Seguro que lo has visto en muchos amigos y conocidos, quizá en ti mismo. Tras una decisión ‘sin vuelta atrás’ para por fin cuidarse más, para por fin bajar de peso, se siguen los siguientes pasos:
- Se compran las zapatillas Nike air super plus con suela reforzada y 8 cámaras de aire (o unas similares). Después de gastarse más de 100 dólares en unas zapatillas de correr parece que sí que no hay marcha atrás. Y sin saber además que esas zapatillas están aumentando tus probabilidades de lesionarte.
- Inscripción en el gimnasio, con sus filas de cintas de correr enfrente de otra fila de televisores.
- 20-30 minutos corriendo 3 veces a la semana.
- Después de muchas semanas y pocos resultados, se redoblan esfuerzos, 30-40 minutos corriendo 3-4 veces a la semana.
- Después de varios meses, ciertamente se ha bajado un poco de peso, se nota algún músculo de las piernas ligeramente más definido. Pero el esfuerzo no compensa, demasiadas horas en la cinta, sin ir a ninguna parte y sin poder soportar un segundo más de MTV o CNN.
- Se abandona, se deja expirar la suscripción al gimnasio y las zapatillas de correr no vuelven a ver la luz del día.
- En pocas semanas los pocos kilos que se habían perdido regresan y cualquier indicio de músculo se desvanece.
Aquellos con suficiente determinación para no abandonar y seguir corriendo, se darán cuenta de que el progreso es cada vez más lento, porque el cuerpo se hace cada vez más eficiente; ha evolucionado para adaptarse a las demandas del entorno, y si entiende que lo que vamos a hacer es repetir el mismo movimiento de piernas durante miles de veces se ‘reajusta’ para gastar la menor cantidad de reservas (grasa) posible, por lo que con el tiempo se debe hacer más esfuerzo para seguir perdiendo peso al mismo ritmo.
Y los más duros, aquellos que a pesar de todo han continuado con el entrenamiento de cardio, quienes se han vuelto ‘adictos’ y han empezado a correr 10Km, después 20Km y terminan compitiendo en maratones, ciertamente han bajado mucho de peso, eliminando casi toda la grasa, pero por desgracia eliminando también buena parte de su musculatura que es la gran aliada para estar en forma (ver ¿Qué significa estar fit?).
Si alguna vez has corrido en una de estas máquinas con displays digitales (espero que nunca más lo hagas!), verás que tienes que estar más de 40 minutos para quemar únicamente 300 calorias. Además, aunque hubieras estado tumbado en el sofá viendo la tele igualmente habrías quemado calorías, por lo que ni siquiera son 300 calorias más que en caso de no haber corrido, sino que hay que restar lo que se llama ‘metabolismo basal‘ o tasa metabólica, que es la energía (calorías) que tu cuerpo consume en estado de reposo para realizar las funciones básicas, para que las células subsistan. En esos 40 minutos de cardio, una persona media en estado de reposo puede quemar 60-90 calorías, por lo que en realidad la ganancia de todo ese esfuerzo no es más de 210-240 calorías (que además recuperarás en gran parte cuando te ‘hidrates’ al final de tu ejercicio como hace mucha gente con un gatorade o una coca-cola, aprox. 150 calorías). La máquina te pregunta tu peso y tu edad justamente para calcular tu metabolismo basal y por tanto las calorías que aproximadamente quemarás. Sin embargo, un factor clave para determinar la tasa metabólica, es la masa muscular. El músculo es un tejido ‘caro de mantener’, por tanto tu cuerpo debe quemar más calorías aunque no estés haciendo ningún tipo de ejercicio.
Es decir, si vas con un amigo o amiga al cine, y tú tienes más masa muscular, aunque tengáis la misma altura y peso, tú quemarás más calorías durante las dos horas que dure la película; y mientras duermes por la noche, y mientras lees un libro… Es decir, si desarrollas más músculo perderás peso de una manera mucho más sencilla y eficiente que mediante largas sesiones de cardio. Incorpora en tus entrenamientos ejercicios corporales (flexiones, dominadas, sentadillas…) o de peso (peso libre, nunca máquinas) y a medida que desarrolles músculo te convertirás en una máquina automática de quemar calorías, no sólo cuando te ejercitas, sino en todo momento.
De hecho, el motivo principal por el que la gente empieza a ganar peso con los años (especialmente a partir de los 30), es porque al no ejercitar sus músculos los va perdiendo, se van atrofiando y esto hace que el cuerpo queme menos calorías, es decir, disminuye la tasa metabólica. O sea, si sigues comiendo las mismas calorías y tus músculos se van haciendo más pequeños, llegará un momento en el que te mires al espejo y digas ‘Arg, ¿qué ha pasado?’.
Las mujeres son especialmente reacias a trabajar con pesas porque piensan que se convertirán en una de esas mujeres hinchadas que aparecen en las revistas de musculación. Créeme, eso no va a ocurrir, esas mujeres pasan 4-6 horas levantando pesas (con ejercicios de aislamiento) y tomando esteroides. Si no estás convencida, mira cómo entrenan estas mujeres revolucionarias.
Si trabajas tu fuerza tu cuerpo será más bonito y proporcionado, y te será mucho más fácil mantener tu peso ideal.
Esto no quiere decir que hacer cardio de vez en cuando no tenga sus beneficios. Personalmente me encanta correr por la naturaleza, subir una montaña en bici y nadar. Pero para mi son actividades recreativas que disfruto de vez en cuando, no son la base de mi condicionamiento físico, como lo es equivocadamente para mucha gente.
Y si eres de uno de esos a quien le gusta ir al gimnasio, selecciona uno bueno.
todo correcto al 100 por ciento !
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