Un buscador de oro aficionado encontró, siglo y medio después del fin de la fiebre del oro en Australia, una pepita de oro de cinco kilos cuyo valor se estima en unos 500.000 dólares.
El lugar exacto y la identidad del afortunado buscador no se han divulgado, pero se sabe que la pieza de oro fue hallada a unos 60 centímetros bajo tierra en Ballarat, a 30 kilómetros de Melbourne, en la zona a la cual acudían los prospectores de oro a mediados del siglo XIX.
Tras examinar el hallazgo, Cordell Kent, dueño de una tienda especializada en compraventa de oro adonde se apresuró a llevar su hallazgo el buscador, dijo que el valor de mercado basado en el precio del gramo del metal sería unos 300.000 dólares, pero dado el tamaño rarísimo el precio de la pepita podría alcanzar los 500.000. Kent espera que el hallazgo se pueda vender a un coleccionista o museo en el país, porque vender un pedazo de oro tan grande al extranjero podría ser un problema.
"Es un descubrimiento que da esperanza a la gente. Es mi sueño encontrar algo así, y llevo muchos años dedicándome a la prospección de oro", dice Kent, quien admite que no recuerda que hayan encontrado en la zona pepitas de oro con un tamaño que supere los 2,8 kilos. El prospector usaba un detector de última generación que podría ser lo que le ayudó a hacer su hallazgo en una zona investigada muchas veces antes, comenta Kent.
"No tengo ninguna duda de que habrá mucha gente entusiasmada con la búsqueda de oro de nuevo", sostuvo. "No hay nada como extraer dinero de la tierra, es muy divertido".
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