Dado la situación actual, en la que es posible ver el funcionamiento del sistema patocrático mundial en toda su expresión - y cada día que pasa de forma más transparente-, muchas personas, las cuales se han percatado de la carencia de valores de la civilización presente, de la represión, el engaño y la manipulación, y por otro lado de la mentira y el control que mueve a las religiones mayoritarias - aunque si damos un repaso a la Historia, nos encontramos en que el fondo de la cuestión no ha cambiado-, comenzaron a buscar lo que se suele llamar una "senda espiritual", para "encontrarse con ellos mismos", ser felices, ser conscientes, despertar, ayudar para cambiar a la humanidad, o sencillamente, y en muchos casos, experiencias superlativas.
En la actualidad, podemos encontrar una variopinta gama de productos tecno-espirituales surgidos de ideas sincréticas provenientes de conceptos psicológicos populares y conocimientos de culturas antiguas de dudosa utilidad y veracidad, todo ello auspiciado en su origen por COINTELPRO. Términos y conceptos con un significado profundo y determinante para comprender la Realidad fueron malinterpretados, tergiversados y desvirtuados. Palabras como "despertar", "amor" o "ascensión" son algunos ejemplos.
En un mundo capitalista - y patocrático-, todo está en venta. Incluso la salvación del alma. Por un puñado de monedas, el consumidor de los productos considerados espirituales puede acceder supuestamente a los secretos de la vida y el Universo; con tan sólo la asunción de algunos conceptos positivistas y la práctica de ciertos ejercicios "espirituales" que hacen sentir mil y una sensaciones, el adepto se convertirá en un ser iluminado, despierto y consciente. Esta es la realidad que se vende en el mercado tecno-espiritual. ¿Pero cuál es la verdad de este asunto? ¿Los resultados obtenidos por el consumo de esta clase de productos transforman a la persona verdaderamente? ¿La hacen consciente de sí misma y de la Realidad Objetiva? ¿Los objetivos a conseguir propuestos por dicha subcultura guardan realmente alguna relación con la Verdad y la Conciencia?
Resultados ilusorios
Los preceptos y prácticas promulgadas por la pseudo-espiritualidad imperante en nuestros días producen resultados, cierto, pero, ¿de qué tipo de resultados estamos hablando?
El profesor de filosofía y religión Jacob Needleman, en su obra El cristianismo olvidado, menciona una charla con un metropolitano, en la que conversan sobre los resultados que se obtienen con la práctica de los ejercicios propuestos por las "nuevas religiones": Quisiera remarcar las palabras del padre Anthony cuando menciona qué es lo que busca la gente con estas "nuevas religiones" - sobretodo en la Nueva Era-: "emoción, experiencias, y no la realidad". Es decir, el problema de los resultados de estas prácticas es que tan sólo "remueven" la Falsa Personalidad , potencian los topes sin producir realmente una transformación en lo más profundo delSer. En la mayoría de casos, no se tiene en consideración que algo puede andar mal en ellos. Bernhard Guenther, en su artículo ¡Todo lo que necesitas es amor! Define parte de las consecuencias de esta clase de enfoque: Si observamos el enfoque dado por los adeptos y mercaderes de la pseudo-espiritualidad actual respecto a lo que es el trabajo sobre sí,vemos claramente que tan sólo se trata de una perspectiva enteramente superficial basada sobretodo en el uso de las emociones; por un lado para eliminar las emociones consideradas "negativas" como el miedo, la rabia o la tristeza, y por otro para potenciar aquello considerado agradable, que cree sensaciones de bienestar. En pocas palabras, lo único que se busca en esta clase de círculos es la comodidad psicológica, cosa que no produce resultados duraderos, pues los ejercicios e ideas de este tipo provocan estados que guardan más relación con la química del cuerpo que con la transformación del Ser.
