Un documento poco común de la ONU revela las profundas discrepancias entre los Estados miembro sobre la guerra mundial contra la droga, liderada por EE.UU. Numerosos países piden la descriminalización del sector.
El texto, con fecha de septiembre de este año y filtrado por el periódico británico dominical 'The Observer', es un borrador de un documento que intenta establecer una estrategia internacional de largo plazo contra el narcotráfico. El texto muestra que no todos los países están de acuerdo con promover la prohibición como única solución al problema.
En cambio, son muchos los que están a favor de tratar el consumo de drogas más bien como un problema de salud pública y no como una cuestión de justicia criminal.
Noruega quiere que el documento final plantee cuestiones vinculadas con la descriminalización de la droga. Suiza requiere reconocer los efectos de la política actual sobre la salud pública. Acentúa que el consumo de drogas no ha disminuido y que en la mayoría de las regiones del mundo ha aumentado el consumo de sustancias sicodélicas innovadoras. La Unión Europea, por su parte, insiste en la necesidad del tratamiento antidroga y servicios de apoyo a los drogadictos como una alternativa al encarcelamiento.
El texto, con fecha de septiembre de este año y filtrado por el periódico británico dominical 'The Observer', es un borrador de un documento que intenta establecer una estrategia internacional de largo plazo contra el narcotráfico. El texto muestra que no todos los países están de acuerdo con promover la prohibición como única solución al problema.
En cambio, son muchos los que están a favor de tratar el consumo de drogas más bien como un problema de salud pública y no como una cuestión de justicia criminal.
"La idea de que hay un consenso mundial sobre la política antidrogas es falsa. Las discrepancias existen desde hace mucho, pero el público general normalmente no se da cuenta de ellas, porque lo que suele publicarse son los acuerdos reducidos a un denominador común mínimo. Pero es muy interesante ver sobre qué están discutiendo", comentó a 'The Observer' Damon Barrett, director de la ONG Harm Reduction International.En el documento filtrado, Ecuador pide diversificar y ampliar los enfoques del problema. Venezuela demanda tomar en consideración las implicaciones económicas de la tendencia actual de usar las fuerzas del orden para tratar el narcotráfico e insiste en que la estrategia vigente no reconoce "las dinámicas del mercado criminal de la droga".
Noruega quiere que el documento final plantee cuestiones vinculadas con la descriminalización de la droga. Suiza requiere reconocer los efectos de la política actual sobre la salud pública. Acentúa que el consumo de drogas no ha disminuido y que en la mayoría de las regiones del mundo ha aumentado el consumo de sustancias sicodélicas innovadoras. La Unión Europea, por su parte, insiste en la necesidad del tratamiento antidroga y servicios de apoyo a los drogadictos como una alternativa al encarcelamiento.
"Estamos viendo que los Estados miembro empiezan a discordar acerca de cómo debemos controlar las drogas en el mundo. El castigo no ha funcionado. Todo el dinero gastado en la erradicación de cultivos no ha tenido el impacto que nos gustaría ver", comenta Ann Fordham, directora ejecutiva del Consorcio Internacional sobre Políticas de Drogas.Se espera que la versión final del documento esté lista para la primavera de 2014. En 2016 la ONU tiene previsto explicar cómo será su política antidroga para la próxima década.
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