El estudio presenta un primer modelo estadístico de simulación - basado en la teoría de la probabilidad condicional - para predecir el riesgo de los episodios de asma infantil.
El uno de enero de 2006 entró en vigor una primera ley que establecía medidas contra el consumo de tabaco en España. En 2011, empezó a aplicarse una nueva ley antitabaco más restrictiva. Según el estudio, de 2001 a 2007 el consumo de tabaco en España se redujo del 35,2% al 23,7%; pero este cambio no tuvo efectos destacados en la incidencia posterior del asma infantil.
Tal como explica Toni Monleón Getino, primer autor del artículo, "la incidencia del asma infantil está estabilizada. El consumo de tabaco en adultos también se ha estabilizado, y entre el 22 y el 23% de la población es fumadora. Si este porcentaje no se reduce de forma significativa, en especial entre las madres y padres fumadores, todavía se estará lejos del objetivo de reducir la prevalencia del asma infantil", alerta Monleón.
En opinión del profesor Martín Ríos, "el asma es una enfermedad causada por múltiples factores (predisposición genética, ambiente, alimentación, etc.) y el tabaco actúa como un factor desencadenante de las crisis asmáticas infantiles. Es decir, no hay una relación causa-efecto entre tabaco y asma; pero el tabaco - incluso el humo del ambiente o la ropa - favorece que haya episodios de asma infantil".
A pesar de que es difícil demostrar si las alteraciones funcionales se inician ya en el feto, o si esto tiene lugar posteriormente (durante la lactancia), se ha encontrado una disminución de la función respiratoria en niños cuyas madres fumaron durante el embarazo - pero no después del parto - , y esto da a entender que las lesiones se iniciaron en el feto.
Comentario: Fíjense que el estudio afirma que "el asma es una enfermedad causada por múltiples factores" y que "no hay un no hay una relación causa-efecto entre tabaco y asma". Y aún así el estudio se precipita en sus conclusiones afirmando que el tabaco es culpable del asma infantil.
Esta más allá de toda evidencia que los aditivos y componentes que la industria tabacalera utiliza en los cigarrillos comerciales, el ambiente tóxico que nos rodea, la mala y venenosa alimentación que nos invade son responsables del asma infantil... pero esto no dice NADA en contra de la nicotina. Fumarse un cigarro natural es otra historia.
La verdad de la cuestión es que la nicotina de la planta del tabaco es extremadamente beneficiosa para el cerebro y el sistema respiratorio. La población indígena ha consumido tabaco durante 2000 años. Chamanes tribales utilizaron esta hierba medicinal para el tratamiento de trastornos respiratorios. En la década de 1800, los médicos utilizaron los productos de tabaco para tratar el asma. Los que dejan de fumar tienen un riesgo 6 veces mayor de problemas auto-inmunes de tiroides. Está demostrado que fumar tabaco mejora la sinapsis de las neuronas, desarrolla la creatividad, reduce el estrés, e incluso ayuda a tratar enfermedades como el Alzheimer.
Animamos a nuestros científicos a que encuentren una disminución de la función respiratoria en niños cuyas madres fumaron tabaco natural, comieron comida orgánica y vivieron en un entorno con baja toxicidad durante el embarazo.
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