Movimientos como el de la Nueva Era tan sólo rasgan superficialmente la máscara en la que se oculta la Falsa Personalidad y así, indefectiblemente, se consiguen resultados más bien efímeros en las personas que participan en algún curso, taller o escuela "espiritual" de esta índole. A modo de analogía, Laura Knight-Jadczyk comenta en La historia secreta del mundo...: Por ése motivo, las personas que se consideran buscadoras, generalmente, asisten a un curso, a otro y a otro, practican todo tipo de ejercicios y leen insistentemente la más variopinta literatura para saciar su - supuesta- hambre de conocimiento, sin obtener un resultado duradero y transformador en la mayoría de casos, ya que su mirada está mal enfocada desde un principio. Concluye Laura Knight: Es necesario un cambio de enfoque respecto a las actuales ideas sobre la espiritualidad si queremos llegar a una comprensión real sobre lo que ES. No es únicamente el uso de ciertas técnicas la solución para sanar las heridas psicológicas o culminar el "desarrollo del ser" lo que nos conducirá a la obtención de cambios y resultados. En primer lugar, es necesario plantearse quién es uno mismo y si lo que cree sobre la vida es real o no lo es; si las interacciones con ella son producto de los gustos y aversiones del propio individuo, y, en definitiva, si vive a través de sí mismo como una persona íntegra dueña de sus actos o simplemente como un títere del condicionamiento adquirido desde la infancia.
Comparto con el lector el siguiente escrito de Jeanne de Salzmann, una de las alumnas más destacadas de G.I. Gurdjieff. Sus palabras pueden sonar duras, pero si usted mismo se analiza desde la perspectiva que presenta el siguiente texto, quizá pueda darse cuenta de cosas que antes le pasaron desapercibidas. Vivimos en un mundo regido por la mentira. Y en un mundo regido por la mentira, las personas se ven obligadas a mentir para sobrevivir cómodamente a las circunstancias de la vida. Y eso implica que los individuos se mientan a sí mismos hasta el punto en que se creen sus propias mentiras.
La persona que siente la necesidad de sanación y evolución interior ha de eliminar primeramente la mentira hacia sí mismo. Ser honesto consigo mismo, sin miramientos, apartando toda comodidad psicológica que lo único que provoca es una ilusión que alimenta aún más la mentira.
"Todos deben saber que el verdadero trabajo esotérico comienza sólo después que el neófito ha pasado por un fracaso total, sus dioses caídos por tierra." Boris Mouravieff
En la actualidad, podemos encontrar una variopinta gama de productos tecno-espirituales surgidos de ideas sincréticas provenientes de conceptos psicológicos populares y conocimientos de culturas antiguas de dudosa utilidad y veracidad, todo ello auspiciado en su origen por COINTELPRO. Términos y conceptos con un significado profundo y determinante para comprender la Realidad fueron malinterpretados, tergiversados y desvirtuados. Palabras como "despertar", "amor" o "ascensión" son algunos ejemplos.
En un mundo capitalista - y patocrático-, todo está en venta. Incluso la salvación del alma. Por un puñado de monedas, el consumidor de los productos considerados espirituales puede acceder supuestamente a los secretos de la vida y el Universo; con tan sólo la asunción de algunos conceptos positivistas y la práctica de ciertos ejercicios "espirituales" que hacen sentir mil y una sensaciones, el adepto se convertirá en un ser iluminado, despierto y consciente. Esta es la realidad que se vende en el mercado tecno-espiritual. ¿Pero cuál es la verdad de este asunto? ¿Los resultados obtenidos por el consumo de esta clase de productos transforman a la persona verdaderamente? ¿La hacen consciente de sí misma y de la Realidad Objetiva? ¿Los objetivos a conseguir propuestos por dicha subcultura guardan realmente alguna relación con la Verdad y la Conciencia?
Resultados ilusorios
Los preceptos y prácticas promulgadas por la pseudo-espiritualidad imperante en nuestros días producen resultados, cierto, pero, ¿de qué tipo de resultados estamos hablando?
