurso del presidente por los derechos civiles, la Guardia Nacional de Alabama fue puesta en acción para detener disturbios raciales, y el 19 de junio en Savannah, 3.000 negros protestaron contra blancos. El pánico se esparció por el Sur en la perspectiva de una invasión de negros a escuelas y distritos residenciales blancos. En los estados del sur, el odio hacia el presidente Kennedy estaba en su apogeo.
Al mismo tiempo, líderes militantes y extremistas negros, que ya habían atacado a Robert Kennedy el 28 de mayo por ser "demasiado débil", multiplicaron sus declaraciones amenazantes. En agosto de 1963, James Meredith, rindió sus exámenes finales. El 28 de agosto la marcha por los derechos civiles tuvo lugar en el capitolio al sonido de "Venceremos". La marcha de Washington marcó un cambio en la estrategia de los líderes por los derechos civiles. John Lewis, titular del Comité Coordinador de Estudiantes por la No-Violencia, preparó un discurso que contenía declaraciones tales como: "No esperaremos a que el presidente, el departamento de justicia o el Congreso, pero tomaremos la cuestión con nuestras propias manos y crearemos una fuente de poder externo a cualquier estructura nacional...Marcharemos por todo el sur, atravesando el corazón de Dixie, de la forma que lo hizo Sherman". (El Sr. Lewis eliminó estos pasajes luego que el Arzobispado Católico de Washington se opusiera)
El 9 de noviembre de 1963, Richard Nixon declaró que las "extravagantes promesas de campaña" del presidente Kennedy eran las grandes responsables de la crisis racial en EEUU.
Comentario:
"La ponerología política, una ciencia de la naturaleza del mal, adaptada a propósitos políticos", de Andrzej Lobaczewski...
¡¡¡está finalmente disponible en español!!!
Como saben nuestros lectores, SOTT.net recomienda fervientemente su lectura. El estudio presentado en esta obra bien podría ser el MÁS importante que jamás haya leído.
El manuscrito original de esta obra fue arrojado al fuego minutos antes de una redada por parte de la policía secreta en la Polonia comunista.
La segunda copia, escrita nuevamente con mucho esfuerzo por científicos que trabajaron en condiciones intolerantes de violencia y represión, fue enviada por correo al Vaticano. Nunca se acusó recibo, y el manuscrito y todos los datos valiosos que contenía se extraviaron.
En 1984, Andrzej Łobaczewski, el último sobreviviente entre los investigadores a cargo de este estudio, redactó la tercera y última copia con todo lo que pudo recordar. Zbigniew Brzezinski obstaculizó su publicación.
Tras medio siglo de censura, este libro está finalmente disponible.
La ponerología política sorprende por sus sobrias descripciones clínicas sobre la verdadera naturaleza del mal. Es emocionante en los párrafos literarios que reflejan el inmenso sufrimiento del cual fueron víctimas los investigadores que se vieron infectados o destruidos a causa de la enfermedad que estaban estudiando.
Tenemos la esperanza de que esta traducción alcance el corazón del mundo hispanohablante, que sufre a causa de los fenómenos patológicos descritos en este libro, y lo ayude a liberarse del mal que lo acecha del mismo modo que al resto del mundo. Esperamos también que el esfuerzo gigantesco y todo el sufrimiento por el que tuvo que pasar Andrzej M. Łobaczewski no sean en vano.
Pueden obtener su copia aquí
Laura Knight-Jadczyk es una Estadounidense Floridana de séptima generación, una Historiadora/mística y autora de 14 libros y muchos artículos publicados en medios impresos así como en Internet. Ella es la fundadora de SOTT.net y la inspiración detrás del Experimento Cassiopaeo. Ella vive en Francia con su esposo, el físico matemático Polcao, Arkadiusz Jadczyk, cuantro de sus cinco hijos, su familia extendida, ocho perros, cinco pájaros y un gato.
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