Explican la causa de una explosión de vida transitoria, acaecida en el Pacífico Norte al final de la última Edad de Hielo.

© Norman Kuring, MODIS Ocean Color Team/NASA. Fuente: WHOI. 
Esta imagen de satélite muestra un gran florecimiento de fitoplancton, de unos 150 kilómetros de diámetro, que se produjo en el Océano Pacífico de las costas de Japón, en mayo de 2009. Los investigadores han asumido que el hierro impulsó un fenómeno similar al final de la última era glacial, pero un nuevo estudio sugiere que en realidad fue una "tormenta perfecta" de luz y nutrientes lo que lo estimuló.
Al final de la última Edad de Hielo, cuando el mundo se empezó a calentar, una franja del Pacífico Norte se llenó de vida durante un tiempo. Luego, esta vida desapareció. Hasta ahora, se había pensado que el hierro había jugado un papel fundamental en este misterioso proceso, pero un estudio reciente ha demostrado que en realidad fue propiciado por una "tormenta perfecta" y transitoria, de nutrientes y de luz. El hallazgo podría tener consecuencias para la aplicación de un método ideado para frenar el cambio climático. 

Al final de la última Edad de Hielo‎, cuando el mundo se empezó a calentar, una franja del Pacífico Norte volvió a la vida.

Durante una breve explosión de la productividad biológica, datada hace 14.000 años, este tramo del mar se llenó de fitoplancton, foraminíferos y otras criaturas diminutas, que prosperaron en gran número hasta que su productividad terminó, de manera tan misteriosa como había empezado, sólo unos pocos cientos de años más tarde.

Sobre este hecho, los expertos han sostenido durante un tiempo la teoría de que el hierro fue lo que provocó dicha explosión biológica.

Sin embargo, un nuevo estudio dirigido por científicos del Woods Hole Oceanographic Institution (WHOI) de EEUU (y en el que han colaborado investigadores de la Universidad de Bristol, de la Universidad noruega de Bergen y del Lamont Doherty Earth Observatory de la Universidad de Columbia, en Estados Unidos) sugiere que el hierro podría no haber jugado un papel tan importante.

Una tormenta perfecta, pero transitoria

La investigación, publicada en la revista Nature Geoscience, ha determinado que fue un mecanismo diferente -una "tormenta perfecta" transitoria de nutrientes y luz- lo que habría estimulado la vida marina en el Pacífico después de la Edad de Hielo.

Sus conclusiones resuelven una controversia sobre la relación entre el hierro y la productividad biológica durante ese período; y tendrían posibles implicaciones en los esfuerzos de geoingeniería para frenar el cambio climático mediante la fertilización con hierro de la capa superior de los océanos, con el fin de estimular la floración del fitoplancton.