Un biólogo español fue asesinado a tiros en el estado de Río de Janeiro y la policía cree que se trató de una venganza por sus denuncias de crímenes ambientales en la zona protegida donde vivía, informó el miércoles el diario O Globo.

El cadáver de Gonzalo Alonso Hernández, de 49 años, fue hallado el domingo flotando cerca de una cascada en el parque Cunhambebe, ubicado en la población de Río Claro.

"El biólogo defendía las especies en extinción y combatía la caza depredadora en el parque (...) Esa lucha molestaba a algunas personas", explicó Marco Antonio Alves, de la Policía Civil.

El profesional, que vivía hace 10 años en la zona, también combatía la extracción ilegal de palmito.

La policía, que no descarta otras hipótesis en el crimen, como un robo, indicó que el computador del biólogo fue robado, quizás para borrar cualquier vínculo con los asesinos.

La policía ha confirmado que de la casa del biólogo asesinado solo despareció el ordenador, probablemente para eliminar las huellas de sus denuncias en el campo ambiental. Sus asesinos cortaron también la línea telefónica y la luz de su casa.

A la viuda le ha parecido simbólico que Gonzalo fuese ejecutado en su casa y que su cuerpo fuese arrojado a una cascada de agua del parque cuya protección llevaba defendiendo desde hacía ocho años. Según ha informado a este diario, ella no tiene la menor duda de que el crimen ha sido cometido por los que se sintieron tocados por sus denuncias.

La policía espera, no obstante, los informes periciales del Instituto Médico Legal de Angra de los Reyes, región donde está ubicada la famosa ciudad de Paraty y donde ha sido realizado el estudio necrológico del cadáver. Solo entonces podrán confirmar si se trata de un "crimen ambiental" o de un simple robo a mano armada, que según la misma policía parece la hipótesis menos probable, dados los antecedentes de la victima.