La policía localizó a todas las víctimas reportadas por los medios de comunicación para obligarlos a firmar una declaración de garantía, según un mensaje de Twitter del activista, Hu Jia.
Las autoridades de Liaoning, anunciaron el 8 de abril que están investigando la tortura de los detenidos en el campo de trabajo forzado Masanjia, divulgado por el medio chino, Lens Magazine, pero los expertos dijeron que actualmente la policía intenta silenciar a las víctimas.
El medio de comunicación estatal, el Diario del Pueblo, reportó que el Departamento de Justicia provincial de Liaoning, Oficina provincial de reeducación a través del trabajo y Unidades de la Fiscalía, formaron un equipo para investigar las denuncias de tortura.
Sin embargo, el activista de derechos Hu Jia, dijo en Twitter, que la investigación no es en absoluto acerca de los abusos cometidos en Masanjia; es para saber cómo se filtró y divulgó la información por los medios de comunicación.
Zhang Chaoying, director de la oficina provincial de reeducación a través del trabajo en Liaoning, fue ex director de Masanjia, según la Organización Mundial para investigar la persecución contra Falun Gong.
Esto indica que los líderes del equipo de investigación incluyen a los responsables, y según, Jiang Tianyong, abogado de derechos humanos chinos, por lo tanto no tendrá credibilidad.
Jiang dijo que había presentado una denuncia a todos los departamentos que están llevando a cabo la investigación en nombre de la practicante de Falun Gong, Sun Yi, una de las víctimas. "Los funcionarios en estas organizaciones son conscientes de las torturas que se perpetran en Masanjia, y por lo tanto todos son criminales", dijo Jiang.
Li Wenjuan, ex oficial de impuestos, fue torturada en Masanjia en 2006. Después de enterarse de la investigación, ella y varios ex detenidos fueron al Departamento de Justicia de Liaoning para proporcionar información al equipo de investigación.
Las víctimas debían dejar sus datos de identificación y números de teléfono celular, pero ellos "no nos preguntaron nada más, ni tomaron ningún documento que presentamos, ni escucharon lo que les dijimos", dijo Li a La Gran Época, "sólo tomaron un vídeo de nosotros antes de que nos fuéramos".
También fueron a la oficina del medio de comunicación estatal de Liaoning, el Diario del Pueblo, y fueron gratamente recibidos por los reporteros al principio, según Li. Sin embargo, las cosas comenzaron a cambiar cuando más víctimas visitaron la oficina dos días más tarde, puesto que les ordenaron no informar acerca de Masanjia, según dijeron los reporteros.
Entre tanto, el artículo de la revista Lens fue eliminado de los sitios web chinos. China Digital Time reportó que el 9 de abril, el Departamento de Propaganda Central publicó instrucciones de censura a los medios de comunicación de las autoridades gubernamentales para "no volver a utilizar, reportar o comentar" el artículo en Masanjia.
Li dijo a La Gran Época, que un policía golpeó a su puerta a las 8:00 p.m., el 13 de abril, diciendo que necesitaba su cooperación con la investigación y que debía ir con él.
Li se negó abrir la puerta, y desde entonces fue confinada en su casa. Li dijo a New Tang Dynasty Televisión, que estaba asustada, porque fue torturada en Masanjia, y si es arrestada nuevamente, no sobreviviría.
Otro grupo de víctimas quienes fueron a presentar sus casos el 11 de abril al Departamento provincial de Justicia, recibieron un trato similar. Luego visitaron al periódico local y solicitaron a las autoridades en Shenyang, incluyendo al Departamento de Justicia local, que sea asunto de investigación.
Una de las víctimas fue un peticionario llamado, Gai Fengzhen. Una fuente dijo a La Gran Época, que Gai recibió una llamada telefónica amenazante el 11 de abril de un desconocido que afirmó ser un reportero; el hombre advirtió a Gai mantenerse fuera de problemas.
En un informe de Deutsche Welle, el 8 de abril, Gai dijo que en 2008 sufrió una tortura atroz en Masanjia. "Eran tan crueles. ... Otras personas ven cosas como éstas en el cine, pero nosotros teníamos que experimentarlo personalmente".
De hecho, la policía ha logrado localizar a todas las víctimas reportadas por los medios de comunicación para obligarlos a firmar una declaración de garantía, según el mensaje de Twitter del activista, Hu Jia.
Las autoridades en Liaoning obviamente tratan de silenciar a las víctimas, dijo el comentarista político, Heng He, a la Radio Sonido de la Esperanza. "El equipo de investigación está haciendo exactamente lo contrario de lo que las víctimas han esperado".
Sugirió que los actuales miembros del equipo de investigación sean destituidos, ya que tienen un conflicto de intereses con las víctimas. "Fueron los que iniciaron y alentaron a la tortura en Masanjia", dijo.
