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Los activistas medioambientales, así como economistas canadienses, alertan que la compañía agroalimentaria suiza Nestlé extrae 265 millones de litros de agua potable de la Valla Fraser en Canadá gratis y obtiene altas ganancias con su venta.

Los especialistas denuncian la falta de regulación en el ámbito de las aguas subterráneas por parte de las autoridades de las provincias canadienses donde opera Nestlé Waters Canada, una división de Nestlé Group, la compañía de alimentos más grande del mundo. Resulta que a la compañía no le cuesta casi nada la extracción de agua ya que no existen licencias para pozos subterráneos y el producto final -agua embotellada- se vende y trae ganancias considerables.

Otra cuestión es el problema de los recursos no renovables. Así, el esquema de la política de Nestlé es como en la Valla Fraser del distrito de Hope. La empresa se instala en las provincias con fuentes de agua y negocia con los gobiernos locales que son captados por las inversiones extranjeras, pero finalmente las fuentes de agua se agotan, mientras la compañía exploradora 'se lava las manos'.

Al no existir regulación jurídica y económica en cuanto a los acuíferos de Canadá, los residentes del distrito de Hope se quejan por el hecho de que se ven obligados a comprar el agua de su propio terreno. "Tenemos agua muy limpia y muy pura que es increíble. Y luego se la llevan y nos la venden en botellas plásticas", según una de las residentes de Hope, Sharlene Harrison-Hinds, citada por el periódico canadiense 'The Province'.