Cuando Edward Snowden llevaba cinco horas en su vuelo de Hong Kong, y ya se había comido una de las dos comidas calientes, fue que la noticia de su partida a Moscú comenzó a electrificar los medios de comunicación de todo el mundo.
Las autoridades de Hong Kong esperaron hasta que Snowden estuviera a salvo, fuera del espacio aéreo chino para enviar un breve comunicado de prensa que confirmaba que al denunciante ex empleado de la CIA, se le había permitido salir en el vuelo SU213 de Aeroflot, con destino a Rusia.
El estadounidense de 30 años de edad, no fue detenido en su camino hacia el aeropuerto Chek Lap Kok, y se le permitió escapar en una mañana caliente y húmeda, a pesar de las solicitudes estadounidenses de que fuera detenido y extraditado para ser juzgado por "delitos de espionaje".
¿La razón?
"Los norteamericanos estropearon el papeleo legal", afirmaron las autoridades en un comunicado difundido a las 16:05, hora local.
Hong Kong no tuvo más remedio que dejar que Snowden de 30 años de edad, se fuera para "un tercer país a través de un canal legal y normal".
Si el "descubrimiento" repentino de una falla en los procedimientos judiciales provocó suspiros de alivio en la isla y en el resto de China, no fue alentador para Washington y Londres, donde diplomáticos y funcionarios de inteligencia habían estado esperando que la red alrededor Snowden se fuera apretando.
Dos semanas hace que una serie de revelaciones hechas por Snowden, han avergonzado y enfurecido a la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) de Estados Unidos y al GCHQ británico, y su objetivo está de nuevo en movimiento, rumbo, al parecer, al centro o al sur de América, y posiblemente fuera del alcance de las autoridades que podrían tratar de silenciarlo.
El escape de Hong Kong fue otra jugada audaz de Snowden, quien desapareció hace una semana y no ha sido visto desde entonces.
Fue hecho con la ayuda de WikiLeaks, cuyo director legal es Baltasar Garzón, el ex juez español que enfureció al gobierno británico mediante la emisión de una orden internacional de arresto en el Reino Unido del ex presidente chileno, General Augusto Pinochet. "El equipo legal de Wikileaks y yo estamos interesados en la preservación de los derechos del Sr. Snowden y protegiéndolo como persona", dijo Garzón.
Una vez a bordo del Airbus A330-300, y quizá por primera vez en dos semanas, Snowden pudo desentenderse de las furiosas filas diplomáticas, a 40.000 pies por debajo de él, mientras los funcionarios estadounidenses se despertaron para encontrarse con que el ex contratista de la NSA se había escapado otra vez y que China reaccionaba con indignación a sus últimas revelaciones.
La Casa Blanca parece haber sido agarrada por sorpresa con las últimas maniobras. El sábado, el asesor de seguridad nacional del presidente Obama, Tom Donilon, dijo a CBS News que esperaba que Hong Kong detuviera a Snowden, ya que "ha sido históricamente un buen socio de Estados Unidos en materia de aplicación de la ley y esperamos que cumplan con el tratado en este caso".
Abogados en Hong Kong pensaban lo mismo, y reaccionaron con estupor a la declaración de la Región Autónoma Especial de Hong Kong (RAE de Hong Kong).
Simon Young, especialista en derecho público en la Universidad de Hong Kong, dijo que la decisión fue "una sorpresa".
"El gobierno de EE.UU. debe estar furioso con sus homólogos de Hong Kong [y] puede incluso preguntarse si el gobierno de Hong Kong actuó de buena fe, de conformidad con sus obligaciones del tratado. Estoy sorprendido."
Las autoridades de Hong Kong esperaron hasta que Snowden estuviera a salvo, fuera del espacio aéreo chino para enviar un breve comunicado de prensa que confirmaba que al denunciante ex empleado de la CIA, se le había permitido salir en el vuelo SU213 de Aeroflot, con destino a Rusia.
El estadounidense de 30 años de edad, no fue detenido en su camino hacia el aeropuerto Chek Lap Kok, y se le permitió escapar en una mañana caliente y húmeda, a pesar de las solicitudes estadounidenses de que fuera detenido y extraditado para ser juzgado por "delitos de espionaje".
¿La razón?
"Los norteamericanos estropearon el papeleo legal", afirmaron las autoridades en un comunicado difundido a las 16:05, hora local.
Hong Kong no tuvo más remedio que dejar que Snowden de 30 años de edad, se fuera para "un tercer país a través de un canal legal y normal".
Si el "descubrimiento" repentino de una falla en los procedimientos judiciales provocó suspiros de alivio en la isla y en el resto de China, no fue alentador para Washington y Londres, donde diplomáticos y funcionarios de inteligencia habían estado esperando que la red alrededor Snowden se fuera apretando.
Dos semanas hace que una serie de revelaciones hechas por Snowden, han avergonzado y enfurecido a la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) de Estados Unidos y al GCHQ británico, y su objetivo está de nuevo en movimiento, rumbo, al parecer, al centro o al sur de América, y posiblemente fuera del alcance de las autoridades que podrían tratar de silenciarlo.
El escape de Hong Kong fue otra jugada audaz de Snowden, quien desapareció hace una semana y no ha sido visto desde entonces.
Fue hecho con la ayuda de WikiLeaks, cuyo director legal es Baltasar Garzón, el ex juez español que enfureció al gobierno británico mediante la emisión de una orden internacional de arresto en el Reino Unido del ex presidente chileno, General Augusto Pinochet. "El equipo legal de Wikileaks y yo estamos interesados en la preservación de los derechos del Sr. Snowden y protegiéndolo como persona", dijo Garzón.
Una vez a bordo del Airbus A330-300, y quizá por primera vez en dos semanas, Snowden pudo desentenderse de las furiosas filas diplomáticas, a 40.000 pies por debajo de él, mientras los funcionarios estadounidenses se despertaron para encontrarse con que el ex contratista de la NSA se había escapado otra vez y que China reaccionaba con indignación a sus últimas revelaciones.
La Casa Blanca parece haber sido agarrada por sorpresa con las últimas maniobras. El sábado, el asesor de seguridad nacional del presidente Obama, Tom Donilon, dijo a CBS News que esperaba que Hong Kong detuviera a Snowden, ya que "ha sido históricamente un buen socio de Estados Unidos en materia de aplicación de la ley y esperamos que cumplan con el tratado en este caso".
Abogados en Hong Kong pensaban lo mismo, y reaccionaron con estupor a la declaración de la Región Autónoma Especial de Hong Kong (RAE de Hong Kong).
Simon Young, especialista en derecho público en la Universidad de Hong Kong, dijo que la decisión fue "una sorpresa".
"El gobierno de EE.UU. debe estar furioso con sus homólogos de Hong Kong [y] puede incluso preguntarse si el gobierno de Hong Kong actuó de buena fe, de conformidad con sus obligaciones del tratado. Estoy sorprendido."
No hay comentarios:
Publicar un comentario