Las autoridades de Liaoning, anunciaron el 8 de abril que están investigando la tortura de los detenidos en el campo de trabajo forzado Masanjia, divulgado por el medio chino, Lens Magazine, pero los expertos dijeron que actualmente la policía intenta silenciar a las víctimas.
El medio de comunicación estatal, el Diario del Pueblo, reportó que el Departamento de Justicia provincial de Liaoning, Oficina provincial de reeducación a través del trabajo y Unidades de la Fiscalía, formaron un equipo para investigar las denuncias de tortura.
Sin embargo, el activista de derechos Hu Jia, dijo en Twitter, que la investigación no es en absoluto acerca de los abusos cometidos en Masanjia; es para saber cómo se filtró y divulgó la información por los medios de comunicación.
Zhang Chaoying, director de la oficina provincial de reeducación a través del trabajo en Liaoning, fue ex director de Masanjia, según la Organización Mundial para investigar la persecución contra Falun Gong.
Esto indica que los líderes del equipo de investigación incluyen a los responsables, y según, Jiang Tianyong, abogado de derechos humanos chinos, por lo tanto no tendrá credibilidad.
Jiang dijo que había presentado una denuncia a todos los departamentos que están llevando a cabo la investigación en nombre de la practicante de Falun Gong, Sun Yi, una de las víctimas. "Los funcionarios en estas organizaciones son conscientes de las torturas que se perpetran en Masanjia, y por lo tanto todos son criminales", dijo Jiang.
Li Wenjuan, ex oficial de impuestos, fue torturada en Masanjia en 2006. Después de enterarse de la investigación, ella y varios ex detenidos fueron al Departamento de Justicia de Liaoning para proporcionar información al equipo de investigación.
Las víctimas debían dejar sus datos de identificación y números de teléfono celular, pero ellos "no nos preguntaron nada más, ni tomaron ningún documento que presentamos, ni escucharon lo que les dijimos", dijo Li a La Gran Época, "sólo tomaron un vídeo de nosotros antes de que nos fuéramos".
También fueron a la oficina del medio de comunicación estatal de Liaoning, el Diario del Pueblo, y fueron gratamente recibidos por los reporteros al principio, según Li. Sin embargo, las cosas comenzaron a cambiar cuando más víctimas visitaron la oficina dos días más tarde, puesto que les ordenaron no informar acerca de Masanjia, según dijeron los reporteros.
Entre tanto, el artículo de la revista Lens fue eliminado de los sitios web chinos. China Digital Time reportó que el 9 de abril, el Departamento de Propaganda Central publicó instrucciones de censura a los medios de comunicación de las autoridades gubernamentales para "no volver a utilizar, reportar o comentar" el artículo en Masanjia.
Li dijo a La Gran Época, que un policía golpeó a su puerta a las 8:00 p.m., el 13 de abril, diciendo que necesitaba su cooperación con la investigación y que debía ir con él.
Li se negó abrir la puerta, y desde entonces fue confinada en su casa. Li dijo a New Tang Dynasty Televisión, que estaba asustada, porque fue torturada en Masanjia, y si es arrestada nuevamente, no sobreviviría.
Otro grupo de víctimas quienes fueron a presentar sus casos el 11 de abril al Departamento provincial de Justicia, recibieron un trato similar. Luego visitaron al periódico local y solicitaron a las autoridades en Shenyang, incluyendo al Departamento de Justicia local, que sea asunto de investigación.
Una de las víctimas fue un peticionario llamado, Gai Fengzhen. Una fuente dijo a La Gran Época, que Gai recibió una llamada telefónica amenazante el 11 de abril de un desconocido que afirmó ser un reportero; el hombre advirtió a Gai mantenerse fuera de problemas.
En un informe de Deutsche Welle, el 8 de abril, Gai dijo que en 2008 sufrió una tortura atroz en Masanjia. "Eran tan crueles. ... Otras personas ven cosas como éstas en el cine, pero nosotros teníamos que experimentarlo personalmente".
De hecho, la policía ha logrado localizar a todas las víctimas reportadas por los medios de comunicación para obligarlos a firmar una declaración de garantía, según el mensaje de Twitter del activista, Hu Jia.
Las autoridades en Liaoning obviamente tratan de silenciar a las víctimas, dijo el comentarista político, Heng He, a la Radio Sonido de la Esperanza. "El equipo de investigación está haciendo exactamente lo contrario de lo que las víctimas han esperado".
Sugirió que los actuales miembros del equipo de investigación sean destituidos, ya que tienen un conflicto de intereses con las víctimas. "Fueron los que iniciaron y alentaron a la tortura en Masanjia", dijo.
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