La agencia exterior de inteligencia de Alemania (BND) conocía el seguimiento y el almacenamiento por parte de Estados Unidos de datos de alemanes durante años y los usó en casos de ciudadanos secuestrados en el extranjero, dijo el lunes la publicación Bild.
Las dudas sobre cuánto sabía el Gobierno alemán y sus organismos de seguridad sobre la vigilancia de Estados Unidos han tocado la fibra sensible en Alemania, ante los recuerdos históricos del espionaje de la Alemania comunista y el régimen nazi.
La cuestión se ha convertido también en un tema candente en la campaña de la canciller Angela Merkel hacia la reelección y, aunque es favorita, quiere evitar cualquier impresión de que sabía más de lo que ha dicho.
Citando fuentes gubernamentales estadounidenses, Bild dijo que la BND había pedido a la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos registros telefónicos y de correo electrónico de ciudadanos alemanes secuestrados en Yemen o Afganistán para ayudar a averiguar su paradero y sus contactos.
La BND no estuvo inmediatamente disponible para hacer comentarios.
El mes pasado, Estados Unidos confirmó la existencia de un programa de espionaje electrónico llamado PRISM, después de que el ex analista de inteligencia Edward Snowden revelara que obtenía datos de usuarios europeos y otros a través de Google, Facebook, Skype y otras firmas de Estados Unidos. En una filtración aparte, Washington fue acusado de vigilar oficinas y altos cargos de Alemania y la UE.
Merkel, que ha dicho que supo por primera vez de este programa de seguimiento a través de los medios, prometió el domingo que perseguiría una normativa de protección de datos europea más estricta e indicó que esperaba que Washington acatara la normativa alemana en el futuro.
(Información de Alexandra Hudson en Berlín y Claire Davenport en Bruselas. Traducido por la Redacción de Madrid; editado por Carlos Aliaga vía Mesa Santiago)
Las dudas sobre cuánto sabía el Gobierno alemán y sus organismos de seguridad sobre la vigilancia de Estados Unidos han tocado la fibra sensible en Alemania, ante los recuerdos históricos del espionaje de la Alemania comunista y el régimen nazi.
La cuestión se ha convertido también en un tema candente en la campaña de la canciller Angela Merkel hacia la reelección y, aunque es favorita, quiere evitar cualquier impresión de que sabía más de lo que ha dicho.
Citando fuentes gubernamentales estadounidenses, Bild dijo que la BND había pedido a la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos registros telefónicos y de correo electrónico de ciudadanos alemanes secuestrados en Yemen o Afganistán para ayudar a averiguar su paradero y sus contactos.
La BND no estuvo inmediatamente disponible para hacer comentarios.
El mes pasado, Estados Unidos confirmó la existencia de un programa de espionaje electrónico llamado PRISM, después de que el ex analista de inteligencia Edward Snowden revelara que obtenía datos de usuarios europeos y otros a través de Google, Facebook, Skype y otras firmas de Estados Unidos. En una filtración aparte, Washington fue acusado de vigilar oficinas y altos cargos de Alemania y la UE.
Merkel, que ha dicho que supo por primera vez de este programa de seguimiento a través de los medios, prometió el domingo que perseguiría una normativa de protección de datos europea más estricta e indicó que esperaba que Washington acatara la normativa alemana en el futuro.
(Información de Alexandra Hudson en Berlín y Claire Davenport en Bruselas. Traducido por la Redacción de Madrid; editado por Carlos Aliaga vía Mesa Santiago)
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