El profesor de filosofía y religión Jacob Needleman, en su obra El cristianismo olvidado, menciona una charla con un metropolitano, en la que conversan sobre los resultados que se obtienen con la práctica de los ejercicios propuestos por las "nuevas religiones": Quisiera remarcar las palabras del padre Anthony cuando menciona qué es lo que busca la gente con estas "nuevas religiones" - sobretodo en la Nueva Era-: "emoción, experiencias, y no la realidad". Es decir, el problema de los resultados de estas prácticas es que tan sólo "remueven" la Falsa Personalidad , potencian los topes sin producir realmente una transformación en lo más profundo delSer. En la mayoría de casos, no se tiene en consideración que algo puede andar mal en ellos. Bernhard Guenther, en su artículo ¡Todo lo que necesitas es amor! Define parte de las consecuencias de esta clase de enfoque: Si observamos el enfoque dado por los adeptos y mercaderes de la pseudo-espiritualidad actual respecto a lo que es el trabajo sobre sí,vemos claramente que tan sólo se trata de una perspectiva enteramente superficial basada sobretodo en el uso de las emociones; por un lado para eliminar las emociones consideradas "negativas" como el miedo, la rabia o la tristeza, y por otro para potenciar aquello considerado agradable, que cree sensaciones de bienestar. En pocas palabras, lo único que se busca en esta clase de círculos es la comodidad psicológica, cosa que no produce resultados duraderos, pues los ejercicios e ideas de este tipo provocan estados que guardan más relación con la química del cuerpo que con la transformación del Ser.
Movimientos como el de la Nueva Era tan sólo rasgan superficialmente la máscara en la que se oculta la Falsa Personalidad y así, indefectiblemente, se consiguen resultados más bien efímeros en las personas que participan en algún curso, taller o escuela "espiritual" de esta índole. A modo de analogía, Laura Knight-Jadczyk comenta en La historia secreta del mundo...: Por ése motivo, las personas que se consideran buscadoras, generalmente, asisten a un curso, a otro y a otro, practican todo tipo de ejercicios y leen insistentemente la más variopinta literatura para saciar su - supuesta- hambre de conocimiento, sin obtener un resultado duradero y transformador en la mayoría de casos, ya que su mirada está mal enfocada desde un principio. Concluye Laura Knight: Es necesario un cambio de enfoque respecto a las actuales ideas sobre la espiritualidad si queremos llegar a una comprensión real sobre lo que ES. No es únicamente el uso de ciertas técnicas la solución para sanar las heridas psicológicas o culminar el "desarrollo del ser" lo que nos conducirá a la obtención de cambios y resultados. En primer lugar, es necesario plantearse quién es uno mismo y si lo que cree sobre la vida es real o no lo es; si las interacciones con ella son producto de los gustos y aversiones del propio individuo, y, en definitiva, si vive a través de sí mismo como una persona íntegra dueña de sus actos o simplemente como un títere del condicionamiento adquirido desde la infancia.
Comparto con el lector el siguiente escrito de Jeanne de Salzmann, una de las alumnas más destacadas de G.I. Gurdjieff. Sus palabras pueden sonar duras, pero si usted mismo se analiza desde la perspectiva que presenta el siguiente texto, quizá pueda darse cuenta de cosas que antes le pasaron desapercibidas. Vivimos en un mundo regido por la mentira. Y en un mundo regido por la mentira, las personas se ven obligadas a mentir para sobrevivir cómodamente a las circunstancias de la vida. Y eso implica que los individuos se mientan a sí mismos hasta el punto en que se creen sus propias mentiras.
La persona que siente la necesidad de sanación y evolución interior ha de eliminar primeramente la mentira hacia sí mismo. Ser honesto consigo mismo, sin miramientos, apartando toda comodidad psicológica que lo único que provoca es una ilusión que alimenta aún más la mentira.
"Todos deben saber que el verdadero trabajo esotérico comienza sólo después que el neófito ha pasado por un fracaso total, sus dioses caídos por tierra." Boris Mouravieff
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