Casi cien años de vida, 27 en prisión, más de 250 premios y reconocimientos internacionales... Y una vida entera de lucha, que dejó también frases para la Historia.
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Nelson Mandela durante la celebración de su 90 cumpleaños en 2008.
Nelson Mandela encarna el ideal de la lucha sincera y sin violencia, contra el segregacionismo del apartheid pero también por los ideales de un mundo más justo y libre: Es el símbolo mundial de quien persigue un alegato hasta las últimas consecuencias.

Prueba de ello fue su discurso ante un Tribunal que lo juzgaba por alta traición, en 1961:
"Siempre he atesorado el ideal de una sociedad libre y democrática, en la que las personas puedan vivir juntas en armonía y con igualdad de oportunidades. Es un ideal por el que espero vivir y, si es necesario, es un ideal por el que estoy dispuesto a morir".


Palabras para un sueño

Y es que sus palabras, sus frases más célebres, han sido capaces de inspirar los sueños de justicia social de más de cuatro generaciones, tanto en su país como a nivel internacional.
  • "Ser libre no es solamente desamarrarse las propias cadenas, sino vivir en una forma que respete y mejore la libertad de los demás".
  • "La educación es el gran motor del desarrollo personal. Es el arma más poderosa para cambiar el mundo".
  • "Nunca debería ocurrir que esta tierra hermosa experimente la opresión de una persona por otra".
  • "La democracia exige que los derechos políticos y de las minorías se resguarden".
  • "Debemos usar el tiempo sabiamente y darnos cuenta de que siempre es el momento oportuno para hacer las cosas bien".
Son algunos de los pensamientos del que sus compatriotas apodaron "Madiba", un título honorífico otorgado por su clan, o cariñosamente "Tata", que significa "abuelo".

Ideas para la eternidad

Nelson Mandela, el hombre que atesoró la famosa la frase del poema "Invencible", de William Ernest Henley, "soy el amo de mi destino, soy el capitán de mi alma", dijo afrontar la muerte como algo inevitable.

Y de la inevitable muerte, decía: "Cuando un hombre ha hecho lo que él considera como su deber para con su pueblo y su país, puede descansar en paz. Creo que yo he hecho ese esfuerzo y que, por lo tanto, dormiré por toda la eternidad".
Poema Invictus, que acompañó a Mandela durante sus 27 años de cautiverio

En la noche que me envuelve,
negra, como un pozo insondable,
doy gracias al Dios que fuere
por mi alma inconquistable.


En las garras de las circunstancias
no he gemido, ni llorado.


Ante las puñaladas del azar,
si bien he sangrado, jamás me he postrado.


Más allá de este lugar de ira y llantos
acecha la oscuridad con su horror.


No obstante, la amenaza de los años me halla,
y me hallará, sin temor.


Ya no importa cuan recto haya sido el camino,
ni cuantos castigos lleve a la espalda:


Soy el amo de mi destino, soy el capitán de mi alma.

William Ernest Henley